lunes, 29 de julio de 2024

El sufrimiento como sistema de juego.

Racing derrotó a Unión en un partido donde, si bien fue superado en el juego, logró un triunfo importante porque lo vuelve a posicionar cerca de Huracán, el líder y su próximo rival.

Era el objetivo, pero como equipo dejó muchas dudas porque nunca se mostró seguro y todo su esfuerzo estuvo sumergido en una imprecisión y nerviosismo que preocupa, dando toda la sensación de haber perdido la confianza.

Es cierto que Unión tuvo más días de descanso por lo que propuso un partido con mucha intensidad (tal cual lo hacia su técnico) con volantes y sus laterales muy ofensivos a partir de recuperar la pelota y de ese modo complicó a un Racing que desde el vamos entro mal parado.

Todo buscaba resolverlo a través de pelotas largas para Salas y “Maravilla” Martínez, porque JuanFer Quintero nunca pudo entrar en el partido y se lo vio muy impreciso en los pases, por lo tanto el recuperar y el generar juego quedaba en manos de Nardoni y de Almendra (nuevamente de muy buen partido), con el poco aporte de Martirena y Rojas que fueron contrarrestados y obligados a colaborar con Colombo, Sosa (el mejor del equipo y al que espero V. Blanco concrete ya su compra) y Quirós.

El inicio tuvo como protagonista  al equipo santafesino pero salvo un cabezazo de Corbalán pegó en la parte superior del travesaño, no fueron muchas las situaciones de gol que tuvo, mientras Racing sin mostrar un buen juego, encontró rápidamente el gol en un tiro de esquina que ejecuta Almendra y cabecea Sosa ante la salida del arquero (coincidencia de los dos que iban a convertirse en los más destacados del equipo).

Racing con esta ventaja trataba de encontrar alguna llegada más por el lado de Almendra-Rojas que por el de Martirena - JuanFer, y y lo tuvo el exSan Lorenzo cuando dentro del área, engancha y cerca del arquero remata fuerte pero la pelota pega en el pecho de Cardozo, pero Unión fue con todo a buscar el empate y el partido se hizo más peleado que jugado.

Las alternativas de Racing se fueron unificando prácticamente en buscar lanzamientos sobre los centrales para Salas y Martínez, ya que entre sus virtudes más destacadas está la de saber arreglárselas con los centrales, pero en el final y casi como una excepción, Racing encuentra una buena circulación de pases entre Rojas, Salas y JuanFer para que este último (la única vez que apareció lúcido) con un gran toque deje solo a “Maravilla” frente al arquero Cardozo, quien le tapó bien el remate.

Para el segundo tiempo Carbonero reemplaza a un Quintero que realmente no estuvo en el partido, pero la forma de encarar el encuentro no cambio demasiado y justamente un lanzamiento largo de Arias provoca un mal despeje de un central de Unión, pelota que disputan Torrent y Martínez, quien la gana y alcanza a tocarla por sobre el  arquero, pero la eleva demasiado y el despejada por el jugador rival.

Unión comenzaba a ubicar más delanteros y después de una jugada donde un remate de Colombo (de un segundo tiempo muy flojo) pasa cerca del arco rival, comienza a tener errores en los pases y en una jugada por su zona queda no ve que a su espalda se filtra Balboa y el centro le llega al ingresado Morales, quien de cabeza logra el empate.

Un golpe duro para un Racing, pero la hinchada una vez más se hizo presente y con su aliento lo impulsó a buscar el empate que llega al minuto cuando una pelota llovida de Colombo para Salas en la puerta del área, este la baja y se la lleva pero es volteado (para mí era penal) y la pelota que sigue su recorrido, es tomada por Almendra, que había acompañado la jugada y con un gran remate, que entra pegado al primer palo pone nuevamente a Racing en ventaja, con el gol que desata en el Cilindro, locura y descarga de tensiones.

El triunfo deseado se hacía realidad y después de que Sigali reemplaza a Quirós lesionado, se da una situación que pensamos iba a beneficiar a Racing, cuando en un pase largo para “Maravilla”, Corbalán, último hombre, los cruza con los tapones a la altura de las costillas, por lo cual es expulsado justificadamente.

