domingo, 16 de abril de 2017

En el fútbol no hay que perdonar.


Bien sabemos que cuando un equipo se juega la permanencia hace un partido más peleado de lo normal, sobre todo cuando juega de local, pero hoy se dio una circunstancia distinta porque se vio un Sarmiento sumamente frágil que solo reaccionó por orgullo cuando faltando poco tiempo encontró el descuento.

Por su parte Racing en la primera mitad no tuvo un buen juego y encontró la solución para alimentar a sus delanteros con pelotazos largos, lo que trajo mucho roce y poca claridad, pero asi y todo tuvo sus oportunidades a través del tridente Acuña, Bou, Martínez, al que ahora se le va sumando el “Pulpo” González.

Primero fue el “Pulpo” desde afuera del área, después Martinez dos veces, una en jugada personal la tira afuera increíblemente y a posteriori enfrenta solo al arquero que respondió muy bien y finalmente también Bou tuvo la suya, por eso aunque no brillaba debió irse en ventaja.

La segunda parte mostró un Racing distinto, más ambicioso, con un Acuña que parecía Terminator, porque no solo no paraba, sino que era imparable para sus marcadores, con un Bou que cada vez es más jugador haciendo convertir a sus compañeros y con un Martínez que cuando se enciende parece que tuviera 30 años, jugador que será muy difícil de sacar cuando vuelva Lisandro.

Así Racing fue construyendo un triunfo justo, con dos golazos y con buenas jugadas, el que podría haber sido más cómodo si no fuera porque Racing no concreta las oportunidades que tiene, por apurado o porque cree que todo está terminado, sabiendo que en el fútbol no hay que perdonar, porque después te lamentás.

Aceptemos también que el equipo tiene jugadores “grises”, como por ejemplo Pillud, que en un mismo partido muestra situaciones encontradas donde se mezclan gestos de calidad con acciones inocentes o Torsiglieri, quien cada vez que tiene la pelota, parece tener una falta de confianza en si mismo que lo obliga a sacársela de encima sin darle un buen destino o haciendo un  penal infantil como el de hoy que no cobró el árbitro o como Meli en el medio que se nota no está bien todavía, debido quizás a todo ese tiempo que estuvo inactivo.

Después hay dos jugadores que están con altibajos, uno es que Aued no anduvo del todo bien cosa que no le permite a Racing recuperar rápidamente la pelota, dándole chances a los volantes rivales a enfrentar a la última línea y el otro es Orión que si bien hoy no tuvo mucho trabajo y exhibe su personalidad en el arco no viene respondiendo con esa seguridad que necesita tener un grande como Racing, pero confío que estos jugadores van a recuperar su nivel rápidamente porque tienen capacidad para hacerlo.

Pero así como señalo a mi gusto esas deficiencias, digo también que el “Pulpo” González está justificando partido a partido su compra, porque se lo ve con confianza tanto para jugar como para llegar al gol, lo mismo que a Barbieri quien se muestra sobrio y seguro, mientras que Insúa ha mejorado y tuvo un partido correcto.

Los cambios se adaptaron bien, como siempre Cuadra que se suma a la triangulación y con su velocidad puede hacer estragos, Díaz bien con la pelota y Pancho Cerro bastante acertado, aunque es evidente que le falta futbol.

Ahora hay que jugar un gran partido ante Tigre por el resto, para acercarse a los que ya perdieron puntos hoy.


Hasta pronto.

domingo, 2 de abril de 2017

El despertar.


Racing entró dormido y fue rápidamente sorprendido por el equipo cervecero, quien desde el vamos lo ahogó y no le dio ni tiempo ni lugar para pensar, lo que le hizo cometer graves fallas.

Después de estrellar un tiro libre en el travesaño de Orión llegó el gol del local, pero Racing siguió sin reacción frente a un Quilmes que, diría, casi que lo pasaba por encima, porque daba pena ver como inocentemente perdía en los mano a mano, en las pelotas aéreas y en las segundas jugadas y como consecuencia de esa desorientación, faltando 3 minutos para el final, Álvarez comete una infracción que deriva en un penal dudoso pero que para sorpresa de todos además,  le ocasiona una injusta expulsión.

