lunes, 29 de mayo de 2023

La mente en dos rumbos diferentes.

Realmente es inevitable cuestionar el funcionamiento de Racing en el torneo local, aunque con el empate se haya cortado la racha de derrotas.

Ayer, sobre todo en el primer tiempo Racing volvió a mostrarse como un equipo lento, sin dinamismo, como gastado físicamente, quizás por todas las dudas que le genera cargar con tantos partidos perdidos y entonces da la sensación de que sale a jugar como de compromiso.

Es cierto que de alguna manera había que cortar la “diarrea” que lo venía sometiendo y el temor a volver a perder lo llevó a tomar precauciones, que se vieron en la aplicación de un sistema de juego similar al que utilizó en Ecuador donde se privilegió más defender que atacar.

Y en esa aventura vimos un Racing que esperaba en su campo y a un Defensa y Justicia que no encontraba los espacios para imponer su juego, que lo pudo hacer recién después de los veinte minutos cuando comenzó a crecer y a tener algunas posibilidades, sobre todo por el lado izquierdo de una defensa académica que sufría como consecuencia del mal funcionamiento del medio campo, donde Gómez, Moreno, Nardoni, Oroz y Moralez no solo no podían con los volantes rivales sino que cuando tenían la pelota no le daban buen destino a la misma.

Racing la perdía fácil, pero cuando la tuvo cerca del área rival tampoco pudo desbordar por los costados, lo llevaba a  tocar hacia atrás o a lanzar algún centro sin destino, para un Guerrero que carecía de acompañamiento y como resultado de esa falta de claridad nunca pudo patear al arco para inquietar a Unsain, aun sabiendo que sabiendo que el sol le contra jugaba en contra al arquero.

Y en ese juego irresoluto y dubitativo, un mal pase de Moreno para Quirós es anticipado por Barbona y ante una defensa totalmente abierta toca para Alanis que frente a la salida de Arias convierte el gol de Defensa, quizás merecido, pero no esperado de esa manera y el final del primer tiempo presagiaba una tormenta, porque el gol del local podía hacerle mucho daño a un equipo frágil como Racing.

El segundo tiempo salió a jugarlo con un poco más de actitud y a los siete minutos Escalante es expulsado por doble amarilla, lo que impulsa más a Racing a ir por el gol del empate, que casi consigue Nardoni, pero su remate se fue apenas desviado.

Gago busca más potencia con Hauche, que reemplaza a Maxi Morales y unos minutos más tarde de un tiro de esquina con toque corto para Mura, este envía un centro al segundo palo, donde Moreno pudo redimirse de su error, al concretar de cabeza el empate.

Estaba todo dado para que Racing ganara el encuentro, porque además Defensa y Justicia comenzaba a conformarse con el punto, pero Gago reemplaza a  Jonathan Gómez por Fértoli, que no pudo desbordar nunca a su marcador ni enviar un buen centro.

Racing insinuó más en esa segunda etapa jugando en campo rival, pero las posibilidades que tuvo solo fueron por remates desde fuera del área de Moreno y Hauche, ya que no encontraba la forma de llegar al arco de Unsain a no ser por un tiro de esquina o algún centro, cuando en realidad era un partido donde Gago tenía que haber tomado determinaciones más tempranas en cuanto a los cambios ante un rival que se aferraba al empate.

Pero no entiendo porque razón, realizó dos cambios a solo un par de minutos para los noventa, el de Insúa por Quiroz obligado por lesión y el otro por Oroz, queriendo hacer debutar al chico Tomás Pérez, de 16 años, que había jugado el día anterior en reserva, lo que hubiera sido un error imperdonable, no solo de él, sino también de sus colaboradores aunque por suerte alguien reaccionó a tiempo y no lo introdujo, haciéndolo en su lugar Saliadarre, que debió estar antes en cancha para tener más fuerza ofensiva.

Racing parece no entender que el camino es uno solo, el de jugar al máximo todos los partidos, sin renunciar a nada, donde lo significativo de uno no debe quitarle la importancia al otro, pero con todo respeto, pienso que Gago y los jugadores parecen tener la mente en dos rumbos diferentes, donde en uno avanzan sin encontrar obstáculos complicados y están cerca de lograr el objetivo y en el otro la confusión los introdujo en un laberinto que hasta hoy no le encuentran salida.

La solución está en ellos mismos.

Hasta pronto.

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