Racing fue a la Boca con una formación que aparentaba ser ofensiva, pero en el juego quedó claro que la prioridad era el cero en el arco de Arias, lo que finalmente terminó consiguiendo.
Pero esa estrategia que salió bien podía haber
finalizado de otro modo, ya que Boca le ganó la mitad de cancha y le generó
sobre todo por el lado de Rubio varias situaciones, que por propias incapacidades
del local y por la buena respuesta de Arias no las concretó.
Los intentos por la izquierda con Barco y con Fabra
era algo previsible y me llamó la atención que Martirena no jugara de entrada
delante de Rubio para cubrir esa zona que fue muy utilizada por Boca.
Pero en mi modesto entender, más me sorprendió que Gago no lo hiciera con tres
en el fondo sabiendo que Boca iba a utilizar a un solo delantero, lo que hubiera
permitido que los laterales se sumaran a los tres volantes académicos,
equilibrando el colmado medio campo que puso Boca.
Para ello habría que haber sacado un delantero y en
ese caso a mi gusto debería haber sido Romero porque partido a partido por su
casi nula participación en el juego, cada vez más justifica su salida del primer equipo, pero es
algo que no sucedió y con todo respeto no recuerdo un jugador de tan bajo
rendimiento como él que haya seguido siendo titular durante tanto tiempo.
Pero uno es un hincha y solo queda confiar en lo que
hace el cuerpo técnico, pero realmente exaspera ver que además de no generar prácticamente
nada, solo algún que otro cabezazo sin destino, desperdicia las pocas que le
llegan, como la asistencia de Oroz que le pasa por debajo del zapato o la que recibe
en el área de espaldas al arco en soledad ante Romero, por lo que solo se me
ocurre destacarlo por el codazo que recibe de Rojo, que sin dudas era de expulsión
que al ignorarlo tanto Sampaio como el VAR, le quitaron a Racing la posibilidad
de jugar con uno más desde los veinticinco minutos del primer tiempo.
El juego Racing en esa primera etapa fue muy
negativo y para el comienzo del segundo tiempo Martirena a la cancha por Rubio,
condicionado por una amarilla, pero aunque intentó emparejar las acciones le
costaba demasiado llegar al arco defendido por Romero, porque Ojeda ya se
preocupaba más por colaborar con el medio campo y Hauche no aportaba nada, en
el medio Moreno volvía a ser importante, Oroz estuvo activo pero Gómez no
encontraba su lugar, mientras atrás se destacaba el gran trabajo de Sigali sobre
el de Piovi y Rojas.
Boca a poco de comenzar la segunda etapa había
reemplazado a Barco por Merentiel y pensé que ese cambio iba a llevar a Gago a
ubicar un defensor más, pero el que entra por Hauche quince minutos después es Quintero
(lo noté muy lento dentro de la intensidad y velocidad del encuentro) y mientras Almirón seguía metiendo delanteros
por volantes, Gago lo hace volante por volante y por Oroz entra Almendra (muy
insultado por los boquenses, algo que no se entiende porque su problema solo
fue con Benedetto), pero con estos cambios no aportaron demasiado, solo un
remate del exBoca que por lo menos hizo que Romero entre acción.
En el primer minuto del tiempo adicionado, la desesperación
de Boca era llegar al área de cualquier manera y Gago envía a la cancha a Quirós
por el chico Ojeda, para reforzar una zona que suponía iba a ser buscada por
todos los medios posibles.
Aunque mejoró un poco en el segundo tiempo, siempre
tuve la sensación de que Gago fue a buscar en la ida y de visitante el cero positivo, un resultado que ubica a Racing ante una posibilidad única, porque que la
vuelta será en el Cilindro y con la gran hinchada académica, que como siempre
alentará hasta el final y ese es un valor agregado.
Tanto que no me extrañaría que Boca jugara a empatar
el partido confiando en que Romero sabe atajar penales, por lo que Racing debería
jugarse entero para tratar de no llegar a esa instancia.
Ojalá pueda contar con Roger y con Nardoni para desarrollar
un encuentro con la intensidad y la presión que el mismo amerita.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.
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