No hay mucho que decir ante semejante decepción,
porque en un encuentro decisivo, casi una final de Copa, Racing careció de lo
más importante por sobre todo buen o mal funcionamiento y es la actitud, que componen la rebeldía y el amor propio.
Pero lamentablemente no fue así, ya que la mayoría
parecía deambular por el campo de juego, como esperando que pase el tiempo que
nos lleve a los penales que aunque parezca mentira si no fuera por la infracción
que comete “Licha”, casi lo consigue.
El eliminar a Flamengo y el triunfo esperanzador
frente a Boca nos llevó detrás de una ilusión que no estuvo respaldada por este
grupo de jugadores, con la excepción de Gabriel Arias, quien con sus
intervenciones no solo le permitió a Racing jugar esta instancia de la Copa,
sino que evitó que sus compañeros cargaran con un resultado catastrófico y
vergonzoso.
Esto también pone sobre la mesa el tema de
que Racing podrá participar en la Libertadores, pero lejos está de
aspirar a ganarla con un plantel que no cuenta con jugadores que sepan jugar esta
clase de encuentros donde la disputa sin dudas pasa por el juego y por lo físico,
pero mucho por lo mental y por lo anímico, especialmente en momentos que hay
que enfrentar la adversidad.
“Estamos aprendiendo a jugarla” decía “Licha”
Lopez , pero con todo respeto, esa frase pasa a ser solo una expresión de
buenos deseos en planteles que, año tras año se desarman e incluso cambian de
técnico.
El plantel sabrá porque no estuvo a la altura de las
circunstancias, pero también debe reflexionar Sebastián Beccacece, quien volvió
a insistir con volantes que cuando no tienen la pelota desaparecen del partido
y como pasó anoche, convierten el medio campo en una zona de libre tránsito
para un Boca que como se esperaba, iba a salir a buscar el gol rápidamente y ya
en el primer tiempo pudo haber señalado más de uno.
Racing
fue un equipo que, salvo Arias, no ofreció resistencia, llamando
la atención la pasividad con que jugó este partido, cuando debió haberse
mostrado más activo y peleando todas las pelotas como si fuera la última.
Pero se fue entregando mansamente a partir de un
medio campo que no pesó en la ofensiva, ni contribuyó en la recuperación,
situación a la que se fue agregando Lisandro López siempre solitario y
absorbido por la defensa rival, formando parte de un equipo sin convencimiento,
que no tuvo nunca respuestas anímicas y que solo estaba esperanzado en la gran
tarea de Arias.
Después los cambios confirman lo que quizás
Beccacece debió haber hecho de entrada, donde Solari, Montoya, Alcaraz podrían
haberle peleado mucho más el medio campo a Boca y hacerles un poco más difícil la
construcción de juego.
Pero fue inútil, porque salvo la reacción del chico
Alcaraz, que mostró su dolor, los demás es como que se resignaron a tener este penoso
final, que a los hinchas nos golpeó duramente, no por haber perdido el
encuentro, sino por la triste imagen que nos brindó el equipo en esta
definición.
Ahora entra a jugar la Comisión Directiva y la tiene
complicada, porque hay que tomar decisiones que demandan coherencia y claridad
mental, comenzando por el tema de la Secretaria Técnica.
Dios los ilumine, ya que el 2021 Racing tiene una
nueva oportunidad en la Libertadores y hay que definir si solo se busca
participar por dinero o también se va en búsqueda de la gloria.
A todos los hinchas de Racing, mis deseos que pasen
una Feliz Navidad!
Hasta pronto.
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