jueves, 30 de agosto de 2018

Enredado en sus propios problemas.

Primer problema.
En mi último comentario dije que el resultado logrado ante Patronato, podría volver a darse si la Conmebol actuaba con seriedad.
Perdimos
Porque increíblemente, River principal responsable de actuar ilegalmente siete veces y la Conmebol, que admite su error en la causa Zuculini son absueltos de  culpa y cargo, mientras Racing es castigado solo por no haber hecho la denuncia a tiempo, por lo tanto, lo que podía haber sido un 3 a 0 a favor, de alguna manera se volvió en contra.
Segundo problema.
El plantel tenía la gran oportunidad de demostrarle a su rival que de cualquier manera le podía ganar en la cancha.
Ahí también perdimos.
Y entonces dejando la Conmebol y enfocándome en el partido, me comienzo a preguntar varias cosas.
Coudet dijo anoche “No me perdono que un equipo mío desde el arranque sea un equipo tan liviano para disputar una instancia tan decisiva como ésta”.
Bueno “Chacho” con todo respeto le preguntaría ( también a los jugadores) que es lo que cambia en la cabeza de ellos al salir a la cancha, porque llamó mucho la atención justamente la “liviandad” del equipo para disputar el partido más importante del semestre, contrariamente a lo que hizo su rival, que lo jugó como una final (recordemos la cantidad de infracciones que cometió y lo fuerte que fue en la mayoría de ellas, lo que le costó tener muchos amonestados).
No entiendo como hace un equipo para no disputar cada pelota a muerte, para no ser intenso, para no poner todo lo que hay que poner, esa actitud y ese 100% que usted dijo.
Será que, entiéndase el buen sentido de la palabra, nadie grita, nadie insulta, nadie manda en la cancha para despertarlos, para sacarlos de esa inacción, porque realmente daba pena ver como Racing planteaba este partido de la Libertadores, que los hinchas veníamos esperando desde hace mucho tiempo.
Después como se defiende a jugadores que evidentemente no están en gran nivel futbolístico, sobre todo teniendo en el banco otros que habían demostrado una jerarquía superior en el juego.
Me refiero especialmente a Soto, que como siempre derrocha confianza para pedirla pero que después lo lleva a no terminar bien la jugada, a envíar malos centros, a patear mal y a defender horrible y también a Cardozo, que necesariamente sería bueno saber cómo, en el semestre anterior que llegó sin pretemporada, “volaba” en el campo de juego, se mostraba, ponía pases y asistencias de lujo y hasta pisaba el área, pero hoy por hoy es uno de los peores del equipo y como frutilla del postre, genera desde la mala ejecución de un tiro libre el segundo gol de River.
Dicen que los que llegan de México necesitan adaptación.
La verdad, puede ser, obviamente algo les pasa a algunos.
Por ejemplo a Bou, que es otro delantero, demasiado liviano, sin aquella potencia, que no desborda y que pierde en las divididas, un jugador distinto al que se fue.
Domínguez tampoco está como hace seis meses atrás.
Que será lo que los cambió, porque ahora todos hicieron la pretemporada.
Ayer se los vio como impotentes y nerviosos, reflejado especialmente en la inseguridad que mostraban cuando recibían la pelota, donde siempre necesitaron más de un tiempo para controlarla y entonces eran “comidos” por la presión y la marca de los jugadores de River, inconveniente que aumentó después del primer gol.
Solo Arias, pudo, sin llegar tener una actuación destacada, lograr un nivel aceptable tapando en un par de oportunidades dos jugadas de gol que podían haber hecho aún, más amplia la diferencia.
El resto…para el olvido.
Desde Saravia hasta Licha López.
Fue tan flojo el primer tiempo de Racing que creo era difícil decidir los cambios. Cardozo debía salir pero ¿él solo?
Sigo sin comprender aunque como digo siempre es la opinión de un hincha, porque Marcelo Díaz no entro a jugar, como Soto quedó en la cancha después del dos a cero, (quizás por el error de no anotar a Mena), como Solari no tuvo su oportunidad…solo Fernández, cuando a River había que coparle el medio porque sus volantes estaban en otro ritmo, en otro juego, tocaban e iban a buscar al vacío, ante un Racing que parecía tener una marcha menos, como que había una diferencia física.
Modestamente, me gustaría que el “Chacho” vuelva, como se dice, a las fuentes. Al Racing que todos admiramos, aquel equipo que atacaba con movilidad y circulación de pelota, con volantes pisando el área, que si bien nos hacían goles, hacíamos más y se ganaba, ese equipo que fue ponderado por todo el periodismo.
La ida de Lautaro no pudo haber sido el motivo para cambiar eso que nos hacía feliz.
Da la sensación que Coudet algo modificó en la forma de jugar después de lo de Colón, pero yo me quedo con el sistema del primer semestre, aunque después terminemos fundidos.
Hoy hay más recambio.
Respecto de Centurión, lo que hizo al salir fue doloroso para nosotros, los hinchas de Racing. Si bien creo que su reacción fue para defenderse de los insultos, debe dejar de expresar que es hincha de Boca.
Ahora, la reacción de Centurión ante este muchacho Enzo Pérez, que cree que es Gardel, pero fue a la selección vaya a saber porque, no la justifico, pero la comprendo. 
Sabemos que Centurión por su forma de ser y por su forma de jugar (nunca voy a entender porque un jugador que la sabe pisar, según sus rivales no lo debe hacer ) se convierte en presa fácil, por lo que lo buscan de entrada con faltas fuertes para que reaccione, pero las resistió sin entrar en ese juego, aunque lo que no lograron con infracciones, lo consiguieron finalmente con la palabra.
Fueron días duros para todos los hinchas, porque en lugar de lograr éxitos ante distintos rivales(Conmebol y River ) Racing terminó enredado en sus propios problemas, por lo que como hincha espero que esta derrota dolorosa no golpee tanto al equipo y que Coudet encuentre nuevamente la forma de llevar a este plantel a ser igual al que nos ilusionó tanto, sabiendo que este domingo puede alcanzar la primera colocación ante Central.

Hasta pronto.