domingo, 28 de octubre de 2012
No todo está perdido.
Casi siempre con Vélez se dan este tipo de resultados. Pocos goles para el ganador o empate.
Pero Racing hoy sufrió algo que estos últimos encuentros no le había pasado:
Ir perdiendo el partido. Con todo lo que le cuesta a Racing generar ocasiones de gol.
Además no estuvo del todo seguro en lo que le había dado garantías hasta este partido: Su defensa.
Saja tiene su cuota de responsabilidad en el gol por tratar de retenerla y no sacarla hacia el costado y salió mal en un par de jugadas, pero esto no opaca su categoría de arquero.
Pillud no tuvo un buen partido. Sufrió y perdió demasiado, sobre todo en el primer tiempo.
Al pasar de "tres" estuvo más contenido y más seguro.
Ortiz y Cahais estuvieron desorientados con los movimientos de Pratto quien se tiraba atrás y no lo tomaban ni los volantes ni los centrales, por lo que el punta de Velez trabajó casi a voluntad.
Corvalán no estuvo mal, pero sigue sin encontrar esa confianza para decidir que hacer cuando tiene la pelota –esta duda le hizo perder una pelota en la que después comete foul y queda lesionado-.
Los volantes no tuvieron un buen encuentro, sobre todo Zucculini quien perdió muchas pelotas y dio mal la mayoría de los pases. No pudieron controlar a Insua quien jugaba con una increíble libertad ganándole sus espaldas.
Villar tuvo un muy flojo partido y Centurión que fue de lo mejor en un juego que no lo favorece del todo donde además le suma malos pases- fue “castigado” de sobremanera por Cubero quien debió ser expulsado sobre todo por los codazos.
Vietto al igual que Cámpora, aportaron muy poquito, aunque no recibieron ninguna pelota como la gente.
Saltaba a la vista que el planteo hasta ahora empleado no funcionaba y menos después del gol. En ese primer tiempo Racing perdía en todos los sectores de la cancha y no podía ni mantener la pelota ni generar juego.
Los cambios eran casi cantados y me parece que esta vez Zubeldía tardó en realizarlos, porque Camoranessi y Fariña le dieron más posesión del balón y eso es como que cambio la imagen del equipo, aunque no tuvimos ninguna situación de gol.
Sabemos que cuando pasan estas cosas los mejores son los que no juegan, pero me parece que un partido como este donde no se jugó bien ni siquiera una pelota parada –algo que sí venía realizando con acierto el equipo- Hauche quizás podría haber tenido su oportunidad en el segundo tiempo para por lo menos intentar con actitud y guapeza lo que no se pudo lograr de otra manera.
Pero bueno, de alguna manera en estos enfrentamientos con el “quinteto de la muerte” se lograron resultados bastante positivos, los que seguramente antes de comenzar el partido con River no hubiéramos imaginado de ninguna manera que íbamos a lograrlo.
Se perdió uno, se empató otro y se ganaron tres.
Pero uno se entusiasma y a veces cree que ver mejor las cosas de lo que realmente son.
Pero no todo está perdido.
¿El Campeonato o la suma de puntos? La verdad es que una cosa lleva a la otra.
Lo que sí, hay que volver a concentrarse en los partidos que vienen para retomar nuevamente esa confianza que los llevó a lograr estos últimos diez puntos.
Si Racing está convencido de que esta manera de jugar –que fue la que lo ubicó adonde está hoy- es la que debe llevar adelante para reunir puntos, que siga así, que no renuncie, ya que allí pueden llegar las complicaciones.
Entonces hay que estar tranquilos y pensar bien.
Por supuesto que Racing no muestra un fútbol que seduce y personalmente me parece que Camoranessi le da más juego, pero para ello habría que prescindir de un volante central o de un delantero, porque en mi opinión a los costados no puede ir.
Pero vuelvo a repetir, si en el seno del plantel las convicciones de seguir adelante con este planteo son fuertes, hay que continuar con esta forma de encarar los partidos.
Hasta pronto.
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