sábado, 21 de diciembre de 2013

Cuando los dirigentes miran hacia otro lado.


Parece que los compromisos económicos, a los dirigentes del fútbol argentino los obliga a aceptar cualquier programación de partidos sin poner reparos de ninguna naturaleza, aún sabiendo que hay encuentros que son motivos de peligrosos enfrentamientos.

Estamos pasando momentos muy difíciles, donde la reflexión y la tolerancia han quedado a un costado, permitiendo que la agresividad y la violencia sin razón, se hayan convertido en algo cotidiano.

Pero como todo pasa y nos vamos acostumbrando a los brutales hechos que a diario podemos observar, seguimos adelante sin tomar conciencia de que si se organizan espectáculos deportivos de fútbol, ante de diseñar el programa de los mismos, habría que tener en cuenta cuales son los riesgos a correr.

Hemos podido observar como en el último torneo sin que se les mueva un pelo a los dirigentes, se dispuso que en la última fecha se enfrenten Vélez y San Lorenzo, sabiendo a priori, los peligros que involucraba el mismo.

De hecho podríamos decir que, jugar solo con hinchas locales no es ninguna garantía de paz y tranquilidad, sin embargo de golpe y porrazo todos somos buenos otra vez, por lo tanto a programar clásicos con las dos hinchadas en zonas de veraneo, donde se supone, la familia va a buscar alegría y tranquilidad.

Es cierto que no hay nada más lindo que un partido de fútbol donde concurran las dos hinchadas, pero desde hace tiempo los hechos parecen demostrar lo contrario, sobre todo en partidos clásicos.

Y fundamentalmente hablo de este Racing- Independiente que se jugará el día 13 de enero del 2014 en Mar del Plata.

En mi opinión, inoportuno desde todo punto de vista, porque cualquiera sea el resultado será motivo de cargadas, causal de disturbios y agresiones, lo que la pasión por consecuencia podría desencadenar un enfrentamiento sin límites entre las dos hinchadas.

Por eso digo que, cuando los dirigentes miran hacia otro lado, es como si los médicos no quisieran ver los verdaderos síntomas de un enfermo, y sí lo que les gustaría que éste tenga.

Es cierto que todos estamos expuestos a tener algún accidente en nuestro diario vivir, concurramos o no a un partido de fútbol,  pero no se puede generar un espectáculo favoreciendo a que esto suceda, con la posibilidad de que alguien salga herido o –Dios no lo permita- pueda perder la vida, porque sería un precio muy alto a pagar por una decisión irracional.

Ojalá que todo termine en paz, pero será un encuentro de alta peligrosidad por todo lo que lo rodea y por la especial situación de nuestro vecino.





Hasta pronto.










sábado, 7 de diciembre de 2013

Milagros inesperados.


Quizás impensado por todos los hinchas de Racing hace dos meses, hoy podemos decir que felizmente hemos llegado a los dieciséis puntos, lo que nos ubica en una posición mucho más aliviada en cuanto al promedio para afrontar el próximo torneo.
De cualquier manera debemos ser conscientes que las dos incorporaciones que puedan llegar (ojala sean tres por el tema Regueiro) tendrán que tener un valor agregado, es decir que deberán darle a este equipo un toque de mayor calidad y jerarquía para afrontar lo que vendrá.
Los puestos son discutibles porque cada uno de nosotros tendrá su punto de vista en cada caso pero debemos entender que por más que uno pueda opinar al respecto, los que tendrán que coincidir serán Merlo y Blanco.
Hasta ahora hemos escuchado cosas como que Merlo habló con Bastía y que a al presidente Blanco le gusta Ortigoza.
Bueno, aquí ya tenemos un problema de gustos y de estilos.
Después, no hay mucho tiempo, pues la pretemporada comienza el tres o el cuatro de Enero y el campeonato los primeros días de Febrero, por lo que los refuerzos deberían concretarse antes de fin de año.
Espero que haya coincidencias y que las gestiones lleguen a buen término.
Sobre el partido de hoy, creo que Racing jugó uno de los mejores del torneo y fundamentalmente de la era Merlo, aún aceptando que fue más rescatable el primer tiempo que el segundo, donde con la ventaja de dos goles Racing se replegó buscando mucho más el contra ataque, que ser protagonista como lo intentó en esa primera etapa.
Sin embargo, hubo algunos jugadores que tuvieron un nivel más que aceptable, como por ejemplo Zucculini ( reconocimiento a Luis Zubeldía por su desdoblamiento en ataque que le permite estar en el gol ), los dos laterales Gómez y Cahais, Hauche quien jugó su mejor partido del torneo y los dos centrales, fundamentalmente Saveljich aunque debe mejorar cuando tiene la pelota en sus pies.
Final de un torneo nervioso y lleno de zozobra, donde finalmente hemos podido observar milagros inesperados ( parangonando con la película ) con los que tuvo mucho que ver la personalidad y la mística de este personaje que es “Mostaza” Merlo, quien ha logrado inyectarle a este desahuciado equipo la fuerza, el orden y la actitud necesaria que le permitió llegar a los “dulces dieciséis puntos”, que son como para asombrarse, pero también para sentirse feliz, si recordamos que hace dos meses teníamos dos.
Dentro de todo un buen cierre, fundamentalmente por como los hinchas seguramente creíamos que iba finalizar Racing este torneo, aunque los jugadores deberán entender que no se puede volver a realizar una campaña similar a esta y  que además de declarar que no le encuentran explicación - yo creo que siempre hay un porqué- tendrán que esmerarse y comprometerse firmemente,  para responder en el campo de juego al permanente aliento que les brinda el hincha en cada partido
A todos los hinchas de Racing – los que van a la cancha a alentar cualquiera sea la situación del equipo, como al resto que lo escucha o lo ve por tele- les envío un fuerte abrazo racinguista y mis mejores deseos de felicidad para las fiestas, las que seguramente serán más relajadas y no tan angustiantes como preveíamos.


