viernes, 18 de marzo de 2016

Con cada atajada, le iba sumando vidas a Racing.


Fue el café, la humedad, la lluvia, vaya uno a saber lo que influyó para que Racing jugara un mal partido el primer tiempo, donde todo o casi todo funcionó de pésima forma.
Desconcentrado, lento y sin reacción, sufrió mucho sobre todo después del primer gol del Deportivo Cali, donde a no ser, por la gran actuación de Saja –a pesar de los goles- podría haber finalizado, como aquel partido en Rosario, con una goleada en contra de esas que ofenden y lastiman.
En la segunda parte, también comenzó mejor el Deportivo, pero otra vez se encontró con el “chino” Saja quien, como en un juego de internet, con cada atajada, le iba sumando vidas a Racing, para que pueda volver a intentar ir en busca del empate soñado.
Y en una jugada donde Lisandro desde la izquierda cruza la pelota y Cerro a un metro o menos de la línea del arco la levanta pegando la misma en el travesaño fue como una señal, porque crease o no esto pareció ser un aviso de alerta para el dueño de casa que ya no se animó a atacar con todo, porque quizás había pensado que Racing ya estaba entregado, casi medio muerto, al igual que en esa primera etapa, pero no fue así porque Racing con esas vidas que le daba Saja, se recompuso anímicamente y fue encontrando respuestas para comenzar a dar vuelta el encuentro.
Entonces con Bou por Milito, más un Lisandro ahora enchufado, un Grimi empujando sumado a Cerro y Aued más adelantados junto a De Paul y Romero - ya en el medio-, fueron en esos momentos arrinconando, aunque sin mucha claridad, al fondo del Deportivo Cali
Y llegó el primer gol para el sueño del empate cuando Bou, recibe sobre la izquierda y su centro, ante un choque del arquero con su central, la pelota termina llovida sobre la izquierda dentro del área chica y Grimi con una bolea de crack – empeine de arriba hacia abajo sin dejarla picar, la clava contra el palo derecho-.
Descuento y despertar para unequipo que  ahora sí quería más y Racing fue a buscar con Acuña por Grimi, lo que ansiaba.
Romero lo tuvo pero respondió bien el arquero y en un tiro libre que ejecuta Acuña, la pelota llega a la derecha y vuelve a la izquierda, la recibe Romero sobre la línea de fondo y con frialdad en lugar de patear la ubica en el centro del arco donde Lisandro López de cabeza la desvía al segundo palo.
Gol y locura por el empate soñado.
El Deportivo trató de reaccionar pero ya no lo hizo de buena manera, todo era como más nervioso y en un par de llegadas nuevamente se encontró con el gigante del arco académico.
Después y casi al final, expulsión de Cerro por protestar o insultar y posteriormente de Lozano por una violenta patada contra Acuña.
Sobre la hora casi casi lo gana, pero de cualquier manera fue un empate sabroso para Racing que sigue invicto y en la punta de la tabla.

Hasta pronto 


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