Hacía más de diez años que Racing no conseguía ganar en esa cancha, lo que resalta la victoria de anoche en Tucumán, que además llega en un momento oportuno, ya que por la fecha de elecciones en el país, plantel y cuerpo técnico podrán tener un tiempo importante para trabajar en paz, buscando ajustar y reafirmar conceptos de la nueva idea de juego.
Idea que todavía está por verse concretada y sabiendo
que los próximos encuentros, que no son nada sencillos porque deberá
enfrentarse nada más ni nada menos a Colón y a River, Gago y el plantel deberán
demostrarnos que están en condiciones de ponerle el pecho a estos desafíos,
desde la inteligencia, la actitud, la concentración y el juego.
Porque si bien logró el triunfo, Racing tuvo un
primer tiempo para el olvido, mostrando con su línea de cinco una imagen
timorata, ante un rival que no se animaba a atacarlo y si lo hizo en dos o tres
oportunidades, fue porque se dio cuenta que el medio campo, a mi juicio mal
constituido, no solo jugaba mal sino que además no recuperaba ninguna pelota,
por lo que llegar hasta la línea de fondo académica, era fácil, solo había que proponérselo,
pero por suerte los tucumanos, que esta vez estaban más atemorizados a perder
que la Academia, nunca fueron a buscar el partido y solo tuvieron acercamientos
tibios.
Era ya irritante ver a un equipo con laterales y volantes,
que se la pasaban tocando más para atrás que intentando construir en ofensiva, por
lo que Sigali, Domínguez y Prado eran los poseedores permanentes de la pelota
en ese juego anodino que exhibía Racing, donde solo Mena intentaba romper por
la izquierda pero no recibía un pase correcto, hasta los 38 minutos cuando en la
única jugada bien hilvanada por Rojas y Licha le permiten tirar un centro que
recibe Pillud quien la devuelve al área donde el “chueco” vuelve a intervenir dejándosela
a Rojas, que la termina con un débil remate a las manos de Luchetti.
La segunda mitad comenzó con el cambio de posición de
Nery Domínguez, que se sumó a la mitad de cancha, lo que hizo que el equipo
mejorara en el juego e intentara una búsqueda más intensa, la que tuvo su
premio a los 14 minutos cuando Copetti sobre la derecha del área envía un centro
pasado que recibe Mena de atropellada y la pelota le queda a Correa quien de
media vuelta y de derecha la pone junto al poste izquierdo del arquero.
Cuatro minutos más tarde, un cambio de frente de Martínez
para Mena, el incansable abanderado del equipo, le permite al chileno habilitar
a Rojas sobre la izquierda del área y su centro se mete en el ángulo izquierdo que
forman palo y travesaño, concretando el segundo y definitivo gol.
Dos goles que casi definieron el encuentro en ese instante y a partir de los veinte minutos comenzaron los cambios para darle aire al equipo, Fabricio Domínguez por Pillud, Alcaraz por Prado (volviendo a retrasar a Nery), Miranda por Rojas, Chancalay por Correa y sobre el final el chico Córdoba por Lisandro.
Racing pudo aumentar el marcador a través de Correa
y sobre todo de Chancalay, quien es asistido por Fabricio Domínguez después de una
gran trepada hacia el área, pero su remate pega en el palo.
Finalmente se ganó y era el triunfo que necesitaban Racing y Gago, para olvidar sus rachas
negativas y como incentivo para tomar confianza, estímulo que espero les sirva
para creer en sí mismos, para comenzar este tramo final del campeonato con otro
espíritu, no solo buscando clasificar a alguna copa, sino también demostrando
que Racing puede ser un equipo ordenado, ambicioso y con un juego que a los hinchas
nos permita ilusionarnos.
Hasta pronto.
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