Y Racing que antes ya se había quedado sin Vittor, lesionado, ahora le sumaba la salida de Álvarez y además con dos goles en contra.

El partido era más discutido que jugado, pero lo grave era que el medio no daba pie con bola, los laterales se veían desbordados y adelante Bou y sobre todo el chico Martínez eran bien “atendidos” por los defensores.

Que podíamos esperar de la segunda mitad, creo no equivocarme si digo que a los hinchas nos parecía el fin de los tiempos, porque no había centrales en el banco y era imposible soñar con una remontada ante esa mala imagen que había dejado el equipo.

Se jugaba muy mal, no se generaba nada y todo podía terminar en una catástrofe, entonces el primer acierto de Cocca fue ordenar la defensa enviando a el “Pulpo” González a jugar de central, pero faltaba algo fundamental y era la rebeldía en cada uno, ese amor propio que te lleva a lograr lo que creías imposible.

De a poco Racing fue abriendo los ojos, cambiando su actitud y logrando acercarse al arco de Quilmes, y a los 5 minutos tiro libre a favor por una patriada de Insúa, Bou lo hace y Andrada comete mano, nuevamente tiro libre pero ahora más cerca del área, la “Pantera” vuelve a ejecutar otra vez pero de a rastrón y la clava contra el poste derecho del arquero.

Ya era otra cosa y Cocca vuelve a meter mano haciendo entrar al chico Cuadra por Meli, de floja tarea.

Ya se veía otra ambición en el equipo, la defensa con el Pulpo González respondía bien, Insúa subía y marcaba como no lo había hecho nunca hasta ahora, Pillud mejoró al igual que Aued y Acuña se acercó más a aquel que por la izquierda te destruía, pero el abanderado era Bou, a quien parece que no le pesa tener esa responsabilidad de ponerse el equipo al hombro, simplemente que lo hace en silencio.

Bou está muy bien, diría es prácticamente aquel del 2014, creyendo además que la llegada de Diego Cocca le hizo muy bien, porque ahora se lo ve en una tarea más integral, que no solo incluye desbordes y goles, sino asistencias, como la del segundo gol cuando a los 15 minutos y desde la izquierda habilita al centro del área a Martínez, quien anticipándose a su marcador marca el empate.

Era el despertar, porque Racing ya parecía un equipo distinto, un equipo que había reaccionado con fuerza ante la adversidad y a los 25 Cocca envía a Cerro a la cancha por Lautaro para tener un medio campo más equilibrado porque sobre la derecha Cuadra no podía con todo y este cambio le dio la posibilidad de soltarse más y desde ahí encontrar la posibilidad de darle el golpe final a un Quilmes que había sentido el empate.

Acuña y Bou seguían re-enchufados mientras Cuadra ayudaba con su velocidad y a los 40 minutos, Bou que se la entrega al “Huevo, este se la lleva y mete un centro infernal que cruza el área y sobre el segundo palo aparece cuadra para convertir el gol del triunfo.

La locura envolvió a todo el país racinguista, a los jugadores y al cuerpo técnico.

De tener todo perdido se logró un triunfo espectacular, que de una vez por todas nos debe servir para entender que siempre hay que jugar con el convencimiento del segundo tiempo sin que haga falta que nos mojen la oreja para reaccionar.

Hasta pronto.

domingo, 26 de marzo de 2017

Un grito de gol a favor de la justicia.

Merecido.

Recontra merecido el triunfo ante Godoy Cruz y bienvenido como regalo de cumpleaños para todos los hinchas de Racing que celebrábamos el 114 aniversario del club que amamos.

Porque después de un muy flojo partido ante Belgrano, Racing debía comenzar a mejorar su imagen como equipo y lo intentó durante el primer tiempo que injustamente finalizó sin goles premiando a los mendocinos que prácticamente no llegaron al arco defendido por Orión.