Sin embargo el equipo no hacía sentir que tenía ese hombre demás y para darle más aire Costas realiza tres cambios, Mura por Rojas, Baltazar por Salas y el uruguayo Barrios por Almendra, pero quizás por el poco tiempo que faltaba entra lo invade un peligroso nerviosismo emocional y transita el resto del tiempo con una tensión que le hace cometer groseros errores en los pases, un encuentro donde podía pasar cualquier cosa, a lo que se le sumaba la irritación y excitación del “Kily” González y la aceleración de Gustavo.

Finalmente con los nervios de punta logró la victoria que lo acercó al puntero, pero está más que claro que para Costas, el objetivo es ganar por sobre jugar bien y como todo racinguista de ley ha elegido el sufrimiento como sistema de juego, por lo que debemos acostumbrarnos a vivir cada encuentro con los nervios nerviosos.

Hasta pronto


jueves, 25 de julio de 2024

Volvió a caer en la misma trampa.

En Junín, Racing volvió a ser presa de sus propias limitaciones y terminó tropezando con la misma piedra.

Fue como ver el video del partido anterior en el Cilindro y esta derrota indicando que el equipo no tiene otros caminos para superar obstáculos como los que le presentó Sarmiento, un equipo que además de un orden táctico, le agrega una cantidad de condimentos para que el partido se juegue como ellos quieren.

Esta vez con el agregado de que el árbitro Rapallini, que mostró una imagen final, que le sugeriría evite en el futuro, porque es realmente una vergüenza, ya que parece un jugador más festejando con Damonte, durante el encuentro parecía no estar enterado de lo que pasaba y entonces ni él ni el VAR revisaron el claro empujón contra Sosa en el gol, ni la cantidad de faltas reiteradas de los jugadores locales a quien nunca amonestó, -pero si hacerlo después con Carbonero en su primera infracción- y de ciertas situaciones extrañas que hacían que el partido se detuviera cada vez que  Racing podía complicarlo a Sarmiento, como las simulaciones de lesiones, el perro y con las disculpas del caso, hasta pienso mal de cuando se detuvo el partido por el desvanecimiento de un hincha.

Por cierto, todo esto no le quita responsabilidad a este Racing de Costas, que tiene plantel suficiente como para responder ante rivales que le juegan de esa manera y si bien me gusta que la premisa sea ir a buscar el partido en todos lados, considero que por lo menos de visitante y con equipos que se cierran como Sarmiento, Riestra y algún otro, debería haber una forma más inteligente de jugarles, quizás no ir a chocar y chocar, sino jugarles como lo hacen ellos, esperando y dejarlos venir para salir de contra, porque las derrotas contra estos equipos duelen, pero hacen más daño mental.

Hasta los 15 minutos Racing tuvo un par de acercamientos a través de Maravilla y de Salas, pero después del gol de Sarmiento, sostuvo su búsqueda a través de la tenencia y circulación, pero perdió claridad y cuando uno no tiene claro que hacer, lo mental le hace perder confianza, precisión, es ir y volver para terminar en un centro sin sentido.

A todo esto Sarmiento cargado anímicamente, porque había logrado hacer efectivo su planteo, multiplicaba su esfuerzo ante un Racing que, afectado en lo emocional por el gol comenzó a tener distracciones en el fondo y estuvo a punto de sufrir otro.

Racing no asistía bien ni tenía desbordes, se intentaron remates desde fuera del área por parte de Rojas y de un Salas impreciso, pero no tuvieron buen destino, por lo que pensé que para el segundo tiempo Costas haría algún cambio (quizás Baltazar) y sino ubicar a Roger por Quirós para que juegue junto a “Maravilla” Martínez, pero sostuvo los mismos once y continuó con los mismos problemas, agravado por algunas distracciones como la de Martirena, quien falla en un pelotazo largo y Gudiño logra tirar un centro que recibe Naya , (el único delantero y sin marca fue una muestra clara de lo desconcentrado que estaba el equipo) para darle de bolea, pero por suerte se va sobre el travesaño.

