En cada partido Racing parece cargar con la cruz y los hinchas esperando que se produzca el milagro o la hazaña y anoche nuevamente los hinchas pudimos transitar emocionalmente por esas instancias.
El equipo ilusionó en el comienzo, con Piatti ágil y
participativo, Lovera haciendo estragos por la izquierda con su gambeta y con
la buena participación de Julian López y
Miranda, le permitió a Racing adueñarse del encuentro y tener un par de oportunidades
para abrir el marcador, que lo logra a los 13 minutos, a través de una pelota
parada el “goleador” Cáceres de cabeza nuevamente.
Hasta ese momento el equipo peruano estaba como
desbordado y había una sensación de que si Racing se animaba podía ampliar la
ventaja, pero de golpe fue como que todo Racing pasaba a cámara lenta y ademas veíamos
como Piatti se enredaba, Lovera frenaba su ritmo inicial, Cáceres acusaba
cansancio, a Domínguez se lo veía llamativamente lento y Alcaraz no ayudaba en
la marca y además perdía casi todas las pelotas, asi todos y el equipo comenzó
a desordenarse, tanto que hubo un par de situaciones donde la pelota estaba en
las puertas del área rival y se terminaba volviendo para atrás porque no había
ni fuerzas ni ideas, lo que finalizaba con un pelotazo largo de Arias o Neri
para que la luche Copetti.
Esto le permitió a Sporting Cristal tomar confianza
y acercarse al arco de Arias, sobre todo por el lado de izquierdo de su ataque donde Racing daba
ventajas, pero por suerte el arquero académico respondía muy bien, por lo que
pudo finalizar el primer tiempo ganancioso.
Por lo visto en esa primera etapa y desde mi punto
de vista, había que haber realizado cambios desde el vamos, pero en ese segundo
tiempo el equipo apareció con la misma formación, situación que se agravó a los
3 minutos cuando por una fuerte infracción Orban es expulsado.
El combo se volvia muy peligroso y por lógica Pizzi envió
a Mauricio Martínez a la cancha, buscando ordenar la línea de fondo, por un Alcaraz
que habia tenido un muy flojo primer tiempo, pero Sporting Cristal se habia
convertido en un dominador total y minutos más tarde González iguala el partido.
Lo que nosotros veíamos en los primeros 15 minutos
del primer tiempo, ahora lo estaban olfateando los peruanos ante un Racing golpeado
y fueron por más goles pero Arias cada vez era más gigante,, hasta que 10
minutos más tarde Pizzi hace los cambios que el equipo necesitaba y reemplazó a
López, Lovera y Piatti, por Moreno, Chancalay y Novillo, este último paso a la línea
de fondo por Martinez quien se corrió al medio campo.
Los cambios le dieron dio aire al medio campo y en
consecuencia más resto físico al corazón del equipo, que lo ayudó a ordenarse buscando
controlar mejor las acometidas del rival, esperando la oportunidad para salir
de contra en un partido muy difícil, aunque de una jugada aislada, estuvo a
punto de concretar el gol Copetti, pero estaba muy abierto y la pelota salió
paralela a la línea del arco.
Obviamente el encuentro se jugaba en campo de Racing y cada vez más
cerca de Arias, que seguía creciendo, resolviendo situaciones difíciles y
faltando unos veinte minutos Pizzi apela al último cambio, reemplazando a
Cáceres, fundido y amonestado, por Schelotto.
Racing con 10 hombres lo aguantaba como podía, agotado
físicamente y sin ideas, pero con esfuerzo y con gran actitud ante un Sporting Cristal
propietario de la pelota, que confiado de ir a ganar el partido seguía creando
situaciones y agrandando la figura de Arias, pero distrayéndose en cada ataque
y para la Academia la posibilidad de contragolpear estaba latente.
Y sucedió a los 83 minutos cuando Chancalay, que
esta vez entró muy bien, recibe un rechazo de la defensa y abre rápido para
Copetti sobre la derecha, quien al llegar cerca del área peruana, habilita a
Miranda sobre la misma zona y este envía un centro perfecto para activo “Chanca”
que se había filtrado a la posición de “nueve” y de cabeza la ubique a la izquierda
de Duarte, concretando el gol que sería el del triunfo.
Después hasta el pitazo final, todo fue dramático y angustiante, pero finalmente el milagro se transformó en hazaña y por esta forma de lograr resultados rescato que desde lo anímico, desde lo espiritual y desde la fe, parece estar gestándose una gran fuerza interior que lo puede llevar a conseguir los resultados que necesita, sin el buen juego y funcionamiento que hasta el momento Racing como equipo sigue en deuda.
Hasta pronto.
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