Racing dominó esa primera parte tratando de tener orden táctico y salida por los costados como normalmente busca hacerlo y en varias oportunidades lo logró a través de Mansilla-Bou por la izquierda y Pillud-Meli por la derecha, pero no se resolvía bien en los centros con que finalizaban esas jugadas de desborde.

También tuvo muchos tiros de esquina a favor y en esas pelotas paradas fue donde más posibilidades de anotar encontró, lo tuvo Meli a quien le sacaron un cabezazo sobre la línea y también Pillud con un disparo desde fuera del área que Rey desvió al córner.

No era mucho, pero se notaba una evolución, había un buen trabajo de los volantes centrales, aunque como siempre, quedaba expuesta la falta de un pase filtrado claro por parte de ellos.

La segunda parte comenzó de la misma forma y todos esperábamos la apertura del marcador, pero de pronto y en una jugada aislada, llega un centro de Abecasis, un cabezazo, Orión que la saca y de rebote Correa pone en ventaja a Godoy cruz.

La injusticia se hacía presente y lo llevó al equipo a dar  una nueva prueba de carácter   para buscar por lo menos el empate, con un Godoy Cruz cada vez más atrás y un Racing envuelto en el desorden lógico al que lo llevaba la angustia.

Llegó el tiempo de los cambios, primero Cuadra (que cada vez que entra juega bien) por Mansilla,creo que lesionado, Gastón Díaz por Pillud con un tirón y Cerro por Martínez, (me sorprendió ya que esperaba que hubiera sido por Álvarez, porque el rival prácticamente no atacaba.

Enredado pero con una gran dosis de carácter, Racing fue tras el gol que debió haber llegado antes si Beligoy hubiera cobrado el penal que Ortiz le hace a Bou, que no pudo ser por esa interpretación dudosa que tiene los árbitros para sancionar dentro del área, falta que si sucediera afuera de la misma cobran sin titubear.

Racing buscaba sorprender con la llegada de los volantes al vacío y en un centro desde la izquierda que Cuadra recibe sobre la derecha habilita de cabeza al “Pulpo” González  que entrando por el medio con un cabezazo establece el empate.

Esto se iba acercando más a lo acontecido, pero no era lo que correspondía porque seguía teniendo sabor a poco por la diferencia que se había dado en el partido.

Todo Racing quería más y los gestos de Orión así lo marcaban y al minuto lo tuvo Cerro quien queda solo frente a Rey pero no resuelve bien y salva el arquero nuevamente.

Y en tiempo de descuento, llegó el ansiado festejo a través de una jugada con varios toques, desde la mitad de cancha hasta el área -algo que normalmente no se da faltando tan poco porque la desesperación maneja la mente- donde recibe Cuadra, quien habilita  a Bou que la hace correr hacia la izquierda para clavarla de zurda arriba y al lado del palo.

GOLAZO y desahogo a través de Bou, un grito de gol a favor de la justicia, que festejamos junto con la "Pantera" todos los hinchas del país.

Por último, bienvenido Cuadra por sus importantes intervenciones y por su sorprendente aplomo, bienvenido Bou por volver a ser aquel que tenía fe, fuerza y gol, bienvenido el triunfo que nos permite seguir esperanzados de que este equipo puede jugar mejor.

Los hinchas de Racing agradecidos.


Hasta pronto.

domingo, 19 de marzo de 2017

El talento y la inteligencia perdida.


En un encuentro donde dentro de todo jugó una buena primera etapa, Racing no pudo en la segunda parte lograr sobreponerse al primer gol de Belgrano y terminó desordenándose y poniendo marcha atrás, abandonando ese andar bastante firme del primer tiempo para entrar en una confusión sin ideas que impactó anímicamente en varios jugadores.

Así y todo en los primeros 45 minutos, Racing buscó, como siempre lo intenta, romper por los costados, sobre todo con Bou que estaba enchufado y confiado y no tanto con Acuña que parecía peleado con la cancha, porque le costaba como dominar la pelota.

