domingo, 25 de julio de 2021

Laberinto.

Racing se encuentra enredado en su propio juego, del cual no puede salir por su misma incapacidad, lo que lo lleva a ser un equipo errático y sin rumbo.

Reiterativos errores individuales y de conjunto son la consecuencia de la confusión mental que tiene, lo que no le permite mostrarse como un equipo convencido de lo que quiere y lo único que va ganando es la indiferencia del hincha académico, que con angustia observa como la decadencia se viene adueñando del club que tanto amamos.

El nivel del equipo, salvo excepciones, es paupérrimo y a esta altura del año es muy llamativo que Pizzi y su cuerpo técnico no hayan podido encontrarle una línea de juego,  un estilo que pueda hacer rendir mejor a sus jugadores, que hoy por hoy parecen no saber qué hacer al recibir la pelota y muestran una falta de entendimiento en sus movimientos que casi nunca pueden generar una jugada clara de gol.

Este Racing de Pizzi totalmente desorientado, sigue dando vueltas dentro del laberinto en el que se introdujo, sin señales claras de encontrar la salida.

Anoche ante un modesto Gimnasia, que le entregó pelota y el campo, volvió a mostrar la triste imagen de un equipo lento, confundido, sin claridad alguna y en el segundo tiempo cuando el rival pareció atreverse un poco más, aparecieron situaciones de enredos con la pelota, errores en los pases y rechazos a cualquier lado, (se salvó de perder porque el árbitro cobró la infracción de Sigali fuera del área, en lugar de adentro) una fiel demostración del desconcierto en que se encuentra este Racing, como preanunciando un final de la conducción a corto tiempo.

La entrada de “Licha” López, demostró que con poco era más que los que estaban en cancha y eso marcó sus diferencias con el técnico, las que fueron ratificadas en sus declaraciones al final del encuentro.

Entiendo que Pizzi como técnico tiene todo el derecho de decidir quien juega, siempre y cuando los que lo hagan respalden sus decisiones con un nivel superior a los que están en el banco.

Hasta pronto.