miércoles, 3 de marzo de 2010

¿Racing tiene ganas de vivir… o de morir?

Racing tenía enfrente a un equipo que a priori se le podía ganar.

Y se vió en el campo de juego que Huracán fue un equipo inexpresivo, pero lamentablemente la actuación de Racing también dejó un mensaje muy claro: si no le ganamos a “este Huracán” no podemos aspirar a salir de allí abajo.

Como se empató con “este Huracán” es como haber perdido.

Y era una buena oportunidad, porque sabíamos que en Rosario, Arsenal le había ganado a Central.

Los hinchas lidiamos a diario entre la resignación y la esperanza y aunque sabemos que debemos alentar más que nunca, necesitamos una “señal” que nos permita abrigar cierta esperanza y eso tiene que venir del equipo.

Pero este Racing no transmite nada positivo.

El sábado hay un nuevo y difícil trance en un escenario, que aunque ya no asusta como antes, siempre es problemático. Con un Boca que por lo visto defiende mal, pero seguramente va a atacar a Racing desde el primer momento por que siempre lo hace y porque además lo sabe temeroso.

Pero no podemos ir a jugar ese partido con la sola idea de defendernos.

Para preocupar a este Boca hay que atacarlo.

No como hicimos con Huracán donde en los pocos centros que tirábamos solo encontraban a un jugador de Racing en el área. ¡Y de local! No, así no.

Parece que con Vivas arriesgábamos mucho y con Russo lo hacemos poco y mal.

Es cierto que el torneo no da respiros y hubo poco tiempo de trabajo, pero el equipo no muestra movimientos claros a la hora de atacar, es muy confuso y desordenado, y eso es responsabilidad del cuerpo técnico.

Por último, espero que Miguel Ángel Russo haya sacado sus conclusiones para tomar definitivas determinaciones sobre quienes son los jugadores aptos, física y mentalmente, para afrontar lo que viene, pues hay jugadores de muy bajo rendimiento ( Ayala: está muy frágil en los choques y en el gol se quedó parado fallando donde más se destacó siempre; Castroman: es delantero y punto; Lluy: no aporta nada importante) y a partir de allí, entregarles la seguridad y la confianza necesaria para encarar el resto de los partidos.

Son las luchas finales y hay que entregar todo, poniendo lo que hay que poner. Para eso hacen falta jugadores que puedan enfrentar con cuerpo y alma los partidos que faltan. Que demuestren porque deben ser titulares, que sean atrevidos, que saquen a relucir su dignidad profesional, su hombría y su orgullo, para expulsar del cuerpo de una vez por todas, el miedo a perder.

Anoche ya entramos a terapia intensiva y solo nos resta esperar.

En el próximo fin de semana, los hinchas vamos a enterarnos

si este Racing tiene ganas de vivir… o de morir.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com.

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