Al minuto de juego Bou ya había generado un desborde por la derecha y a los 8 un nuevo desborde suyo, pero por izquierda, permitió que Lautaro casi convierta pero el arquero salvó con el pie.

Había buen trabajo de  Bou y de Lautaro, quien a los 30 minutos se lo pierde tras una gran jugada inicial, con sombrero incluido a su marcador, mientras que Belgrano ensayaba algun que otro acercamiento sobre todo cuando la pelota pasaba por Suárez.

Pero en la segunda parte el partido se hizo más luchado y se comenzó a dividir demasiado la pelota lo que derivó, que la misma no les llegara tanto Bou y a Lautaro y así todo se hizo más friccionado, lo que llevó a Cocca a introducir rápidos cambios buscando levantar ese bajón futbolístico, pero todos terminaron siendo esfuerzos aislados, con centros sin destino y sin buenos pases finales.

La defensa comenzó a flaquear y hubo desaciertos varios, pero también generado porque el medio campo de Racing se desarmó, perdió la calma y lo invadió el desconcierto, eso le permitió a Belgrano tener más espacio, el que explotó con su experiencia Suárez, su mejor jugador por juego y lucidez, que ya libre de marca fue determinante junto a Melano, quien se aprovechó de un Insúa que es tan vehemente para todo, que todo lo hace con la misma fuerza, entonces no piensa casi nunca y eso es negativo para el equipo. ( Como se extraña Grimi no?)

Respecto de los volantes por los costados, Gastón Díaz no anda mal, pero está como contenido (quizás por ese tema de cubrir a Pillud) por lo que debería soltarse más, caso contrario se debería probar con Meli o el mismo “Pulpo”.

Hay un problema en el medio campo y esto genera inconvenientes atrás y delante de los volantes centrales, porque Aued que está jugando más suelto y adelantado que el “Pulpo” González,  trata de convertirse en el “armador” que el equipo no tiene y no solo no lo consigue, porque no genera un pase gol y sus remates son débiles, sino que después le cuesta volver a retomar la posición, por lo que creo, debe volver a ser el volante más retrasado, desde donde puede ser salida.

A mi modesto entender,  algo hay que cambiar, porque Racing carece de ese organizador que sea determinante en ubicar pelotas entre líneas y pisar el área, esa posición que ni siquiera logró cubrir cuando lo tuvo a Romero, aunque no podemos negar que algunos matices de calidad le aportaba, por lo tanto creo que deberá en algún momento animarse a buscar otro tipo de jugador que acompañe al Luly y se suelte para llegar mejor al área.

Puede ser Acuña, como hoy lo hizo un rato, pero después de que el equipo estaba como entregado y confundido, también puede ser Meli y caso contrario buscar respuestas en algún chico como Álvarez, que dicen que juega muy bien.

Quizás nunca serán tan creativos como un enganche natural, pero es factible que cuando Racing merodee el área no se termine siempre abriendo la pelota, sino que ese alguien, como por ejemplo puede ser Acuña que le pega fuerte y bien, ensaye un tiro al arco o pueda intentar ubicar un buen pase e incluso sea una opción más dentro del área, en caso que llegue un centro de los costados.
No es para poner el grito en el cielo, pero Cocca tiene la difícil tarea de encontrar el talento y la inteligencia perdida,  porque ya no cuenta con Milito en ataque, con Romero en la zona de volantes y con Lollo en defensa.

