sábado, 22 de agosto de 2015

Un festejo nervioso para un triunfo que tiene mucho valor.

Cuando todos pensábamos que Arsenal venía a defenderse, sorprendió presionando y hasta atacando con decisión, mientras todo Racing se iba convirtiendo en un equipo desesperado y hasta descontrolado con la pelota, ya que no podía hilvanar alguna jugada coherente.

Desde las increíbles fallas en la línea de fondo hasta el bajo rendimiento de los volantes, Díaz no contribuía en la contención ni en el juego, Aued se mostraba impreciso y Cerro con sus apariciones al vacío en el área mostraron diría lo único positivo de esa primera etapa, dejaron a nuestros hombres de punta en soledad recibiendo solamente inútiles y forzados pelotazos de Sanchez, Lollo o Grimi.

Romero demasiado abajo y sin poder hacerse eje del equipo, quedó casi estático sobre la derecha y finalizó perdido en ese desorden que exhibía el equipo, mientras Camacho seguía errando como normalmente le viene pasando, su pase final.

Así y todo y cuando nada lo hacía prever, consigue ponerse en ventaja a través de penal que Milito transforma en gol, pero Arsenal continuaba acechando, aprovechando las ventajas que le concedía Racing y comenzó a ganar de arriba en el área, forma en que justamente consigue en tiempo de descuento de la primera etapa, ( que deriva de un corner mal cobrado por Ceballos ), con un cabezazo de Trellez ante una defensa que viene desde hace rato teniendo muchos inconvenientes en ese aspecto.

En síntesis, Racing en ese primer tiempo hizo todo lo posible para que Arsenal pudiera retirarse hasta ganándolo, sin quitarle méritos al equipo de Caruso quien planteó muy bien el partido.

Pero el segundo tiempo fue distinto en la intención.

Racing entró más decidido sabiendo que esos puntos no se podían perder y el cambió de Acuña por Camacho ( que para mí debíó de hacerse en el entretiempo y no a las 2 minutos ) fue favorable en el andar del equipo, que aunque sin mostrar la imagen que todos queremos tenía otra actitud y otra postura.

Posteriormente Cocca acertadamente ubica a Pavone por Gastón Díaz  y eso de alguna manera obligó a Arsenal a jugar más cerca de su arco. También fue importante el compromiso que tomó Romero involucrándose mucho más en el armado y la circulación lo que le permitió estar más cerca del arco rival y hasta poder probar desde afuera, sumado al mejoramiento sustancial de Aued que se convirtió en la figura y patrón de la mitad de cancha.

La línea de fondo ya se sintió más tranquila, donde Grimi fue el que más sobresalió.

Asi mejoró todo el equipo que llegó a la conquista del segundo gol con un gran cabezazo de Pavone ante un centro de primera de Aued, que le dió los tres puntos a la Academia y genera confianza en este buen delantero que tiene Racing, quien además casi convierte nuevamente, pero le tapó bien Andrada.

Finalmente un festejo nervioso para un triunfo que tiene mucho valor por como se dio el encuentro, lo que nos permitió respirar hondo para relajarnos y encontrar la mejor sonrisa para disfrutar aunque no más sea, el seguir prendidos por la lucha del campeonato.

Ahora hay que ir por Atlanta, sin relajarse y bien concentrados, para continuar en la Copa Argentina, que es otra opción más para jugar la Libertadores.

Hasta pronto.

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