Racing a través de su juego se ha ganado el respeto de la mayoría sus rivales y eso queda demostrado en cada enfrentamiento, sobre todo de local, donde el que llega busca formar un vallado defensivo , esperando que Racing cometa algún error para intentar alguna jugada ofensiva.
Y Newell’s Old Boys no fue una excepción en ese
aspecto, primero porque Racing desde el primer minuto buscó encerrar al equipo
rosarino t a través de un juego intenso lo fue arrinconando contra su arco,
creando en ese primer tiempo, no menos de media docena de situaciones de gol, que
no se concretaron por algunas decisiones finales erráticas y por aciertos de
Arboleda y sus compañeros de defensa.
Newell´s solo atinaba a encontrar una oportunidad
que lo acercara a “Chila” Gómez, que continúa respondiendo en las pocas
oportunidades que se lo exige.
Es evidente que ese ritmo que impone Racing, exige
un desgaste físico importante, por eso es muy difícil sostenerlo durante todo
el encuentro, especialmente con esta seguidilla de partidos, por lo que en
algunos momentos baja su intensidad y no sea tan preciso a la hora buscar pases
certeros.
Y eso pasó en el segundo tiempo, donde Racing ya no
fue tan claro en la ofensiva, aún con Fabricio Domínguez (reemplazó a un Hauche
apagado, que no viene remidiendo como en los primeros encuentros), en su nueva
posición de extremo, pero sus intentos no tuvieron el éxito de otros partidos,
porque le costó superar a su marcador y cuando tuvo alguna no decidió bien el
pase final.
Este tomarse un respiro de Racing, le dió a Newell’s
la posibilidad de encontrar algunos claros y de acercarse al arco académico a
través de disparos desde fuera del área, pero “Chila” Gómez, una vez más
respondió con jerarquía y con la seguridad que viene demostrando en todo el
torneo.
Eso motivó a Gago a buscar otras alternativas,
enviando a la cancha a Jonathan Gómez y Javier Correa por Alcaraz (intermitente
en su juego, pero siempre con la esperanza de que su atrevimiento pueda romper
con ciertas estructuras defensivas) y
Chancalay (con una molestia en su pierna) y esto pareció despertar un poco a
este Racing.
Faltando pocos minutos Mena y Rojas reemplazaron a
Piovi de correcta actuación y a Mura, de muy buen trabajo ofensivo en la
primera etapa, pero decayendo físicamente en la segunda.
A mi gusto, la columna vertebral del equipo estuvo
conformada por la seguridad “Chila” Gómez. la firmeza de Sigali e Insúa, el
gran trabajo de Moreno, la inteligencia de Miranda y la entrega del súper activo
Copetti.
Finalmente y ante un equipo que abusó de hacer
tiempo y que obviamente se conformaba con un punto, Racing no pudo ganar, pero sostuvo el buen juego y logró la
clasificación.
Por eso este Racing de Gago, quien tiene claro que, estar
entre los cuatro finalistas del torneo local, es solo un paso intermedio camino
al objetivo final, que llegará cuando comiencen los cruces, ilusiona a más no
poder.
Hasta pronto.
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