Demasiado para un equipo con aspiraciones, donde por ahora solo Lisandro López hoy ausente, puede llegar a cubrirle uno de esos espacios vacíos.                                                                                                                  
Viene una etapa donde los hinchas debemos tener paciencia, - admito que a mí me cuesta tenerla- porque hay que aceptar a los “chicos” como son, con sus vaivenes de juventud, sus estados de ánimo, su natural falta de experiencia, entender que la defensa no es una “muralla” y que en el medio existe un conglomerado de volantes sobre los cuales tenemos nuestras dudas, por lo que me permito decir que salvo Orión, Acuña, Licha y Bou el resto del plantel acompaña

Por lo tanto y como sucedió montones de veces, nuevamente el aliento interminable de la hinchada se convertirá en la inyección anímica de este equipo.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

domingo, 12 de marzo de 2017

“La trilogía de Bou”

Con el equipo que presentaba Lanús, donde reservaba 9 jugadores de su plantel titular, se daban dos situaciones; la primera es que le permitía a Racing contar con cierta ventaja para ganar el partido y la segunda le traslada el doble de responsabilidad en cuanto a la obligación de hacerlo, condición esta última que si por esas cosas del destino Racing no le hubiera ganado, el golpe anímico negativo que hubiera sufrido sería de tal magnitud que le costaría asimilarlo, mientras que los granates solo dirán que era un equipo de suplentes. (Aunque en su interior seguramente estarán criticando a su técnico).

Pero bueno eso ahora es problema de ellos ya que Racing hoy construyó con seriedad y con solidez, una buena victoria y con el arco en cero, lo que le permite seguir en el bloque de arriba y si bien no le resta puntos a los dos primeros puede descontarle a los que perdieron.

Esto como sabemos todos, genera confianza en un equipo que todavía debe buscar más juego, sobre todo por adentro donde hoy pudimos ver a Aued con esa responsabilidad, pero Luly no está preparado para tal fin, lo que obligaba a Bou y a Lautaro a bajar bastante para entrar en el circuito que todavía no está bien aceitado.

Como virtud digamos que a Racing se lo ve mejor como equipo, que presiona bien arriba permitiéndose ganar pelotas importantes cerca del área, las que hay que buscar concretar como lo logró en el primer gol, dado que es un esfuerzo que desgasta mucho.

Hoy para disfrute de todos los hinchas, “La Pantera”, que está volviendo a ser aquel del 2014, presentó su nuevo trabajo, “la trilogía de Bou”, que incluye tres obras del mismo protagonista : 1) El desborde;  2) La pausa y el centro; 3) El gol.

Por eso sin quitarles méritos a Lautaro Martínez y al “Huevo” Acuña por sus excelentes concreciones, Gustavo Bou merece todo nuestro reconocimiento ya que en los tres goles estuvo estampada su firma, en el primero por el desborde arrastrando rivales, haciendo la pausa correcta y poniendo un centro estupendo, en el segundo porque le cometen la infracción del penal que el mismo convierte y en el tercero por otro desborde similar pero por derecha, que también termina con un gran centro.

Pero cuidado, porque solo no puede, se agota y ese desgaste neutraliza la claridad para pensar, por eso él necesita más de los volantes por afuera, que no solo desborden sino que entren al área (como lo hizo Acuña en el tercer gol) y también la llegada de alguno de los dos centrales, por eso personalmente me gusta más Aued esperando y el “Pulpo” pisando las “18”, pero esto es sola la opinión de un hincha que lo ve de afuera.

La defensa anduvo bien y Orión prácticamente no tuvo trabajo, solo no me gusta como defienden en las pelotas paradas donde hay jugadores que se meten prácticamente al lado del arquero, lo que a mi modesto entender complica al mismo.

Bien Lautaro Martínez, más comprometido y buscando asociarse cuando puede, lo que pasa que si lo comparamos con el “Licha” todo se diluye, pero va creciendo y estuvo acertadísimo en ir a buscar el centro de Bou en el primer gol, por lo que hay que darle todo el apoyo.

Me gustó Cuadra en esa primer jugada que se llevó a la rastra a varios rivales pero Bou venía muy "fusilado" y tuvo que jugarla hacia atrás para Aued, mientras que a Brian todavía lo veo un poco lento en sus movimientos, caso contrario al de Videla que mostró que está recuperando su mejor condición física y eso también le permite tener no solo más confianza en la marca sino a la hora de jugar la pelota.

