domingo, 3 de octubre de 2010

Lo de Racing no fue un “globo”.

Esta vez Racing mostró algunas cosas interesantes, sobre todo a partir del primer gol donde realizó un muy buen juego en el resto de ese primer tiempo, con algunos jugadores que parecen haber recuperado la confianza y con la fina distinción que muestra Giovanni Moreno cuando juega la pelota mostrando en la mayoría de sus pases una notable precisión o realizando un gesto técnico de lujo para el regocijo de todos nosotros como en la jugada del último gol.

Lamentablemente no podrá estar en el clásico, algo que Racing sentirá ya que pierde paz y suma vértigo a lo que salvo Toranzo –y en un porcentaje muy inferior- podría darle esa pausa que necesita todo equipo para finalizar la jugada de mejor manera.

Huracán no es la justa medida pero sirvió para que jugadores como Hauche – de muy buen partido – se haya vuelto a encontrar con el gol y con un juego más cercano al que lo proyectó como figura en su anterior club. Sus movimientos fueron distintos a los que venía realizando y se lo vio más punzante y más metido en el área. Toranzo también mostró – sobre todo en ese primer tiempo –un juego más atildado y más seguro, además de estar más comprometido con el partido, donde tuvo la asistencia de los dos primeros goles y buenos encuentros con Giovanni Moreno. Luguercio como siempre con su entrega a flor de piel y con movimientos que provocan espacios para que puedan aparecer sus compañeros. De cualquier manera pienso que Bieler debería tener un lugar en el equipo, por lo que espero puedan limarse esas asperezas que existen entre el técnico y el jugador, para que cuando le toque volver lo haga con la entrega y compromiso que exige la camiseta de Racing. En el medio campo Yacob volvió a reiterar su buen momento y para destacar de sobremanera el trabajo de Jose Luis Fernández, quien realmente realizó un fantástico trabajo tanto en la marca como en ataque, coronando su actuación con un golazo como cierre de una excelente jugada.

La defensa no tuvo muchos problemas y los reemplazos cumplieron una buena tarea, en un segundo tiempo donde Racing buscó que Huracán se desarme atacando para contragolpearlo y definir el partido.

Racing hizo tres goles y podía haber convertido unos cuantos más, pero lo más auspiciante –por lo menos para mí- fue encontrar en gran parte del encuentro algo del juego que todos anhelamos.

Por eso pienso que lo de Racing no fue un “globo”.

Fue algo más concreto, algo más real y que parece, se está consolidando de a poco.

El próximo fin de semana es el momento, porque el clásico fue y será siempre un partido de quiebre. Para bien o para mal.

Ojalá podamos festejar a lo Racing.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com

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