Un nuevo triunfo de Racing sirvió para romper con la mala racha que traía en el torneo de La Liga y para poder afrontar la Copa Sudamericana con un mejor estado anímico.
Había que ganar los tres partidos restantes y ya se
ganó el primero, pero el equipo que tuvo algunas buenas jugadas, sobre todo en
los goles, quizás por el intenso calor que pudo incidir en el rendimiento, en el segundo tiempo terminó
dejando una imagen de fragilidad, donde podía haber recibido más de un gol en
contra.
Es cierto que Racing va al frente en todos los
partidos, pero no se muestra como un equipo afianzado, fortalecido mentalmente,
y eso lo lleva a tener un déficit en la forma de defender, algo que viene
arrastrando desde la conducción de Gago y a la que Costas todavía ha podido
encontrarle solución, situación que puede generar en los jugadores un efecto
mental negativo, falta de confianza en ellos mismos, a no sentirse
seguros y entonces los gana la indecisión a la hora de marcar, de ir a
disputar una pelota.
El jugar con tres atrás deja espacios que no llegan
a ser cubiertos por los laterales volantes (Solari y Mura) porque piensan más en la ofensiva y eso se agrava a la hora de perder la pelota ya que Almendra (de lo mejor del equipo
junto con Martínez) y Sosa no son jugadores rápidos los que los lleva a hacer un
desgaste físico que los condiciona para el segundo tiempo, siempre aceptando que
JuanFer Quintero está para otra cosa, una situación que marca a las claras lo
que representaba Aníbal Moreno para el equipo.
A eso hay que sumarle que los cambios que entraron no aportaron mucho, salvo la asistencia de Miranda en el último gol y eso se notó demasiado en la zona de volantes, lo que repercutió en una defensa donde Rubio (reemplazó a Colombo por lesión) le sumaba dudas a las que ya tenían Arias, Di Cesare y García Basso, por lo que después de todas estas fechas, este equipo que por ahora decepciona más de lo que ilusiona, sigue dando esa sensación de que necesita de muchos goles para asegurar un partido y si bien hay que aceptar que gracias a Costas hoy Racing tiene un 9 que es una “Maravilla"... pero con eso solo no alcanza, ya que es como anticipar que si falta Adrián Martínez sería muy difícil hacer goles.
Si bien la clasificación a los play-off está
complicada, la Copa Sudamericana le da a Racing una nueva posibilidad para ir en busca de un nuevo título
internacional y Costas debe encontrar de una vez por todas la formación y el
sistema de juego que le transmita al equipo la confianza necesaria que los haga sentir
ganadores a la hora de llevarlo a cabo, para que el triunfo sea la consecuencia
de un buen desempeño.
VAMOS RACING CARAJO!
Hasta pronto.
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