domingo, 2 de febrero de 2020

Un empate que ayuda más en lo anímico que en la tabla.


Las transiciones son procesos con cambios repentinos e indefiniciones, donde se busca concretar una transformación.

Y Racing, a través de Sebastián Beccacece, un nuevo técnico con ideas distintas al anterior, está viviendo ese estado intermedio, con el agravante de la falta de tiempo para su implementación y para combinar conceptos anteriores con otros nuevos.

No podemos olvidar que este equipo, había bajado mucho su nivel en los últimos encuentros del torneo anterior, salvo en el partido por la Copa de la Superliga frente a Tigre, pero aun con la incorporación de jugadores con otro estilo de juego, no podemos ver un sistema claro.

Respecto del partido de anoche digo que Racing logró un empate que ayuda más en lo anímico que en la tabla, porque el resultado no lo lleva a escalar a una posición expectante, pero si contribuye a la parte emocional, especialmente en lo psicológico y hace que la preparación para el domingo próximo se realice con otro espíritu.

Después todos tenemos nuestra forma de ver un partido donde se puede coincidir o no y como digo siempre desde mi punto de vista como hincha, obviamente me cuesta aceptar el rendimiento de este Racing con variantes que sorprenden como la de Soto de volante sobre la izquierda o con Cvitanich (requerido por varios clubes) en el banco y entonces son difíciles de digerir.

También la falta de armado en el medio campo, donde se pierde más de lo que se gana, cuando podría estar Montoya como volante y Pillud de marcador de punta, ubicando  de una vez por todas a Rojas en la posición donde más rinde.

Y en la ofensiva, en un campo reducido donde se presiona más rápido, quien mejor que Cvitanich para jugar de espaldas y bancarse la marca junto a “Licha”, a quien cada vez se lo ve más fastidioso  con el mismo.  

Bien por el gol del chico Banegas, sobre todo por su juventud que le va a dar confianza y seguridad para sus próximas intervenciones.

Pero bueno, es tiempo de  ayudar, diría hasta de soportar y sostener al técnico, a pesar de todas las dudas e incertidumbres que nos dejan estas dos primeras actuaciones, porque no nos olvidemos que al “Chacho” le pasó algo similar en sus primeros partidos.

Es cierto que el clásico marca mucho y es casi siempre un partido bisagra, porque es el encuentro que más gozamos con la victoria y más sufrimos con la derrota y ante un resultado negativo esperemos reflexionar tranquilos, porque como hinchas, sabemos que la pasión nos desborda y nos hace perder muchas veces esa tolerancia que hay que tener para un plantel y un cuerpo técnico que recién comienzan a transitar esta nueva etapa.

Los hinchas el domingo, vamos a jugar un rol importante en este momento de cierta desorientación que muestra el equipo, por eso debemos alentar y respaldar más que nunca a nuestro Racing y a Beccacece, para que puedan plasmar con confianza y seguridad el juego que les permita salir airoso de este enfrentamiento para finalmente poder festejar a lo grande.

Hasta pronto