Hasta pronto.

sábado, 30 de noviembre de 2013

“Estamos mal, pero vamos bien”


Esperaba que después del partido que se le ganó a River, el equipo se sintiera más seguro y más confiado para enfrentar a Rosario Central en Arroyito, pero desde el inicio el equipo rosarino comenzó a desnudar a este Racing que mostró una de las peores caras de este torneo.
Racing era un equipo totalmente impreciso donde el único que se tenía confianza para dominar  la pelota -aún no usándola como corresponde- era Gómez, después lamentablemente a todos les rebotaba o la perdían rápidamente en los pocos pases que se intentaban, mientras Central lo superaba con pelota al pie, desborde y velocidad, lo que anticipó la llegada del gol a través de Castillejos que con un cabezazo sorprende a Saja.
Racing parecía detenido en el tiempo, porque era alarmante la lentitud que presentó en todas sus líneas, a lo que se sumó una llamativa falta de rebeldía.
Así se veía Racing en la cancha de Rosario.
Ni rápido, ni furioso.
Era como que la cabeza de los jugadores estaba en otra dimensión.
Quizás sobre los minutos finales del primer tiempo, Central abandonó la presión y le permitió tomar aire a Racing quien sufrió menos, aunque nunca molestó a Caranta.
El segundo tiempo Merlo sorprende con Ibáñez por De Paul, -un cambio que no entendí salvo que estuviera lesionado- quien no tuvo un buen partido, pero sus otros compañeros tampoco lo habían hecho bien .
Pero para “Mostaza”todo debe seguir igual, bien atrás, quizás con la idea de que no le conviertan más goles y esperando un error de los rosarinos para poder igualar, porque la diferencia solo era de un tanto.
Era realmente malo, diría mejor muy malo lo de Racing para tener esa esperanza de igualar, porque no se hilvanaba una sola jugada y Caranta era un espectador más.
El equipo no mostraba esa actitud de otros encuentros y la expulsión de Aued complicó aún más a Racing, porque Central acentuó su dominio en todo el campo, aunque no inquietaba mucho a Saja.
Merlo envía a la cancha a Di Nenno por Vietto y más tarde a Hauche por Viola.
Minutos después Saja tuvo una acertada protesta cuando Donatti patea una vez que le habían sancionado la posición adelantada. Resultado, expulsado por doble amarilla y otra vez iguales en cantidad de jugadores, esperando que en esos minutos finales Racing fuera por el empate, pero no, todo seguía igual y parecía que el triste final era inevitable.
A los cuarenta minutos Cahais envía un centro que sorprende a los centrales y Hauche atropellando se lleva la pelota por delante convirtiendo el gol de la igualdad.
¿Milagro? Súper Milagro! Todos atrás para aguantar y los hinchas con los ojos bien cerrados, porque en una jugada en tiempo de descuento un cabezazo pega en el palo del arco de Saja, rebota en las piernas de Ortiz y recorre la línea perdiéndose por el otro poste.
Dos milagros en pocos minutos suenan a mucho, pero parece que este “Mostaza” todo lo puede, aún en un pésimo partido del equipo en general, donde se podrían rescatar como los más correctos dentro de ese panorama, a Gómez y a Saveljich.
Seguramente a Merlo le caería bien aquella famosa frase “Estamos mal, pero vamos bien” utilizada por el ex-presidente Menem.
Porque en una actuación para llorar, terminamos riendo y “Mostaza” sigue sumando puntos, para bien de él y para bien de Racing que hoy llegó a los trece.
Suerte, aureola, cuernitos o remera azul, la cuestión es que hoy estamos con puntos que ni soñábamos hace un mes atrás, cuando muchos seguramente pensábamos que no llegábamos ni a seis.
Pero hay mucho que mejorar.
Esto puede hacernos esbozar una momentánea y nerviosa sonrisa, pero no nos quita la preocupación sobre lo que viene.
Sabemos que así va a ser muy difícil pelear el próximo torneo.
Hasta pronto.











lunes, 25 de noviembre de 2013

El valor de este triunfo.


