Es evidente que este torneo local, sin descensos ni promedios y el seguir avanzando en la Libertadores, a Racing le han permitido hacer debutar en el equipo de primera a muchos juveniles, quienes de esa manera además de demostrar sus cualidades, puedan ir sumando experiencia.
Pero para estos chicos no
es nada fácil sobrellevar esta situación, porque si bien están acompañados y respaldados
por algunos mayores, es difícil tomar confianza y afianzarse en un equipo que
cambia semana a semana, como si fuera un banco
de pruebas, donde el esfuerzo y la entrega parece no alcanzar para enfrentar
a rivales más sólidos en su formación y que además como anoche, cuentan con
ayuda arbitral.
A los hinchas no nos queda otra que alentarlos, porque
de un día para el otro la mayoría de ellos, sin experiencia en primera y sin
respuestas físicas adecuadas a la división, se encontraron defendiendo la
camiseta de Racing y no se les puede pedir que ellos logren por arte de magia,
lo que los mayores no consiguieron.
No hay dudas que para estos juveniles, a la real emoción de integrar
el equipo de primera se les contrapone la pesada carga de responsabilidad, por
lo que no debemos caerles encima aunque a todos nos duela ver a Racing derrotado,
porque que considero que van a ser ellos, los más afectados por estos
resultados negativos.
Mientras tanto, fortalecido anímicamente y con la confianza
y la fe intactas, Racing se prepara para tratar de subir un nuevo escalón de la Copa Libertadores y de esa manera seguir acercándose a la gloria.
Hasta pronto.
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