La emoción perturba la razón.
El cilindro respondió al sentimiento y era lógico que todo apuntaba a darle el respaldo a un tipo tan querido como lo es el “Coco” Basile.
Era un día especial para el técnico y los jugadores después de las declaraciones de ambas partes en la semana.
Además Caruso quien también jugaba su partido con su antecedente triunfal en Racing.
Si ganaba San Lorenzo hubiera sido una catástrofe ya que todo estaba predispuesto para que los jugadores sean los que iban a recibir los gritos, insultos, etc. además porque el técnico hubiera renunciado.
Si ganaba Racing todo se convertiría en una fiesta pasando al olvido, por lo menos hasta el partido con Independiente.
Pero nada de eso pasó ya que el empate alargó la espera hasta el próximo partido.
Como datos positivos podemos destacar las ganas del equipo buscando siempre el triunfo y las dedicatorias de los hinchas al “Coco”. Una mejoría en Martinez, en Gío, la confirmación de Pelletieri y el final de Castro rompiendo líneas defensivas del Ciclón.
El resto fue más de lo mismo con la diferencia que se llegó un poco más y se tuvieron algunas oportunidades para concretar.
Como dato negativo la incoherencia del cuerpo técnico –por lo menos sin explicación- que teniendo los jugadores concentrados se haya recurrido a Litch –estaba en su casa- para jugar de titular.
Pero pareciera que la emoción perturba la razón ya que el equipo sigue adoleciendo de las mismas falencias que viene mostrando con jugadores de los que se espera un rendimiento superior pero que continúan con sus bajas producciones.
De esta manera será difícil salir de esta confusión mental que invade al plantel y a sus responsables técnicos.
Desde mi punto de vista hay algo que sí se puede dejar en claro.
Un técnico no puede tener a un equipo desconcertado y alterado con el tema de que si pierden se va. En realidad lo que quizás tendría que comunicarles al reunirlos mañana martes es que se queda hasta el final a luchar junto a ellos y ponerse al frente pidiéndoles disculpas por sus declaraciones de hace unos días.
Todo grupo necesita confiar en un líder que los guíe y este equipo dejó en claro que lo tiene en el banco.
El equipo lo necesita y Basile lo sabe.
Eso lo obliga como profesional responsable lleno de pergaminos y como hincha de Racing, a respaldar a este grupo y transmitirle la confianza perdida con la seguridad de que no se bajará de este bote hasta que todos juntos lleguen a la otra orilla.
Hasta pronto.
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