jueves, 25 de julio de 2024

Volvió a caer en la misma trampa.

En Junín, Racing volvió a ser presa de sus propias limitaciones y terminó tropezando con la misma piedra.

Fue como ver el video del partido anterior en el Cilindro y esta derrota indicando que el equipo no tiene otros caminos para superar obstáculos como los que le presentó Sarmiento, un equipo que además de un orden táctico, le agrega una cantidad de condimentos para que el partido se juegue como ellos quieren.

Esta vez con el agregado de que el árbitro Rapallini, que mostró una imagen final, que le sugeriría evite en el futuro, porque es realmente una vergüenza, ya que parece un jugador más festejando con Damonte, durante el encuentro parecía no estar enterado de lo que pasaba y entonces ni él ni el VAR revisaron el claro empujón contra Sosa en el gol, ni la cantidad de faltas reiteradas de los jugadores locales a quien nunca amonestó, -pero si hacerlo después con Carbonero en su primera infracción- y de ciertas situaciones extrañas que hacían que el partido se detuviera cada vez que  Racing podía complicarlo a Sarmiento, como las simulaciones de lesiones, el perro y con las disculpas del caso, hasta pienso mal de cuando se detuvo el partido por el desvanecimiento de un hincha.

Por cierto, todo esto no le quita responsabilidad a este Racing de Costas, que tiene plantel suficiente como para responder ante rivales que le juegan de esa manera y si bien me gusta que la premisa sea ir a buscar el partido en todos lados, considero que por lo menos de visitante y con equipos que se cierran como Sarmiento, Riestra y algún otro, debería haber una forma más inteligente de jugarles, quizás no ir a chocar y chocar, sino jugarles como lo hacen ellos, esperando y dejarlos venir para salir de contra, porque las derrotas contra estos equipos duelen, pero hacen más daño mental.

Hasta los 15 minutos Racing tuvo un par de acercamientos a través de Maravilla y de Salas, pero después del gol de Sarmiento, sostuvo su búsqueda a través de la tenencia y circulación, pero perdió claridad y cuando uno no tiene claro que hacer, lo mental le hace perder confianza, precisión, es ir y volver para terminar en un centro sin sentido.

A todo esto Sarmiento cargado anímicamente, porque había logrado hacer efectivo su planteo, multiplicaba su esfuerzo ante un Racing que, afectado en lo emocional por el gol comenzó a tener distracciones en el fondo y estuvo a punto de sufrir otro.

Racing no asistía bien ni tenía desbordes, se intentaron remates desde fuera del área por parte de Rojas y de un Salas impreciso, pero no tuvieron buen destino, por lo que pensé que para el segundo tiempo Costas haría algún cambio (quizás Baltazar) y sino ubicar a Roger por Quirós para que juegue junto a “Maravilla” Martínez, pero sostuvo los mismos once y continuó con los mismos problemas, agravado por algunas distracciones como la de Martirena, quien falla en un pelotazo largo y Gudiño logra tirar un centro que recibe Naya , (el único delantero y sin marca fue una muestra clara de lo desconcentrado que estaba el equipo) para darle de bolea, pero por suerte se va sobre el travesaño.

Sin embargo a los 11 minutos estuvo a punto de empatarlo, cuando Rojas ejecuta un tiro de esquina, el rechazo lo recibe Martirena fuera del área y su remate se transforma en un pase para “Maravilla” Martínez en el punto del penal, quien patea superando al arquero Acosta y gritar el empate, pero la pelota da milagrosamente en el pecho de Gho sobre la línea y se va afuera.

Esa jugada alentó a Costas a enviar a Roger a la cancha (por Quirós), para que juegue como volante más detrás de “Maravilla, pero Racing cometía errores como el de Colombo quien con un mal pase le permite a Sarmiento tener una nueva oportunidad que por suerte Arias, solucionó en doble acción.

En un partido donde todo seguía siendo incierto, Carbonero que fue de lo mejor  en el primer tiempo, comenzó a bajar el rendimiento y se fue diluyendo como todo el resto del equipo mientras “los Martínez” terminaron enredados en la trama que tejió la defensa local y terminaron amonestados.

Las entradas de Solari por Salas y posteriormente la de Baltazar Rodríguez por Almendra no lograron modificar nada, ambos se sumaron a ese deambular por la cancha que mostró el equipo durante la mayor parte del segundo tiempo,

Volvió a decepcionar, pero reo que no es el momento de ser tan extremista a la hora de juzgar lo realizado por el equipo hasta el momento, porque el torneo nos muestra una gran irregularidad  (Ejemplo: Godoy Cruz, vapuleado en el Cilindro hace unos días, le dio vuelta el partido a River) aunque sin dudas, Costas deberá encontrar variantes más inteligentes para enfrentar a equipos con defensas extremadamente cerradas, porque aun sabiendo lo que iba a realizar el Sarmiento de Damonte, Racing volvió a caer en la misma trampa.

La parada frente a Unión no va a ser fácil, pero es una nueva gran oportunidad para volver a estar prendidos, ya que por ahora los resultados de los otros partidos acompañan.

Hasta pronto

  

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