Buen comienzo esperando que el equipo vaya creciendo para encontrar el ritmo y el juego que nos permita estar peleando arriba.

Hasta pronto.

jueves, 2 de marzo de 2017

Fue poco… pero bueno.


En esta rara forma de comenzar el año futbolístico, donde se juegan copas internacionales y no torneos nacionales, Racing puso primera buscando dar pasos seguros en la Copa Sudamericana.

Mal o bien es el tercer año consecutivo que interviene en competencias internacionales, título que le cuesta obtener, esperando que  esta vez pueda lograrlo.

Y ante el Rionegro Águilas, un equipo colombiano prácticamente desconocido para los hinchas racinguistas, Racing comenzó a transitar el camino hacia la tan deseada gloria, buscando comenzar con el pie derecho, sabiéndose, sin ánimo de subestimar al rival, que tiene un plantel superior al que debía enfrentar.

Pero Racing, que todavía se encuentra –como todo el fútbol argentino- sin ritmo oficial de competencia, cargaba con el inconveniente de haber perdido por un par de meses a su mejor jugador, con el grave problema de tener que reemplazarlo con un juvenil, como Lautaro Martínez, que si  bien tiene condiciones de goleador, posee características diferentes y una falta de experiencia que de alguna manera lo condiciona, sobre todo a la hora de la fricción, donde quizás puede reaccionar de manera incorrecta y le cueste una expulsión.

El equipo colombiano propuso un partido a la defensiva y friccionado, buscando sacar a Racing de su paciencia para hacer circular la pelota y en muchas de esas infracciones de las que fueron víctimas Bou, Acuña y fundamentalmente Martínez, casi lo consiguen.

La falta del Licha, le quitó a Racing velocidad, explosión y presencia firme dentro del área, sobrecargando a un Bou que debió multiplicarse en su tarea, pero que lo alejó de la zona de definición, dado que él debió convertirse en asistidor cuando muchas veces y a pesar de que el rompe por los costados, Lisandro López se tiraba atrás y lo asistía.

Es decir, sin peso de Martínez en el área y sin presencia de Bou, Racing dominaba el partido pero no encontraba la fórmula para el gol.

Racing carece de un jugador que arme juego y que pueda ubicar algún pase entre líneas como lo podía hacer Romero, aún en forma intermitente, y entonces todo se basa en buscar romper por afuera con los volantes y/o marcadores de punta o buscando cruzar la zona de gestación con un pelotazo largo de los centrales.

Anoche funcionó mejor la zona de la izquierda, donde Acuña mostró algunas de sus condiciones que lo llevaron a ser convocado a la selección, contando con un Insúa que buscó aparecer por sorpresa, como en la jugada que casi convierte, mientras que por la derecha, Pillud fue quien se mostró más activo que Gastón Díaz, a quien no se lo vio tan enchufado.

Los centrales tuvieron una buena noche y si bien fue ante delanteros que no daban mucho trabajo, se los observó muy seguros, donde se destacó Vittor que realizó un partido excelente, sumándole su mejoría total en los pases largos, como el pase a Bou en el gol y los cruzados al Huevo Acuña, mientras que me gustó la tarea de Orión (me llamó la atención su capitanía) fundamentalmente por su concentración y su rápida salida del arco en el error del “Pulpo González” cuando habilita al delantero colombiano.

Me parecieron bien los cambios de Cocca, porque creo que buscó darle más agresividad con los dos Brian, tratando de cubrir esa falta de presencia en el área con la dinámica de Fernández y la movilidad de Mansilla, esperando que Acuña, ya por la derecha, rompa esa muralla que proponía el equipo de Rionegro Águilas.

Racing tuvo algunas oportunidades para abrir el marcador pero nunca fueron muy claras y el gol llegó por un nuevo y acertado pase largo de Vittor, esta vez buscando a Bou que cuerpeando gana la posición y se la entrega mansita a Brian Mansilla para que el chico la ponga tres dedos al segundo palo para darle el triunfo a la Academia.