Sin embargo a los 11 minutos estuvo a punto de empatarlo, cuando Rojas ejecuta un tiro de esquina, el rechazo lo recibe Martirena fuera del área y su remate se transforma en un pase para “Maravilla” Martínez en el punto del penal, quien patea superando al arquero Acosta y gritar el empate, pero la pelota da milagrosamente en el pecho de Gho sobre la línea y se va afuera.

Esa jugada alentó a Costas a enviar a Roger a la cancha (por Quirós), para que juegue como volante más detrás de “Maravilla, pero Racing cometía errores como el de Colombo quien con un mal pase le permite a Sarmiento tener una nueva oportunidad que por suerte Arias, solucionó en doble acción.

En un partido donde todo seguía siendo incierto, Carbonero que fue de lo mejor  en el primer tiempo, comenzó a bajar el rendimiento y se fue diluyendo como todo el resto del equipo mientras “los Martínez” terminaron enredados en la trama que tejió la defensa local y terminaron amonestados.

Las entradas de Solari por Salas y posteriormente la de Baltazar Rodríguez por Almendra no lograron modificar nada, ambos se sumaron a ese deambular por la cancha que mostró el equipo durante la mayor parte del segundo tiempo,

Volvió a decepcionar, pero reo que no es el momento de ser tan extremista a la hora de juzgar lo realizado por el equipo hasta el momento, porque el torneo nos muestra una gran irregularidad  (Ejemplo: Godoy Cruz, vapuleado en el Cilindro hace unos días, le dio vuelta el partido a River) aunque sin dudas, Costas deberá encontrar variantes más inteligentes para enfrentar a equipos con defensas extremadamente cerradas, porque aun sabiendo lo que iba a realizar el Sarmiento de Damonte, Racing volvió a caer en la misma trampa.

La parada frente a Unión no va a ser fácil, pero es una nueva gran oportunidad para volver a estar prendidos, ya que por ahora los resultados de los otros partidos acompañan.

Hasta pronto

  

domingo, 21 de julio de 2024

Racing está preparado para dar pelea.

Jugando un gran partido, Racing volvió a la victoria frente a Godoy Cruz y pudo romper con esa racha adversa que venía teniendo frente al equipo mendocino.   

Godoy Cruz se había convertido en una especie de karma, porque tanto de visitante como de local parecía que Racing estaba como sometido a no poder ganarle, aun jugando bien, como lo hizo en el primer semestre de este año por lo que este triunfo, puede ser un punto de partida para dejar atrás las dudas y ciertos fantasmas.

Con una defensa firme y un medio campo con mucha recuperación y salida rápida, los laterales tuvieron libertad para establecer con los tres delanteros buenas sociedades y a través de un ritmo de juego intenso fueron contundentes a la hora de definir.

Es cierto que Godoy Cruz no se refugió en su área como suelen hacerlo muchos equipos que vienen al Cilindro y eso le permitió a Racing desarrollar un juego de mucha presión y una ofensiva muy agresiva, que fue desarticulando a su rival, el que nunca llegó a incomodar a Arias.

Fue un gran partido del Racing de Costas, con un muy buen trabajo en general de todos sus jugadores, a mi gusto con algunos sobresalientes como Almendra siempre claro y preciso,  “Maravilla” Martínez, determinante  a la hora de definir,  Carbonero, con su gambeta,  participe de dos goles además del suyo y Nardoni, en la  recuperación y cobertura.

Racing goleó a los mendocinos con muy buenos momentos de fútbol, logrando un categórico triunfo que no solo lo mantiene bien posicionado sino que actúa como la inyección anímica que necesitaba para ganar confianza y hacerse fuerte mentalmente, buscando sostener este nivel para no caer en ese sube y baja que tuvo en el primer semestre.

Una victoria que a los hinchas nos conectó positivamente con el equipo, porque los jugadores dieron señales reales de que Racing está preparado para dar pelea por el Campeonato Local y la Copa Sudamericana, lo que nos impulsa a seguir apoyándolos más que nunca.

Hasta pronto