Personalmente cuando jugamos con River no analizo si se juega bien o mal porque lo único que deseo es ganarles aunque sea con un gol hecho con la mano.
Quizás es el único equipo que habitualmente le gana a Racing “con la camiseta”, nos “cachetea” y nos goza,  por eso valoro mucho este triunfo de hoy.
River venía muy mal, pero no debemos olvidar que Racing hasta aquí también realizó una campaña lamentable, lo que no nos  brindaba muchas esperanzas para este encuentro.
Pero así y todo el partido mostró en el primer tiempo a un Racing ordenado, que buscaba jugar en bloque y apretar en campo rival, algo que dió sus frutos, ya que generó tres situaciones en los primeros veinte minutos : un penal a Hauche no cobrado, el gol de Zuculini, ( el mejor jugador de Racing ) ante un tiro libre de De Paul,  y una nueva aparición de “Zucu” por derecha que llega al fondo, hace pasar de largo a un rival y remata desviado frente a Barovero ( tenía otra opción de pase pero quizás la emoción de la jugada y su gol anterior lo cegaron un poco ).
Racing corría mucho pero no jugaba tanto y entre el desgaste físico y la poca tenencia de pelota, le fue dando a River la posibilidad de acercarse al arco de Saja quien respondió muy bien ante dos situaciones de Teo Gutierrez.
En el segundo tiempo River salió más decidido a buscar el empate, lo que le permitió a Racing tener otras dos oportunidades más para aumentar la ventaja.
Una escapada de Hauche por izquierda quien habilita a Viola pisando el área grande y remata desviado solo frente al arquero y la segunda donde Hauche remata muy mal ante un centro de Zuculini.
Después nada más en ofensiva y a partir de allí, a sufrir.
Racing entregó totalmente la posesión de la pelota a River y esperó que pasara el tiempo, tesitura confirmada por Merlo cuando realiza los cambios: Aued por Pelletieri de bastante buen rendimiento, Ibáñez para frenar a Vangioni por Hauche, que alternó más malas que buenas y Battaglia por De Paul quien evidentemente queda fundido por realizar un trabajo de ida y vuelta por su banda, el que evidentemente no siente.
River buscaba por los costados y fundamentalmente con centros, los que en general no llevaron mucho peligro porque la línea de fondo estuvo bastante segura.
Así, entre nervios y ruegos por parte del hincha de Racing finalizó el partido y el desahogo finalmente pudo darse en las tribunas y supongo en las casas de todos los racinguistas.
Pero el valor de este triunfo tiene varios ingredientes: se quebró la racha de no ganar de local, se consiguió el primer gol de local, ya que el de Lanús había sido en contra y especialmente se le ganó a los Millonarios, con todo lo que esto significa.
Alegría al fin para todos y especialmente para este equipo que parece se ha recuperado anímicamente y aunque por ahora corre mucho y piensa poco, nos permite volver a sonreír y sumar tres puntos importantes de cara al torneo que viene.

Hasta pronto.











domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Todo vale para este Racing?


Olvidando los partidos anteriores a Merlo, este fue el peor de todos los que dirigió “Mostaza”, porque el Racing de hoy mostró poco de lo que habíamos visto en los anteriores.
Lo único que, a mi gusto, que sería rescatable, es que mantuvo la actitud y la aparición en el gol del chico Di Nenno.
En cuanto al juego, fue muy negativo y solamente podemos señalar la jugada del gol del empate en esos primeros minutos del segundo tiempo, donde Racing se adelantó un poco.
Después solo a esperar que pasara lo peor, porque el equipo se refugió en su campo y Quilmes estuvo muy cerca de llevarse el triunfo.
Desde el comienzo llamó la atención la inclusión de Hauche para reemplazar a Villar, fundamentalmente por el pésimo momento que está pasando el “Demonio” quien realmente hace casi todo mal y aunque no se le puede criticar su enorme esfuerzo por cumplir lo que le ordenan, queda en evidencia su falta de sensibilidad para devolver una pelota o su poca claridad para jugarla bien cuando la tiene.
Esa zona fue aprovechada muy bien por Quilmes  y Racing no le pudo encontrar la vuelta durante todo el primer tiempo, aunque a ciencia cierta el gol de los cerveceros llega por una acción desafortunada donde recibe Caneo habilitado y define.
En el segundo tiempo se esperaba una reacción de Racing y Merlo realiza un cambio sorpresivo e inesperado, Di Nenno por Vietto. ( dicen que Vietto se contracturó).
Pero este cambio tuvo su resultado ya que a los 6 minutos ante un buen centro de De Paul, Di Nenno cabecea y la pelota pega en el travesaño, el rebote lo recoge Viola que cabecea prácticamente al cuerpo de Peratta y Di Nenno nuevamente, que mostró repentización y concentración en la jugada, convierte el gol.
Después Racing jugó desde los 10 minutos arrinconado en su campo, olvidándose del arco rival y donde todos se la sacaban de encima como podían o se la entregan a Saja para que este la envíe hacia adelante a esperar que la suerte nos ayude, más aún cuando entraron Quilez por Viola ( dicen que jugó con una molestia ) y Aued por De Paul, reemplazos que no aportaron ni marca ni juego.  
Pero era evidente que Merlo quería sostener el empate a toda costa, a pesar del dolor de ojos que nos ocasionaba a los hinchas.
Y finalmente encontró lo que fue a buscar.
Un punto para la lamentable campaña de este torneo, aunque en la de él se ve como importante, porque suma 7 de los 15 que se disputaron en su período actual.
¿Todo vale para este Racing? 
Ese el punto a dilucidar.
Llegar a la conclusión de, si se justifica el empate por la importancia del punto o por el delicado momento por el que transita el equipo.
Un tema difícil con respuestas inciertas, porque la necesidad tiene cara de hereje, y entonces todo se justifica para salir de una mala situación.