Fue poco… pero bueno, porque se ganó y porque no se recibió ningún gol en contra, lo que de  alguna manera juega a favor en la revancha, seguramente con el Licha nuevamente en actividad y con el equipo en su ritmo habitual de competencia.

Se comenzó bien y ahora, si vuelve el fútbol, a prepararse para enfrentar al quizás mejor equipo del momento en el Cilindro, esperando que sea con un triunfo como para completar una buena semana.


Hasta pronto.

domingo, 19 de febrero de 2017

Con la cabeza puesta en Licha.


Era un partido más de verano y en el que nada importante se jugaba, pero sucedió lo que nadie quería, lo que nadie esperaba.

Tras convertir su gol, Lisandro López en su afán de colaborar en la marca, sufre una lesión que, tal como se vio por la tele, insinuaba que era de gravedad, por como quedo la pierna, por sus gestos de dolor y la desesperación de sus compañeros.

Fue un golpe al corazón de los hinchas de Racing, para su cuerpo técnico y para el resto del plantel.

Tanto que ya no importaba que Racing ganara, desde el momento de la lesión el resultado pasó a ser anecdótico, solo restaba saber cuál sería el resultado de los estudios de Lisandro.

Por eso no importó que Huracán haya empatado a los pocos minutos, todos estábamos con la cabeza puesta en Licha.

Tampoco cuando en el segundo tiempo Bou, convierte el segundo gol, todos estábamos con la cabeza puesta en Licha.

O cuando la “Pantera” más activo y enchufado, logra el tercero con una definición exquisita y además imitando el gesto habitual del Licha, lo que lo señala como un ser humano transparente y sensible como pocos, porque todos estábamos con la cabeza puesta en Licha.
                                                                                                         
Ni siquiera cuando el Globo llegó al empate ante fallas en la marca dentro del área y en las segundas pelotas, todos estábamos con la cabeza puesta en Licha

Y seguramente tampoco festejamos el cuarto como correspondía (Bou en otra buena jugada asiste a Brian Mansilla) y el triunfo final porque todos estábamos con la cabeza puesta en Licha

Es que Racing perdía sin saber por cuanto tiempo, a su mejor jugador, a su capitán, a su gran referente, a quien, por todo lo que significa será muy difícil de reemplazar.

Problema importante al técnico y un golpe muy fuerte en lo anímico para el plantel y para todos los hinchas.

Y porque todos estábamos con la cabeza puesta en Licha, la espera por los resultados de Lisandro López nos mantuvo despiertos y dentro de lo que se esperaba, la noticia no fue tan mala, tan grave como se presumía ( rotura en el ligamento colateral interno de la rodilla derecha que demandaría al menos 2 meses de recuperación). En unas horas más seguramente será más exacto el diagnóstico.

Sobre el partido ya quedó claro que Bou descolló no solo por sus goles sino por haber recuperado mucha de la confianza que había perdido, después creo que hubo pruebas en el medio con Meli por adentro y el Pulpo por afuera, pero los note desacomodados con el agravante que la zona delante de Pillud quedaba muy libre, pero en contraposición destaco el buen trabajo de Aued en la recuperación y el manejo de la pelota y el repunte de Acuña, buscando volver a su gran nivel.                                                 

Atrás hubo fallas especialmente en las pelotas paradas y aunque no desentonó, el trabajo de Torsiglieri fue mejor en el área rival que en la propia, pero hay que trabajar mucho sobre todo por la zona de Insúa, que me pareció lo más flojo del equipo ( tiene cosas que realmente preocupan ) y eso muchas veces desacomoda a su compañero de línea.  

Creo que podemos contar con los chicos del sub 20, donde Mansilla por su dinámica, se destaca más que Martínez. También entraron, Schlegel por Vittor, Videla por Meli y Gastón Díaz por Acuña.

El tema es que costaba estar concentrado mirando el partido, dado que uno estaba con la cabeza puesta en Licha y pensando también que, ante este inesperado inconveniente, que jugador ubicará Cocca en su lugar.


Hasta pronto.