Cada
partido de Racing parece ser un encuentro bisagra.
Y este
era para ver si el técnico continuaba, para cortar una racha de derrotas y para
que los jugadores le demuestren a su hinchada que si no pueden ganar, por lo
menos tienen actitud dejando todo en la cancha.
Y en una noche bastante agitada
para el plantel y el técnico, Racing jugó posiblemente su mejor partido en
la era Cocca y fundamentalmente porque lo hizo ante un muy buen equipo que está peleando la
punta y que siempre propone buen juego y tenencia de pelota.
Pero Racing había comenzado recibiendo otro cachetazo a los 10
minutos cuando Scocco marca el gol ante una mala sincronización de la defensa
académica
Malos pensamientos en todos los hinchas, ya que con los pésimos antecedentes que el club carga en su espalda ante un resultado adverso,
nada hacía prever una remontada importante para por lo menos empatar.
Y fue a partir de allí que, especialmente Videla, y Aued, encendieron el motor que impulsó al equipo hacia adelante logrando empatar Bou a los 25, con un giro y rápido disparo.
Y fue a partir de allí que, especialmente Videla, y Aued, encendieron el motor que impulsó al equipo hacia adelante logrando empatar Bou a los 25, con un giro y rápido disparo.
Racing
encontró en Videla un generador
de energía, quien con su actitud y con su entrega contagió a sus compañeros
y movilizó a todos los hinchas presentes en el Cilindro.
Racing estaba para más, mejor dicho para mucho más, pero hubo
malas decisiones en el pase final de las jugadas y en la definición.
Buen partido Videla quien mejoró con la pelota, de Aued, quien no debía de haber salido salvo
que le molestara algo, de Cabral, que casi hace un gol heroico, de Centurión -el
único del que se puede esperar algo diferente, aunque muchas las termina mal,
de Hauche que tuvo varias y estrelló una en el travesaño además de que le cometieron un penal -no cobrado y van...- y correcto el trabajo de Acuña, de Bou, quien además del gol muestra por momentos
interesantes movimientos y comienza a acomodarse mejor y de Saja
Flojo los laterales. Peor Grimi que Díaz.
Es evidente que el equipo carece
de un juego más atildado y más vistoso, que normalmente se lo puede dar un jugador
distinto con asistencias que rompan líneas para llegadas más claras, pero si
no fuera por las derrotas, esta presentación diría que fue muy destacable (y
sin Milito), aun habiendo empatado, lo que nos puede dar una señal de esperanza
para dar vuelta el partido suspendido contra Boca y así comenzar una remontada
que buena falta nos hace.
Lástima lo de Hauche.
Posiblemente no debería haberlo exigido tanto tiempo, ya que
solo habían pasado 15 días desde su desgarro.
Para Cocca, una demostración de respaldo del equipo, la cual seguramente
un le brindará un poco de paz, después de tantas semanas de turbulencia.
Impresionante el apoyo y aliento de la hinchada, que esta
vez tuvo reciprocidad en el equipo que desde el campo de juego, le hacía llegar
con su actitud y su esfuerzo tratando de buscar el triunfo hasta el final.
Hasta
pronto.
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