Después de conseguir un gran objetivo es natural que se aflojen tensiones y se liberen emociones, por lo que no hubiera sido extraño que Racing, debido a ese relajo físico y mental no llegara a contar las respuestas necesarias para traerse una victoria desde Rosario.
Pero por suerte no fue así, porque frente a Central el
equipo mostró lo más importante, creer en sí mismo y con esa convicción fue a
buscar el triunfo en un partido que fue muy disputado pero al que, con personalidad
y actitud supo sobreponerse al juego fuerte de del local y al complicado clima que
se vivía en el estadio y lo logró demostrando una vez más que ganar la
Sudamericana no fue casualidad, sino la consecuencia de haber recuperado desde
hace varias fechas la confianza y la tranquilidad.
Arias respondió bien a las pocas llegadas del rival,
Di Césare, Sosa y García Basso estaban firmes en el fondo, Zuculini dinámico y ordenado,
Nardoni era un pulpo, Rojas con un ida y vuelta agotador y Martirena (el primer
gol llega por su perseverancia) sorprende en cada partido, Vietto participando
más del juego y amigandose con la red, Solari con buenas intenciones aunque un
poco impreciso y “Maravilla” Martínez defiende
y ataca sin renunciar al esfuerzo y en
un error de Brown volvió a convertir en gran forma, después Colombo, Quiroz, Mura, Carbonero y
Baltazar entraron enchufados y con buenas intervenciones contribuyeron para que
Racing lograra estos tres puntos muy importantes.
En mi caso me asombré de ver el partido más sereno que
de lo común, pero creo que eso me lo provocó este Racing de Costas, que si bien
no lucía, mostraba no solo firmeza sino tranquilidad, sabiendo que hacer para alcanzar
este triunfo de visitante que lo ubica muy cerca del puntero y si bien depende de otros resultados, los
jugadores han mostrado gran actitud y el compromiso de ir por una nueva copa, lo
que nos ilusiona para lo que resta y nos lleva a seguir soñando con hacer
doblete.
Gustavo Costas
sabe que la fe hace que todo sea
posible y a través de sus convicciones, ha sabido transmitir sus sentimientos racinguistas a un plantel que sin
dudas, le está respondiendo con innegable entrega y de la mejor manera en el
campo de juego.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.