lunes, 12 de septiembre de 2022

Racing tiene una nueva oportunidad.

Algún motivo o razón provoca la irregularidad del equipo, esa discontinuidad en el rendimiento que habiéndose jugado ya 19 fechas, sigue sin tener una explicación clara por parte del técnico.

Soy de los que creen que las cosas no suceden por casualidad, por lo que deben existir causas que derivan en decepcionantes actuaciones, como la del viernes frente a Estudiantes, cuando era el partido para mostrar el caracter de un equipo que realmente quiere ganar el campeonato.  

Sin embargo desde el planteo y desde el compromiso volvió a defraudar y el local con una gran entrega y ganando las pelotas divididas de a poco fue llevando a Racing a defenderse cada vez más cerca de su arco y en una jugada donde la desconcentración quedó a la vista, Boselli sorprendió y convirtió el gol.

Racing pareció despertar y en la única jugada hilvanada de ese período, el centro final de Mura, es peinado en el primer palo por Copetti descolocando a Andujar, pero sobre la línea no la pueden alcanzar ni Hauche ni Alcaraz.

En el segundo tiempo una buena jugada entre Moreno, J. Gómez y Alcaraz quien con “sombrero” incluído, no tuvo buen final y prácticamente fue lo único importante que generó el equipo en esa etapa, porque Estudiantes comenzó a predominar en el juego y Gago, viendo lo poco que rendían  Cardona (sigue dando la sensación de jugar sin compromiso) y Hauche, decidió enviar a la cancha a Vecchio y a Carbonero.

Estudiantes ya era más que Racing y en poco tiempo un gol de Zapiola anulado por el VAR por posición adelantada y un remate del mismo jugador que da en el palo izquierdo de Arias.

En un partido que comenzaba a salirse de la normalidad, el árbitro Dóvalo y el VAR comenzaban a ser cada vez más protagonistas y en la búsqueda de una pelota Carbonero encuentra la cabeza de Godoy que se había lanzado hacia adelante y la suela del jugador de Racing impacta sin intención sobre el cuello del jugador de Estudiantes y la amarilla inicial del juez, ante el llamado de los asistentes de video y después muchas idas y vueltas, se transformó en roja.

Un jugador menos y un problema más para un Racing que no tenía respuestas para contrarrestar el juego rival y Gago envió al campo de juego a Galván y Romero por Mura y Mena para jugar con tres atrás, cuatro en el medio y dos adelante, pero el desorden era total.

Un nuevo gol de Estudiantes, nuevamente anulado por el VAR le seguía dando vida a Racing y en un partido donde más peleado que jugado, Morel le entra fuerte a Copetti y  generó un tumulto donde sobraron manotazos y empujones, incluyendo el inesperado de Dóvalo aVecchio, por lo que nada bueno podía esperarse de un encuentro donde prácticamente ya no había autoridad.

Minutos después Alcaraz ya sin el balón, es “buscado” por Ausqui, con una patada mientras con sus brazos lo retiene, situación que provoca la reacción (no la justifico pero si la comprendo) del jugador de Racing, que  termina expulsado por Dóvalo, quien ignoró totalmente la falta cometida por el jugador de Estudiantes.

Un partido más para el olvido, que aun aceptando que las expulsiones lo condicionan, no se puede soslayar que el equipo no lo jugó como una de las diez finales que se habían propuesto, pero como una señal del destino, por los resultados de los demás partidos Racing tiene una nueva oportunidad para seguir luchando por el torneo, ocasión que esperemos sepan aprovechar Gago y los jugadores, para demostrar desde lo animico y lo mental, que realmente tienen la ambición de salir campeón.

Hasta pronto.

 

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