Hay algo que a esta altura ya no se puede soslayar y es que por más interés y ganas que un plantel ponga en una competencia, si la cabeza está pensando en otro objetivo, no hay respuestas completas para cumplir con el compromiso que exige la misma.
Este transitar del equipo que está participando en
el torneo local no tiene objetivos que alcanzar y por lo tanto estos partidos
que restan pasaron a ser solo como encuentros de verano, donde los hinchas prestamos
más atención en los juveniles, con la esperanza de ver a quienes serán parte
del futuro.
Para los chicos es muy difícil dar más cuando forman
parte de un “mix” que no termina de afianzarse, ni siquiera en alguna de sus líneas,
ya que intercambia permanentemente jugadores, donde incluso se nota cierto desaliento
en algunos jugadores de experiencia.
El partido en si mostró que el equipo necesita
encontrar la forma de generar mayores opciones ofensivas, aunque Solari demostró
que, con volantes con esa predisposición pueden ser parte de la solución, concretando
un gran gol después de una buena combinación con Cristaldo.
En la segunda etapa el equipo se retrasó totalmente y
los cambios reflejaban que ya no había energías suficientes para frenar a un
Estudiantes que con más amor propio que juego, llevaba peligro hacia el arco académico
en busca del empate, que finalmente consiguió
Para destacar, lo de Solari por sobre todos, el
compromiso y la mejora en el juego de Montoya, la buena actuación de “Chila” Gómez a pesar de que hace años que no
jugaba, aunque el gol que lo toma adelantado y sin fuerza para elevarse, lo
condena un poco y finalmente un Julián López, que creo, merece estar más tiempo
en el campo de juego.
Es evidente que Racing
jugó en La Plata, pero su cabeza estuvo en La Boca, sensación que confirma el
mismo Sebastian Beccacece al expresar “Nuestro
foco está puesto en la Copa y esto lo usamos como un complemento", una muestra de que consciente o inconscientemente,
tanto él, como el plantel, concentran su esfuerzo mental en la Libertadores, en este caso frente a Boca.
Hay que subir el próximo escalón que lo lleve a semifinales
y para lograrlo los jugadores deben ser leones en la Bombonera, sabiendo que a
los latidos de sus corazones se sumaran los latidos de todos los hinchas, para
darles la fuerza necesaria que los lleve a ganar el partido.
VAMOS RACING CARAJO!
Hasta pronto.
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