Hasta pronto.






lunes, 11 de noviembre de 2013

Me extraña araña…


Evidentemente es difícil aceptar como hincha que de local Racing no trate de buscar el partido, pero hay técnicos a los cuales no hay que darles el gusto, porque eso es lo que prefieren cuando van de visitante y trabajan sus equipos esperando pacientemente y ordenados el error lógico que normalmente puede cometer el rival de turno que habitualmente se va desarmando al atacar.
En ese ejemplo están entre otros Alfaro con su Arsenal y Caruso con su Argentinos Juniors, quienes saben sacar provecho de esas situaciones, sobre todo cuando no se concretan las posibilidades de gol que tiene el equipo local como le pasó hoy a Racing quien careció de claridad a la hora de definir y de saber que hacer en cada situación.
Viola y Vietto ( este último de muy baja actuación ) fueron muy individualistas y se empecinaron en la mayoría del tiempo, a resolver por su cuenta y de muy mala manera la mayoría de las jugadas que pasaban por sus pies, salvo en alguna puntual.
Racing no mereció perder pero evidentemente al no concretar las pocas jugadas que tuvo para abrir el marcador y tampoco contar con la suerte en el descuento donde sobre la línea, Di Nenno increíblemente levanta la pelota haciéndola rebotar en el travesaño, finalizó el partido con las manos vacías. 
Hoy me pareció que Racing al atacar, por momentos quedaba partido al medio y a Campi por ejemplo, le costaba recuperar la pelota cuando el equipo la perdía cerca del área rival y quedaba expuesto junto al resto de la defensa por la diferencia de velocidad de los volantes de Argentinos, sobre todo de Gomez.
El gol fue un ejemplo de ello, donde Corvalán se pasa de largo al querer anticiparlo y a medida que el volante del bichito atacaba iba desarmando una defensa que no podía lograr controlarlo, hasta que habilita a Boyero por la izquierda quien define cruzado.
Una historia repetida muchas veces en el fútbol es la que hoy le tocó a Racing, porque quizás lo traicionó el ser local, obligándolo a cambiar el juego, a ir a buscar y a soltarse más, entregándole al rival la posibilidad de utilizar su mejor arma.
Me extraña araña, que siendo mosca no me conozcashabrá pensado Caruso al finalizar el partido.
Aunque es cierto que si Vietto no hubiera estado tan torcido quizás todo hubiera sido distinto.
Pero hay cosas para destacar, como la levantada de Villar, de buen partido y figura de Racing. Prácticamente no perdió pelotas, armó juego, fue siempre criterioso y llegó a posición de gol. Además se lo vio en mejor estado físico. (Lamentablemente tuvo la quinta amarilla y no estará ante Quilmes.)
La defensa estuvo correcta y Gomez también se destacó haciendo con el “Pipa” una dupla muy interesante sobre la derecha.
Por eso creo que debemos confiar, ya que en general el trabajo de Merlo ha marcado un cambio en el equipo, al que se lo ve con mayor actitud, orden y también por momentos con mejor juego asociado, lo que nos permite tener la esperanza de lograr buenos resultados contra los futuros rivales.

Hasta pronto.








lunes, 4 de noviembre de 2013

Tuve la suerte de estar allí.


