Anoche quedó más que claro que Belgrano festejó el empate como un triunfo y Racing lo sintió como una derrota.
Es cierto que el que anoche estaba integrado por
jugadores que no jugaban o lo hacían poco, pero Cambeses parecía nervioso, (seguramente
porque arrastra su error en la Copa Argentina) y todavía no da seguridad, Martirena
no marcaba y no se entiende porque es titular estando Rubio, Sigali fuera del
gol, sin reacción en dos goles, Colombo inseguro y en el primer gol hipnotizado
por la pelota perdió a Jara, a Rojas le cuesta recuperar su nivel, mientras en
el medio hubo hasta los cambios una buena tarea de Sosa, Baltazar Rodríguez y
Nardoni, apoyados por un Carbonero que
fue de menos a más, de un Roger Martinez más activo y de un Urzi que acompañaba
bien.
Así fueron llegando el golazo de Sosa, el penal de Roger
y el de Sigali en un primer tiempo de Racing aceptable y de resultado
inesperado, que iba a seguir aumentando en la segunda parte cuando el dominio
del encuentro le permite a Carbonero realizar un gran desborde y su remate al arco lo desvía Losada
para un activo Roger, quien concreta el cuarto tanto.
Pero la supuesta fiesta comenzó a tener problemas a
partir de los cambios, porque Costas reemplaza a Martirena por Pillud (que hace
meses que no juega) y a Urzi por Almendra pero minutos más tarde decide sacar a
Sosa y Carbonero, dos de los mejores jugadores para que entren Di Cesare y
Solari, lo que le hicieron perder ritmo y pelota al equipo, ante un Belgrano
que buscaba en sus centros la solución y lo logra con Troilo quien ante la
floja marca de Sigali que apenas intentó un saltito que ni siquiera molestó al
defensor celeste consiguió el descuento que saco a Racing del partido y reavivó
al equipo cordobés.
Creo que la mayoría de los hinchas presentíamos que
se venía la noche, porque ante un rival que no tenía nada que perder, de estar entregado
se había puesto solo a dos goles y faltaba mucho ante un Racing que iba transmitiendo
esa imagen de debilidad, la que se fue confirmando cuatro minutos después cuando
en un desborde de Reyna (Sigali vuelve a fallar por su lentitud), le llega el
centro a Jara para meter el tercero.
Para colmo de males Galván entra por Rojas y en su
primera intervención por querer defender el único gol de diferencia, mete un
pase atrás para Cambeses, pero se convirtió en una asistencia “Maradoniana”
para Jara, quien enfrenta al arquero y con un toque iguala el partido que pudo haber sido para
cualquiera de los dos, porque Jara y Almendra estuvieron a punto de convertir.
Este
Racing derrumba sueños y esperanzas, porque es un equipo inestable
emocionalmente y eso lo confunde y lo hace desconfiar de si mismo, como le pasó
anoche donde termina empatando un partido que tenía ganado y que si duraba un
poco más quizás hasta lo perdía.
La cara de los jugadores y de Costas conformaban la
imagen de la derrota, sin dudas por ser responsables de esta situación a la que solo
enfrentan con palabras al viento (Sigali no sabía que términos usar para
definir este desastre y pidió apoyo a los hinchas para ganar el jueves ante
Coquimbo, como diciendo nosotros solos no podemos hacerlo, mientras Costas dice
que ellos mismos se dan los cachetazos).
Bueno señores, lo que hay que hacer es decirse las
cosas en la cara porque no son chicos amateurs de un barrio que van a jugar a
la pelota, son profesionales que deben defender con alma y vida esa camiseta,
caso contrario sean honestos con ustedes mismos y los que no se sientan con
fuerza y en condiciones anímicas para salir de este negativo momento den un
paso al costado, porque ustedes pasan, pero nosotros somos los que nos quedamos,
porque Racing fue, es y será parte de nuestra vida y de nuestras familias.
Hasta pronto.
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