martes, 12 de junio de 2012
Sabor a nada...
Con el ánimo mejorado y jugando de local Racing aumentaba las chances de ganar y así pareció ese primer tiempo donde dentro de lo que lo venía haciendo se lo vió mejorado. Tanto que Colón apareció como maniatado en esos primeros 45 minutos donde prácticamente no hubo jugada de peligro para Saja. Con un Gío comprometido de tal manera que defendió su zona como nunca antes lo había hecho. Con un mejor juego tuvo su toque de distinción para el gol de Viola quien además de realizar una muy buena definición tuvo a maltraer a los defensores sabaleros. Castro buscaba por su costado y Fariña – a quien le costó entrar en el partido- fue teniendo cada vez más participación. En el medio Zuculini y Aued presionaban sobre los volantes adversarios quienes teniendo superioridad numérica no podían encontrar el juego. Atrás la defensa estuvo firme con Pillud mejorando su desempeño y con un Cáceres que terminó siendo la mejor figura porque tuvo un muy buen partido. Fue un primer tiempo que podíamos haber sumado algún gol más.
El segundo tiempo cambió. Es como que Racing agotó la nafta en ese primer período y lo único que trató de hacer es replegarse y aguantar a Colón para ver si encontraba una contra, que las tuvo aunque no pudo concretarlas. Pero Colón tuvo lo suyo y fue total dominador del partido en esa segunda parte a punto tal que Zubeldía hace entrar a Lluy por Fariña para compensar el medio. Un cambio acertado para ese momento porque Racing no agarraba la pelota y se notó su presencia. Así y todo apenas pudo acomodarse y volver a encontrar un poco de tenencia del balón cuando posteriormente entra Toranzo por Aued, y se junta a Gío y Castro. También tenía sentido aunque perdimos marca. Colón seguía insistiendo y poniendo más gente de ataque y Zubeldía produce el cambio de Gío por Santander (¿?) quizás pensando que Colón iba a tener algún tiro libre o corner y el paraguayo podía defender mejor porque en realidad lo que todos esperábamos era que entrara Hauche por Viola. Posiblemente Colón hubiera empatado igual pero creo que ese reemplazo sorprendió a muchos.
Y así una noche que pintaba despejada terminó con chaparrones. En realidad fue algo que no deseábamos, no que no esperáramos, ya que se veía venir la tormenta y no se si para mal o para bien fue sobre el final, porque me parece que si el gol del empate se hubiera dado mucho antes, como estábamos nos tapaba el agua.
Finalmente sumamos un punto, pero la sensación es de derrota porque los empates solo sirven estadísticamente, anímicamente los partidos empatados se “ganan” o se “pierden”.
Fue una lástima. Ahora a prepararse para ir a un reducto muy difícil con la lamentable baja de Cáceres quien venía levantando en estos últimos partidos y además esperando se den otros resultados para librarnos mentalmente de todo.
Hasta pronto.
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