Es mi intención contarles a los hinchas de Racing algunas sensaciones vividas hace 46 años, cuando la Academia se coronaba Campeón del Mundo.
Todo comenzó en el primer partido semifinal con Nacional de Montevideo jugado en cancha de Racing ( Agosto de 1967 ) y donde junto a mi hermano Pino, mi amigo el “Gallego” Uzal y un compañero de aventuras racinguistas Osvaldo Bouza, veíamos como los uruguayos nos mataban a patadas en el propio cilindro de Avellaneda. Resultado 0 a 0 y revancha en Montevideo.
Tanta fue la bronca que nos dijimos ahí mismo, tenemos que ir a Uruguay y allá viajamos con otro amigo de la infancia “Coco” Latorre ( hincha de San Lorenzo ) y cuando llegamos la ciudad estaba llena de pasacalles que decían “Nacional, Campeón de América” pero la sorpresa más grande fue que los hinchas de Peñarol en la calle nos alentaban y después pudimos comprobarlo en la tribuna del Centenario donde encontramos a muchos de ellos haciendo fuerza por Racing.
Pero otro empate 0 a 0 nos llevó al tercer partido en Chile, y allí la Academia ganó 2 a 1 pasando a jugar la final con Celtic.
Después de la derrota en Escocia por 1 a 0, llegó el triunfo en Avellaneda por 2 a 1, y otra vez tercer partido pero como debía jugarse en un país neutral, se eligió Uruguay.
Y allá fuimos nuevamente, esta vez acompañados por otro amigo bostero, Juan Carlos Ruas, que hasta llevó una bandera de Boca en un mástil de madera.
Todos para hinchar por este Racing que estaba a un paso de hacer historia.
Nuestras madres nos habían provisto de comida para nuestra aventura montevideana y nuestros bolsos rebalsaban de sandwiches ( de milanesa la mayoría ).
Embarcamos un viernes a la noche en el 33 Orientales y arribamos por la mañana.
Fuimos a la playa de Pocitos a esperar que se acercara la hora del partido y después de comer viajamos hasta el Centenario en microómnibus llenos de uruguayos que hacían comentarios en contra de la Academia.
Ya más tranquilos en la cancha, el estadio se lleno a full y los hinchas de Racing más algunos de otros equipos ( recuerdo una bandera de Vélez ) que éramos unos 5.000, ocupamos la tribuna lateral América (también pude ver a Antonio Carrizo, boquense de corazón).
Pero en esta oportunidad no había ningún uruguayo hinchando por Racing, como pasó ante Nacional. Esta vez todos se habían unido para alentar al Celtic que fue recibido con una estruendosa ovación.
No recuerdo si fue antes del partido o en el entretiempo y ante cantos agresivos de toda la cancha contra los argentinos y que hacían referencia a la dictadura ( era cierto porque Onganía presidía un gobierno de facto) de bronca todos los hinchas comenzamos a cantarles “Los uruguayos corren la coneja, los argentinos comemos milanesa” y de muchos lados de nuestra hinchada se empezó a tirar comida a la cancha (todo lo que le había sobrado a los hinchas ), algo que les dolió muchísimo porque la economía uruguaya estaba pasando un mal momento. (De alguna manera los estábamos tratando de muertos de hambre).
Eran tiempos difíciles para Uruguay.
El partido fue de alta tensión y la impotencia de los escoceses que buscaban que los de Racing reaccionaran ante sus agresiones, no impidió que este grupo de heroicos jugadores se consagrara Campeón con el inolvidable gol del “Chango” Cárdenas otorgándole a Racing además del título, la distinción de ser el Primer Campeón del Mundo de la Argentina.
He visto llorar como nunca a muchos hinchas y todos los que allí estábamos entonamos emocionados el Himno Nacional Argentino, lo que los enardeció más todavía abandonando la cancha rápidamente, lo que presagiaba que nos iban a esperar a la salida.
Dicho y hecho.
Fue muy difícil abandonar el estadio y una y otra vez bajamos y subimos la tribuna, porque al intentar salir se venían todos los que nos esperaban en las inmediaciones aunque la Policía te decía “salgan tranquilos que no pasa nada”
Finalmente y después de un par de horas caminamos mucho siempre atentos a los que nos podía suceder y pudimos llegar cuando estaba anocheciendo al barco, donde al zarpar tuvimos que protegernos ubicándonos del lado contrario al muelle, porque una multitud de gente se había llegado hasta allí para tirarnos todo lo que tenía a mano
( botellas, piedras, etc. )
Después nos enteramos que en la Avenida 18 de Julio hubo una “batalla campal” entre hinchas argentinos y uruguayos donde volaron sillas, mesas, etc
Fue un 4 de noviembre de 1967 y tuve la suerte de estar allí.
Hoy quiero rendir homenaje a aquel plantel y cuerpo técnico, que fue orgullo de los hinchas de Racing  y que conformaron “el equipo de José”, agradeciéndoles el haberme hecho vivir grandes emociones.

Gracias por haberlo leído.

Hasta pronto.








¡Quedate pancho que esta “Mostaza” es buena!


