jueves, 27 de octubre de 2011

Más lejos del cielo.





A pesar del empate Racing mejoró. Hubo otra actitud y otra entrega, quizás producto de hechos que no están claros del todo.



Bienvenidos al fin, ya que ellos permitieron que el equipo mostrara otra imagen en un partido que pasó de bien jugado por ambos a una lucha con fricción inesperada lo que motivó expulsiones que empañaron el encuentro.



Lanús comenzó volcando el juego por su lado izquierdo donde Pillud era superado por Regueiro cuando este se lo proponía y eso creaba problemas y alguna intervención de Saja sin demasiado peligro. Racing a su vez buscaba por el lado de Hauche y Pillud quien compensaba su poca marca con el uruguayo con sus subidas –hoy sí con profundidad y más seguridad- lo que complicaba a la defensa granate.



Lo tuvo Teo quien recibió un centro atrás y desvió el remate.



Pero llega una jugada de interpretación y penal para Lanús. Valeri remata al medio pero Saja no pudo desviarla con su brazo izquierdo.



A partir del gol, otro partido con un Racing que fue con todo a buscar el empate.



Pero hubo más golpes y menos fútbol, lo que derivó en la expulsión de Camoranesi y Toranzo – nuestro jugador a mi juicio mal expulsado-.



Mientras Teo se “peleaba” con toda la defensa de Lanús, Gío trataba de generar más fútbol para poder llegar a la igualdad. Un tiro libre formidable pega en el ángulo de travesaño y palo derecho de Marchesin y un segundo es sacado espectacularmente por el arquero rival.



Aued trataba de distribuir rápidamente mientras Pelletieri cubría todas las zonas buscando cortar los circuitos del poblado medio campo granate.



Atrás prácticamente no se tenía sobresaltos y el segundo tiempo fue prácticamente un monólogo de la Academia quien comenzó a convertir en figura al arquero contrario, hasta que llegó el ansiado empate a través de Hauche en una jugada donde el arquero rival tapa dos veces el gol. Teo acaricia la cabeza del arquero y saca de sus casillas a Izquierdos quien se va expulsado por pegarle una patada.



Racing con un hombre más va en busca del triunfo y se suceden algunas situaciones como para haber convertido el segundo gol – dos de Litch, una de Pelletieri- pero siempre se interponía Marchesin. Pareciera que todos los arqueros rivales se lucen contra Racing. Anteriormente fue el de San Martín de San Juan, ahora el de Lanús.



La defensa no tuvo muchos inconvenientes y los cambios no influyeron en el juego.



Respecto del cambio de Gío – creo que lo sacó porque se lo notaba cansado- por Sarmiento me pareció que debió haberlo dejado ya que siempre se puede esperar un pase importante o su remate al arco. Sabemos que a Gío todavía le falta para encontrar la mejor forma pero también pienso que la única manera de que lo logre es jugando cada vez más. Enoja a todos esas pelotas que pierde, pero eso pasa porque su reacción todavía no es la mejor. Por eso quizás no debe bajar tanto a buscar aunque admitamos que en el segundo tiempo al no estar Toranzo tuvo que hacerlo para recibir más cómodo, aunque Lanús desde el inicio del encuentro buscó rodearlo cuando él estaba de espaldas para no dejarlo girar y de esa forma recuperaba rápidamente la pelota.



Gío es así y hay que apoyarlo para que vuelva a su nivel.



Aunque con más fe, estamos más lejos del cielo y los tiempos se van achicando.



Confío en que este equipo va a ir funcionando mejor porque tiene con qué.



De última será el semestre que viene, pero…estarán para ese entonces Gío y Teo.



Hasta pronto.



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