En Abu Dhabi (Emiratos Árabes) Racing volvió a competir frente a Boca por la recientemente creada Supercopa Internacional y al igual que en San Luis volvió a ganarla por el mismo resultado.
Antes de referirme al partido quiero decir que Racing
no tiene la culpa de que la AFA haya designado otra vez a Rappallini, tampoco es
quien redactó el reglamento que modificó el tema de las manos en el área y menos
de que el VAR haya coincidido en la sanción.
Respecto al encuentro, Racing jugó mejor que Boca,
tuvo mejores chances e hizo que Javier
García se convirtiera en figura, por lo que considero que fue un justo
ganador.
Racing comenzó dando ventajas por la zona de Pillud especialmente
a través d Villa y Fabra lo que no eran tomados correctamente y desde allí generaban
algunos centros que podían ser peligrosos, como el que a los 17 minutos envió Briasco y
terminó en gol de Roncaglia, pero al igual que en el partido anterior, dos
minutos después Racing logra el empate cuando Maxi Morales ubica un gran pase para
Carbonero, el mejor jugador del partido, quien superando en velocidad a los
defensores define con gran clase ante la salida de García.
A partir de allí el equipo se fue adueñando de la
pelota y a través de Sigali, Moreno e Insúa comenzó a asegurarla, buscando alternadamente
a Pillud o a Piovi por los laterales a al gran “chiquito” Moralez que aportaba inteligencia
para moverse y claridad en sus asistencias, en un medio campo que además
contaba con el recién incorporado Nardoni, un jugador que quizás no sea el que
nos entregue acciones exquisitas, pero le da la dinámica y el cambio de ritmo
que esa zona venía necesitando y con Oroz que con sus movimientos interiores participaba
más del juego.
Racing comenzó a tener situaciones, aunque Romero –obviamente
muy distinto a Copetti- al no ser buscado tuvo que trabajar más en
desplazamientos de distracción porque el juego estaba destinado más a un encendido
e imparable Carbonero, quien con sus movimientos, gambeta, enganche, freno y velocidad
parecía indescifrable para toda la defensa boquense se convertía en la mejor
arma ofensiva y en el jugador que tuvo todas las chances para aumentar, como a
los 32 con un gran remate y a los 40 de tiro libre, pero García respondió bien
a los mismos.
Racing terminó siendo superior a un Boca que en esa
primera etapa solo aspiraba a alguna pelota parada ya sea de tiro libre o córner,
para llevar peligro al arco defendido por Arias, quien realmente no fue
requerido como si lo hizo el arquero rival.
En el segundo tiempo Boca saca un delantero y ubica
un volante más para tratar de sacarle la pelota a Racing y si bien equilibró un
poco el trámite no llegaba al arco académico por lo que su único camino era una
pelota parada.
Racing nunca abandonó su idea y viendo que su rival
dejaba espacios encontraba la manera de llegar, intentó Oroz con un remate a
las manos del arquero, con Romero en una pelota larga donde García estuvo a
punto de hacerle penal y en un fuerte remate de Moreno desde afuera del área
exigió al arquero, que ya era lo mejor del rival.
El cansancio se hacía presente y llegaron los
cambios de Hauche por Oroz y Jonathan Gómez por Nardoni y comenzaron tener
influencia en el juego, como a los 34 minutos cuando Sigali en gran arranque rompe
líneas y cerca del área toca para Gómez y este la pone dentro del área para el
picante Carbonero quien elude a García pero no puede frenarse y su toque final
sale desviado, cuando todos gritábamos el segundo gol.
El tiempo de descuento nos hizo pensar que se venía el
alargue, pero no fue así porque después de una serie de toques Maxi Moralez asiste
a Carbonero dentro del área, su disparo se desvía en Advíncula y sale hacia la
derecha del arco donde va a buscarla J. Gómez quien remata pero Sández va a
cruzar al suelo y la pelota pega en la mano separada del cuerpo y entonces faltando
dos minutos ¡penal! para Racing.
La locura estaba desatada una vez más, el festejo de
todo Racing y su gente se mezclaba con la desesperación de los jugadores de Boca quienes
en una acalorada discusión ante Rapallini trataban de dar vuelta la sanción para
no volver a caer ante sus angustiados hinchas, derrotados nuevamente por quien
ya les había ganado la última Copa del año anterior.
En el mientras tanto, por lo menos en mi caso, el
penal para Racing después de lo de Galván pasó a tener cierto dramatismo y sumado
a que a Moralez en el amistoso le habían atajado uno, esperaba ansioso quien
iba a tomar la pelota, hasta que Piovi asumió la responsabilidad y esta vez sí, “le rompió el arco” y entonces todo fue alegría.
Racing ganando la Copa de Campeones a fines del 2022
y la Supercopa Internacional a comienzos del 2023, logro hacer realidad ese
deseo de todos los hinchas académicos de tener un “buen fin y mejor principio”.
Vamos Racing Carajo!
Hasta pronto.
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