lunes, 7 de diciembre de 2015

Objetivo logrado: Racing adentro. Independiente afuera.


Viví este partido con los nervios “más nerviosos que nunca” porque por lo menos a mi gusto Racing jugó el peor partido desde que Cocca es técnico, y la derrota sufrida no nos permitió disfrutar de una fiesta completa.

Así y todo creo que hay que separar la liguilla del campeonato, porque si bien es cierto que se perdió, no se debe olvidar que para la clasificación a la Copa Libertadores se determinaba jugar dos encuentros con un solo resultado final, por eso se dice vulgarmente que es un partido de 180 minutos.

Y el resultado global dice que Racing ganó 3 a 2, por lo que nada hace dudar de quien se ganó el lugar para jugar la Libertadores.

Respecto al partido digo que era lógico que Independiente, que nada tenía que perder iba a jugar a matar o morir, algo que Racing creo, no vio con malos ojos, quizás entendiendo que esperando ( como lo hizo muchas veces ) podía hacerle daño de contra a un equipo que a medida que pasaran los minutos seguramente se descontrolaría.

Pero quizás, pienso yo, con cierto relajamiento mental que pudo haber dejado el importante triunfo logrado de visitante una semana antes después de 14 años y quizás confiando en su gran campaña de local, desde el primer minuto Racing apareció distraído, sorprendido, sin la reacción esperada, ante un rival que cada vez se animaba más enviando a sus laterales al ataque al que se sumaban sus volantes y tuvo sus oportunidades, lo que llevó a Saja a ser figura en ese primer tiempo.

Racing trató a través de Acuña y Camacho llevar algún ataque pero fueron pocas las posibilidades, salvo un tiro de esquina de Acuña que Rodríguez salvó esforzado y una solitaria corrida de Bou sobre la derecha donde supera a su marca y su remate es tapado por el arquero rojo

Independiente estaba más cerca y la sensación es que el gol de los visitantes se veía venir porque Racing no reaccionaba, solo esperaba y cuando la tenía la revoleaba sin destino alguno, algo que no favorecía a un Milito lento que tuvo poco contacto con la pelota, por lo que poca esperanza había de convertir algún gol más.

Pensé que en la segunda parte habría algún cambio como para ir a pelear la posesión de la pelota pero Camacho siguió en cancha y aunque el rojo ya no tenía el ímpetu del primer tiempo Racing seguía sin generar alguna jugada positiva y los reemplazos de Noir por Camacho y de Nuñez por Milito influyeron poco porque a Racing le costaba salir de atrás mientras el ingreso de Cebolla Rodriguez comenzó a darle frutos al abrir el marcador a través de un tiro libre donde Saja no reacciona a tiempo sobre todo porque la pelota entra en el palo que cubría.

A partir de allí el único que pesó y comenzó a llevar a Racing un poco más adelante fue Acuña que generó un disparo el que es desviado por el arquero Rodriguez al córner y a través del mismo llega el gran cabezazo de Lollo para empatar el encuentro.

Y mientras crecían los nervios de algunos jugadores rivales, Acuña, quien a mi gusto fue el mejor jugador de Racing, era buscado por Méndez quien finaliza expulsado de la misma forma que el jugador de Racing sufrió, con el mismo árbitro, en el clásico jugado en la cancha de los vecinos.

Después llegó la expulsión de Ortiz sobre Aued y obviamente que estando 1 a 1 y teniendo dos hombres de más Racing, debía controlar tranquilamente el partido, pero siguió haciendo todo mal, lo que le dio vida a los rojos y le permitió a Lucero concretar el segundo y a Cuesta estar al borde del tercero.

Sensaciones encontradas entre la alegría de haber dejado afuera a nuestro principal rival y la tristeza de haber  perdido un clásico, que tomó más relevancia por contar el rojo con 9 jugadores, lo que motivó que no se festejara como corresponde el propósito de estos dos encuentros, que era conseguir este importante objetivo.

Por eso finalmente yo valoro el objetivo logrado: Racing adentro. Independiente afuera.


Hasta pronto.


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