sábado, 30 de noviembre de 2019

Lo que brinda Racing es muy poco, casi nada.

Otra oportunidad perdida para estar bien prendido en la tabla, pero tiene cierta lógica, porque si bien el equipo no pierde, tampoco genera mucho para ganar y últimamente es tan repetitivo el perder puntos que tratar de buscarle una excusa a este tema cansa y aburre.

Es difícil no tener una mirada crítica sobre este momento de Racing, porque llama la atención que un plantel integrado en su mayoría por jugadores que fueron campeones hace unos pocos meses y que no tiene problemas económicos, haya bajado tanto su rendimiento.

Podíamos entender y de alguna manera aceptar, la relajación normal que llevó al plantel a no jugar tan concentrado la Copa de la Superliga, aunque un grande debe intentar ganar toda competencia, pero  la realidad es que esto se ha extendido demasiado con un técnico que hasta ahora no le encuentra la vuelta, especialmente a la zona de volantes, con refuerzos que no rinden como se lo esperaba y con la lesiones de Solari y el “Pulpo” González, que agravaron la situación de un medio campo que no termina de darle al equipo la gestación y el cambio de ritmo que necesita, para que lo haga salir de esa rutina de juego que adormece y nos contagia partido a partido.

Esto de alguna manera resquebrajó el andamiaje general de un equipo que ya había bajado su nivel, debilitando la ofensiva y exponiendo a la defensiva.

La desorientación, lleva a la falta de confianza y eso repercute en la mente de cada uno, haciéndolo entrar en un campo de dudas peligroso, como se pudo observar en los últimos partidos, donde situaciones como las de anoche a minutos de haber comenzado el encuentro, se pueden ver frecuentemente.

Defensa y Justicia después del gol y con un juego mucho más dinámico en ese primer tiempo, llevó a este lento e indeciso Racing, a que la línea de fondo no se animara a salir a achicar el campo, lo que lo convirtió en un equipo largo que dejaba grandes espacios a espaldas de volantes, situación que  aprovechó el equipo de Florencio Varela para llegar con alguna facilidad hasta el arco defendido por Arias.

Racing pudo empatar a través de Cvitanich, quien después de recibir un buen pase de Pillud y ubicando bien su cuerpo, al girar en el área es llevado por delante por el central Martínez, logrando el penal que convertiría en gol, pero durante esa primera etapa fue un equipo sin respuesta alguna, porque cuando conseguía la pelota, la que perdía casi instantáneamente tanto que utilizó el pelotazo como su arma preferida.

Así y todo, de una jugada que pudo ser gol de Defensa y Justicia donde Arias estuvo genial desviándola al córner, nació una réplica que pudo darle a Racing su segundo gol, cuando Zaracho roba fuera del área y encabeza un avance que finaliza mal, la pelota rebota y llega a los pies de Montoya que acompañaba, su fuerte disparo rechazado por Unsain, lo vuelve a recibir Zaracho, quien la cruza al segundo palo donde un pie de un defensor termina desviándola, dos situaciones de gol que por un momento nos sacaron del letargo.

El comienzo del segundo tiempo nos volvió a entregar un nuevo susto cuando entre 8 jugadores de Racing gana uno del “Halcón” y su cabezazo da en el palo ante la mirada de Arias, pero después sin ser claro fue adelantando líneas buscando llevar el partido al campo contrario, aprovechando además el desgaste de su rival que a medida que pasaba el tiempo se iba aferrando cada vez más al empate.

Un buen pase de Rojas que sin llegar ni por asomo a ser aquel que jugo en el rival de anoche, se lo vio un poco más activo, dejo en buena posición a Reniero que decidió patear como venía y desvió el tiro, cuando quizás podía haber intentado controlarla para después definir y un cabezazo de Cvitanich ante un buen centro de Pillud que se va por arriba el travesaño, si mal no recuerdo fueron las situaciones de gol que pudo generar Racing en esa segunda mitad.

Los cambios siempre dan esperanzas pero por ahora no se consigue y debido a que  “Licha” por lesión y Cristaldo por problemas personales donde interviene la justicia, estuvieron ausentes,  le permitieron a los juveniles Andrada jugar todo el segundo tiempo (reemplazó a Montoya) y no sería justo juzgarlo porque el futbol es contagio y este chico entro en un equipo que en estos momentos no hace casi nada bien, e Ivan Maggio entrar unos pocos minutos al final por Rojas, mientras Barbona, que parece sigue sin tener oportunidades lo hizo por Reniero.

Era una noche especial porque Coudet pisaba el Cilindro por última vez y la gente que estuvo en el estadio lo recibió de la mejor manera, por cierto merecido, pero no pudo ser plena porque el equipo volvió a decepcionar al propio técnico y a los hinchas, ya que lo que brinda Racing es muy poco, casi nada y de esa manera nos sigue quitando cierto grado de ilusión para estos últimos dos partidos, donde uno de ellos nos dejaría en una mejor posición en la tabla y el otro nos daría una Copa más.

Pero bueno, a esta altura creo que todos estamos sumando una nueva preocupación, que es quien será el reemplazante de un “Chacho”, que a decir verdad y aunque nos duela, es casi como que “ya fue”, porque el que llegue deberá trabajar mucho para darle a este plantel, que también debe estar más inquieto y ansioso que nosotros por el tema, la dinámica y el convencimiento perdido, con el agregado de que seguramente para hacer frente a los nuevos compromisos, posiblemente exigirá que se vayan algunos y que lleguen otros.


Hasta pronto.