Las transiciones son procesos con cambios repentinos e indefiniciones, donde se busca concretar una transformación.
Y Racing, a través de Sebastián Beccacece, un nuevo técnico
con ideas distintas al anterior, está viviendo ese estado intermedio, con el
agravante de la falta de tiempo para su implementación y para combinar conceptos
anteriores con otros nuevos.
No podemos olvidar que este equipo, había bajado
mucho su nivel en los últimos encuentros del torneo anterior, salvo en el
partido por la Copa de la Superliga frente a Tigre, pero aun con la incorporación
de jugadores con otro estilo de juego, no podemos ver un sistema claro.
Respecto del partido de anoche digo que Racing logró
un empate que ayuda más en lo anímico que
en la tabla, porque el resultado no lo lleva a escalar a una posición expectante, pero si contribuye
a la parte emocional, especialmente en lo psicológico y hace que la preparación
para el domingo próximo se realice con otro espíritu.
Después todos tenemos nuestra forma de ver un
partido donde se puede coincidir o no y como digo siempre desde mi punto de
vista como hincha, obviamente me cuesta aceptar el rendimiento de este Racing
con variantes que sorprenden como la de Soto de volante sobre la izquierda o con
Cvitanich (requerido por varios clubes) en el banco y entonces son difíciles de
digerir.
También la falta de armado en el medio campo, donde
se pierde más de lo que se gana, cuando podría estar Montoya como volante y
Pillud de marcador de punta, ubicando de
una vez por todas a Rojas en la posición donde más rinde.
Y en la ofensiva, en un campo reducido donde se
presiona más rápido, quien mejor que Cvitanich para jugar de espaldas y
bancarse la marca junto a “Licha”, a quien cada vez se lo ve más fastidioso con el mismo.
Bien por el gol del chico Banegas, sobre todo por su
juventud que le va a dar confianza y seguridad para sus próximas
intervenciones.
Pero bueno, es tiempo de ayudar, diría hasta de soportar y sostener al técnico,
a pesar de todas las dudas e incertidumbres que nos dejan estas dos primeras
actuaciones, porque no nos olvidemos que al “Chacho” le pasó algo similar en
sus primeros partidos.
Es cierto que el clásico marca mucho y es casi
siempre un partido bisagra, porque es el encuentro que más gozamos con la
victoria y más sufrimos con la derrota y ante un resultado negativo esperemos reflexionar
tranquilos, porque como hinchas, sabemos que la pasión nos desborda y nos hace
perder muchas veces esa tolerancia que hay que tener para un plantel y un
cuerpo técnico que recién comienzan a transitar esta nueva etapa.
Los hinchas el domingo, vamos a jugar un rol
importante en este momento de cierta desorientación que muestra el equipo, por eso
debemos alentar y respaldar más que nunca a nuestro Racing y a Beccacece, para
que puedan plasmar con confianza y seguridad el juego que les permita salir airoso
de este enfrentamiento para finalmente poder festejar a lo grande.
Hasta pronto