Parece que parte de la fuerza física y anímica ha retornado al deteriorado equipo de Racing, el que comienza a encontrar un andar a paso firme, con más seguridad y más confianza para dejar atrás el mal que lo venía aquejando desde hace tiempo.
Es evidente que todavía quedan algunas etapas para estar repuesto del todo, pero parece ser que “Mostaza” Merlo está dando en la tecla con el diagnóstico y el tratamiento, lo que nos hace pensar que la recuperación no está muy lejos.
El paso a paso se está cumpliendo y hay conceptos que marcan que ese es el camino correcto, a pesar de que el mismo no está despejado del todo y por momentos se hace difícil transitarlo.
Pero el equipo ha mostrado algunos aspectos muy rescatables como por ejemplo volver a recuperar la confianza de su arquero y además porque volvió a asomar en él, el liderazgo que Racing necesitaba.
Porque la defensa está más segura y aún en los momentos más apremiantes, responde con otro espíritu y donde el permanentemente reprobado Corvalán, hoy pasó a ser un jugador más respetado.
Porque la aparición de Campi que nos volvió a sorprender -además de debutar en el gol y participar en el primero-  le imprimió al medio campo más orden y dinámica, donde también se notó la mejoría de Villar.
Y adelante la bienvenida y saludable recuperación de Vietto, quien mejoró mucho su nivel y que junto con Viola están retomando la buena senda, aunque a veces se exceden al querer finalizar las jugadas en forma individual.
Racing ganó donde habitualmente no ganaba, porque históricamente el “bosque” le fue esquivo a la Academia, por lo que este triunfo tiene un valor superlativo.
El “parco” Merlo con la simpleza que lo caracteriza está logrando convencer al plantel de que debe haber mayor orden, actitud y confianza y por lo que se ve le están respondiendo, algo que nos permite afrontar el futuro con una considerable esperanza.
Desde la llegada de “Mostaza” algo está cambiando y el hincha parece entenderlo, le guste o no como juega y/o plantea los partidos, por que es tiempo de alentar aprovechando este viento a favor que esperemos siga soplando.
Por eso me permito decirle al hincha: ¡Quedate pancho que esta “Mostaza” es buena!

Hasta pronto.








martes, 29 de octubre de 2013

Por fin Racing pudo sacar el culo del inodoro.


El equipo de Racing venía sufriendo un extraño mal que le ocasionó entre otras cosas una “diarrea” tal,  que no lo dejaba levantarse del inodoro, aparentemente culpa de una rara bacteria que se introdujo en su cuerpo al comienzo del torneo y que fue destruyendo día tras día, todas sus defensas físicas y anímicas.
Varios expertos pasaron y aplicaron sus fórmulas para sacarlo de esta afección que lo iba deteriorando, pero no pudieron recuperarlo ya que su cuerpo no reaccionaba ante sus métodos, quizás porque no descubrieron cual era el germen que lo afectaba , porque no pudieron dar con la receta adecuada o porque ese débil cuerpo no ponía nada de sí para salir del problema.
Mostaza Merlo con sus sistemas para momentos difíciles, esos que ya había utilizado hace unos años en circunstancias parecidas, fue buscado de urgencia para encontrarle la vuelta a este inconveniente que parecía no tener fin, porque había riesgo de que la infección llegara a una septicemia, un proceso de gravedad extrema.
Con su fe intacta, su constancia y sus mínimas palabras expresadas entre balbuceos, comenzó a estudiar la situación y alguna reacción nos hizo imaginar que estaba bien orientado, pero hubo una recaída y la tristeza volvió a nuestros corazones.
Sin embargo este hombre que habla poco seguía confiando en su trabajo, siguió al lado de este “desahuciado” equipo probando fórmulas y preparados que llamaban la atención a propios y extraños hasta que llegó el día en que sorprendió a todos.
Cuando el enfermo en cuestión quiso levantarse del inodoro y caminar, su flaqueza y su debilidad lo hicieron trastabillar y tambaleando volvió a sentarse en su inseparable inodoro que estaba detrás suyo.
Después de un breve descanso y escuchando atentamente a Mostaza, sintió que los colores comenzaron le volvían a su cara y que su cuerpo volvió a tomar energía, lo que le dio confianza para levantarse y abandonar ese lugar del cual no podía salir.
Y entonces lo intentó y pudo dar pasos más seguros logrando lo que no había podido alcanzar durante desde hacía tres meses.
Sí, la diarrea se había detenido y por fin Racing pudo sacar el culo del inodoro.
Pero esto es el principio de una aparente solución a la que hay que seguir controlando para que no haya un abandono de este tratamiento, creyendo que ya todo pasó y que la bacteria abandonó el cuerpo.
Seguramente hace falta tiempo para que la fuerza física y anímica vuelva a recuperarse plenamente, por eso hay que ir sobre seguro para no tener recaídas que puedan llevarnos nuevamente a sufrir consecuencias más graves y que directamente no tengan salida alguna.
Pero este hecho me trajo esperanza y como tengo mucho amor y mucha pasión por este enfermo llamado Racing, digo que hoy estoy feliz y después de mucho tiempo pude volver a sonreír, sonrisa que espero pueda mantener por muchos fines de semana.

Hasta pronto.








sábado, 19 de octubre de 2013

Un equipo adicto a las derrotas.


