Fue un partido que por lo aburrido invitaba a cambiar de canal, pero como uno es un apasionado y sufrido hincha de Racing, no podía menos que sentarme frente a la pantalla y tratar de buscarle una explicación a lo que estaba sucediendo.
Lo complicado no es traducir en palabras lo que se vio,
es encontrar algo que valga la pena destacar.
No es malo el punto logrado frente a un Vélez que
siempre resulta un rival duro, pero debemos aceptar que tenía muchos suplentes.
Que este Racing de Pizzi fue la pobre expresión de un
equipo que no tuvo iniciativa alguna para buscar el triunfo, que si bien contó
con una defensa que cumplió una tarea correcta, tuvo un gran déficit a partir
de la zona de volantes, donde jugadores de
creación en funciones de contención no solo fracasaban en su intento, sino que
además no generaban alguna acción de juego que les diera chance a los dos
delanteros para inquietar al arquero rival, los que solo recibían pelotazos
desde la zona de los zagueros centrales.
Un partido donde los dos arqueros prácticamente no
intervinieron en todo el encuentro, dado que Vélez no inquietó a Arias y Racing, tampoco
lo hizo con Hoyos, ya que en los pocos minutos que tuvo su momento de lucidez, con
un par de jugadas en las que es cierto que pudo lograr el triunfo, los remates de
Rojas y de Piatti, se fueron desviados.
En síntesis, una idea llamativamente distinta a la
del martes en San Pablo, donde mostró una intención de juego más superadora, más
ambiciosa, que ilusionaba, por lo que se me ocurre pensar que anoche el equipo jugó con el cuerpo en La Liga y la mente
en la Libertadores, lo que pudo haberlos llevado a no concentrarse
debidamente y a no arriesgar demasiado físicamente.
No debemos dejar de lado que la Copa Libertadores no
solo otorga prestigio deportivo para el club y los jugadores, sino que además
en cada pase de fase, mejora el premio económico con su consiguiente beneficio.
Esperemos que el martes pueda lograr el ansiado pase
a cuartos de final y después también encontrar la forma de darle al medio campo
una conformación que lo lleve a tener más tenencia y un mejor juego, por lo que
con todo respeto pensaba que “Licha López podría jugar como “enganche” junto a Piatti, Miranda, Martínez y
Chancalay, lo que redundaría en un mejor acompañamiento para el solitario
Copetti.
Hasta pronto.
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