martes, 20 de noviembre de 2012

Se acomoda al andar.


Racing comenzó el partido casi sin poder jugar bien una pelota, dudando en todo momento y perdiendo en todos los rebotes y en todas las pelotas aéreas.


En los primeros veinte minutos Racing deambuló corriendo sin ton ni son y fue obligado a tirar pelotazos mientras Quilmes presionaba y de ese modo tuvo la posibilidad más clara en Cauteruccio quien de rebote erra un gol imperdible sobre la línea de gol.

Pero Racing a los veinticinco minutos comenzó a equilibrar el trámite quizás porque Quilmes no pudo sostener esa presión y porque Fariña comenzó a encontrarse con la pelota mientras Centurión tuvo más espacio para encarar encendiendo la luz de alerta en la defensa cervecera.

Pero además del “abanderado” Centurión el que le cambió la cara a este equipo fue Fariña, a quien le cuesta meterse en el partido, pero cuando lo hace le da al equipo un mejor juego y mejor circulación del balón, agregándole además su presencia en el área y su calidad para definir.

Así llega el primer gol a los 32 minutos, en una pelota que Villar toca para Vietto. Vietto devuelve a Fariña quien elude a dos rivales – el último comete foul – pero el árbitro dejar seguir y Centurión quien ya había buscado su gol –quizás en forma egoísta- convierte el primero.

A partir de allí Quilmes debió abrirse y esto permitió a Racing generar nuevas situaciones hasta que llega el segundo gol – golazo de un Fariña que iba creciendo a medida que se amigaba con la pelota, mientras Centurión seguía complicando a los defensores y Vietto ya entraba más en contacto con el balón.

Pelota larga que no puede rechazar bien el zaguero de Quilmes y que aprovecha Vietto para llevársela pero es empujado, Villar entra en la lucha por la pelota, aunque finalmente aparece como un fantasma Fariña, que entrando al área se saca de encima a Lima y define con clase ante la salida de Tripodi.

En el segundo tiempo Racing mantuvo la sana intención de ir a buscar más goles y al manejar más la pelota fue tejiendo posibilidades que no terminaban concretados por muy poco, ante un Quilmes que cada vez dejaba más espacios al salir a buscar el gol.

Atrás Racing también se fue consolidando con la garantía que brinda un arquero como Saja. Esto tranquilizó a la defensa donde se fueron recuperando para terminar realizando un buen encuentro, destacando que Corvalán ha mejorado bastante en la marca y esta confianza le está permitiendo entregar mejor la pelota.

El cambio de Villar por Hauche fue toda una señal de que buscaba más goles y así llegó el tercero- el mejor de los cuatro- en una combinación muy buena que comienza con el nombrado Hauche con pase a Centurión y este de primera habilita a Fariña quien define con gran clase.

Luego Fariña por su juego atrevido, fue buscado por los defensores de Quilmes y estuvo al borde de ser expulsado por lo que Zubeldía lo cambia por Cámpora quien también tuvo un buen desempeño.

Perez Guedes finalmente concretó el cuarto tras un buen centro de Hauche, quien tuvo un par de oportunidades para concretar y por poco no lo consiguió, aunque hoy se lo merecía.

Destaquemos también que Zucculini sigue en alto nivel sosteniendo ese medio campo y multiplicándose esta vez junto a un correcto Pelletieri.

Hoy debemos estar muy felices porque estamos a solo tres puntos de los punteros, pero hay que tener cuidado con los comienzos “desorientados” que le permiten a los rivales hacerse del balón y acercarse peligrosamente al área.

La sensación que da es que este equipo se acomoda al andar del partido como esta noche con Quilmes, pero el próximo domingo es Boca y no puede repetir el comienzo de hoy donde lo ganó la distracción y el nerviosismo.

Para el técnico un problema: Camoranessi puede reaparecer pero es evidente que Fariña, Vietto y Centurión no pueden salir.

¿Y entonces?

El domingo veremos.

Hasta pronto.



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