Cuando uno vive malos momentos siempre anhela un cambio con la ilusión de que todo va a mejorar y los hinchas de Racing que venimos soportando muchas situaciones angustiosas, nos esperanzamos una vez más con la llegada de Merlo.
Tanto es así que lo más importante de la noche fue la presencia de “Mostaza” Merlo, quien evidentemente provocó la convocatoria de mucha de la gente que llegó en buen número al Cilindro.
Porque aunque la pasión por Racing es inmensa, este equipo hace méritos para que cada vez sean menos los que vayan a alentarlos.
Este plantel no está en condiciones de ganar ningún encuentro porque se ha hecho -como dije en notas anteriores- un equipo adicto a las derrotas, lo que los lleva a perderlos mentalmente antes de jugarlos.
La llegada de Merlo nos ilusionaba con ver a un Racing más sólido, pero aún aceptando el poco tiempo de trabajo, el equipo no ofreció nada nuevo y donde admitiendo que hubo más esfuerzo y actitud, -algo que le reclamábamos- todo se quiso subsanar corriendo –sobre todo en el primer tiempo- donde sobresalieron los desaciertos.
Después, un segundo tiempo donde se intentó sin mucha convicción y dándole a Vélez la posibilidad de liquidar el partido si no fuera por Saja.
Racing tuvo alguna pero todo finalizó entre dudas, silbidos y tenues aplausos.
12 partidos y otra vez sopa.
Mostaza deberá buscarle la solución a algunos aspectos como la falta de presencia en el área rival porque es imposible hacer un gol si Vietto baja tanto, aprovechar mejor a Gómez quien las comienza bien y las termina mal y ver que se hace con De Paul de muy bajo rendimiento desde ya hace tiempo.
El equipo está en caída libre y los  jugadores deberían entender que van a ser protagonistas de una historia negra en la que, seguramente nunca soñaron estar, pero de la cual hoy son actores principales.
Todavía la pueden revertir y la solución la tienen ellos, si entienden que no se puede seguir cambiando técnico pensando que la solución del problema está afuera, cuando en realidad se encuentra adentro del plantel.
Pero para eso deben unirse y demostrar que tienen ganas de vivir, confiando en quien hoy se ha puesto al frente para guiarlos,  aceptando sus propuestas y poniendo lo mejor de cada uno, con transparencia y con honestidad profesional.
La confianza mutua más una gran cuota de sacrificio de todos, hará que la convivencia sea más grata lo que les abrirá las puertas a la confianza, a la fuerza anímica y como consecuencia a la claridad mental.
Hoy es tiempo de Mostaza Merlo y el destino dirá si se acertó o no, pero los jugadores deben poner todo para ayudarlo, porque al ayudarlo a él se ayudan ellos


Hasta pronto.








domingo, 13 de octubre de 2013

Un problema de fondo.


Las mismas caras, los mismos jugadores, el mismo equipo.
Sistemas de juego diferentes.
4 técnicos en 11 partidos.
2 puntos, 3 goles a favor, 19 en contra.
Cifras más apropiadas para un equipo amateur de un torneo de barrio, pero que hoy distinguen a este Racing.
Un plantel que está haciendo méritos todos los partidos, para alcanzar el descenso lo antes posible.
Un equipo que ya no nos despierta ningún interés por verlo, ilusionándonos cada vez que cambia el técnico, sin darnos cuenta que quizás el dilema  es otro, porque estos jugadores no respondieron en cancha a ninguno de ellos.
Racing no ha mostrado mejoría en su juego y en sus movimientos, desarticulándose fecha tras fecha, con jugadores que deambulan por la cancha cometiendo errores infantiles, lo que evidentemente no permite avizorar ningún progreso, pero sí vislumbrar un futuro para nada auspicioso.
Llama la atención que todos los jugadores tengan tan bajo rendimiento, lo que permite suponer que Racing tiene un problema de fondo que solucionar -que no es el del fondo de la tabla- y está insertado en la raíz del plantel, en el grupo y que posiblemente tenga que ver más, con una cuestión interna, que con el juego propiamente dicho.
Ningún técnico podrá resolver lo futbolístico, si primero ellos no solucionan ese aparente conflicto que los turba y los tiene desconcentrados, porque los números demuestran que por lo menos, desde el escenario donde actúan los fines de semana no hay respuestas convincentes.

Hasta pronto.








miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Paso adelante o paso atrás?


La renovación de Zubeldía nos daba una señal de que no deberíamos preocuparnos por el tema Director Técnico, por lo menos hasta Junio del 2014, pero imprevistamente todo se derrumbó en treinta días y hoy a dos meses del inicio del torneo ya son tres los técnicos que han conducido a este grupo de jugadores (incluyendo al interino).

El lunes, comenzó la tarea más importante para el Sr. Victor Blanco, que a mi entender, dio el primer paso que el tiempo dirá, si fue un paso adelante o paso atrás en su nueva etapa como presidente, al consultar a Ayala, echado del club hace unos días y además  invitar a los referentes del plantel para hablar sobre el perfil de técnico que les gustaría, algo realmente inentendible, con el agregado de que ante una pregunta efectuada a los jugadores sobre el gusto del técnico, para sorpresa de todos, respondieron Zubeldía. (nota de Clarín de ayer).

Digo con todo respeto, como es posible que estos jugadores, que tanto lo respetaban, no lo respaldaron con actuaciones que ratificaran esa preferencia durante el período que los dirigía, logrando nada más que un punto y quedando afuera de la Sudamericana, convirtiéndose de alguna manera en los responsables directos de la salida de Zubeldía.

Se comenta también que en esa charla expresaron que prefieren técnicos jóvenes dejando en claro que, sin dar nombres, ya marcaron la cancha, porque de alguna manera están diciéndoles a muchos de los técnicos que superan los 50 años, que no los quieren.

Ya pasó con Ischia, que según los dirigentes dicen que el plantel no lo entendía, y señalan a Ayala como el responsable de haberlo traído cuando en realidad el manager siempre quiso que Zubeldía se quedara.
Resultado final, técnicos y manager afuera.

En síntesis, una ensalada rusa total donde parece que nadie es culpable de nada, aunque por lo que se está viendo, el plantel está más que comprometido en el tema, ya que en este torneo, lo único que les entregaron a los técnicos que tuvieron, fue un plazo fijo a 30 días.

Es tiempo que el plantel haga una autocrítica severa y se decida a colaborar con el joven y/o viejo técnico que les toque en suerte, respaldándolo con más actitud y más coraje, para que ese plazo fijo que colocan mes a mes se pueda extender a un año.

Digo esto porque, cualquiera sea quien los conduzca, son ellos los que tienen las herramientas para que eso suceda, debido a que serán siempre los jugadores los que pueden cambiar esta estrepitosa caída que hoy, parece no tener piso.

Hasta pronto.


lunes, 7 de octubre de 2013

Rumbo a lo conocido.


Había escrito ayer a la noche que daba la sensación que los jugadores ya no respondían a Carlos Ischia y eso culminó, después de la derrota ante Rafaela, con la renuncia del mismo a la dirección técnica en horas de la madrugada.

Hoy se sucedieron reuniones durante toda la tarde y como siempre sucede la lista de los técnicos que pueden dirigir a Racing es interminable, aunque como todos imaginamos no habrá muchas sorpresas a la hora de la elección, aunque a ciencias ciertas suceden cosas que descolocan al más ubicado.

Los dirigentes que han quedado a cargo del club parecen haber consultado a los referentes del plantel ( Camoranessi, Ortiz y Saja ) sobre cual es el perfil de técnico que ellos prefieren, algo realmente llamativo y que suma confusión al desconcierto que ya existe sobre el tema a dilucidar.

Algo sugestivo –según cuentan voces racinguistas en twitter- fue que Pelletieri y Zucculini no acudieran a la misma, lo que agrega más dudas sobre  la no tan buena relación que existiría entre los integrantes del plantel.

Además, parece ser que habrían consultado –sin ponerse colorados- al ex manager Roberto Ayala, cosa que realmente sorprende ya que fue despedido porque no estaban de acuerdo con su gestión.

La desorientación es muy grande y me llamó poderosamente la atención que ahora los jugadores se hayan decidido por un perfil de técnico similar a Zubeldía, algo que le hubieran hecho saber a Ayala cuando eligió a Ischia y de esa manera se hubieran evitado ciertas consecuencias que hoy se están sufriendo.

La coherencia y la dignidad parecen haber quedado de lado hace mucho tiempo en nuestro querido Racing y realmente no se me ocurre cual podría ser la solución ideal para salir de esta situación que cada día que pasa nos ahoga más y más.

Si es realmente cierto que son los jugadores y no los hinchas los que decidirán que tipo de técnico podría darle a este plantel una inyección anímica y los ponga otra vez en funcionamiento, yo propondría que los referentes acerquen nombres de los que a ellos les gustaría que los dirijan, pero también que se comprometan a hacerse responsables si siguen haciendo una campaña tan desastrosa como la que vienen cumpliendo, abonando la salida del técnico elegido.

Se que esto es una utopía porque nunca pasó, pero si no estaban de acuerdo con Ischia o no lo entendían –algo difícil de aceptar porque en el fútbol no hay tanto misterio- se lo hubieran planteado como hombres que son, y no jugando casi a desgano haciendo sufrir a millones de hinchas.

Este equipo parece un viejo coche que nunca arranca y cuando lo hace se para a los 10 minutos,  y más que un buen mecánico, necesita un cambio de motor porque ya hay piezas muy desgastadas, pero lamentablemente Racing no está en condiciones de hacerlo, por lo que habrá que encontrar a ese hombre que pueda con su experiencia, hacerlo andar aunque sea a los tumbos.
Racing seguramente terminará decidiéndose por tomar el rumbo a lo conocido, porque a pesar de que son muchos son los nombres en danza, pienso que finalmente terminarán eligiendo a alguien que ya conozca el paño de lo que es sufrir y pelear en estas condiciones.

A mi personalmente –y ya lo dije en muchas ocasiones- me gustó la etapa de Ardiles, donde Racing jugaba muy bien, pero estamos muy apremiados y no estoy seguro que se lo respete y se lo aguante si no saca resultados rápidamente.

Porque el miedo nos ha invadido y eso posiblemente no le permita pensar libremente a este nuevo Presidente para que pueda tomar decisiones avezadas en este mandato impuesto por la necesidad y nunca buscado.

Ojalá tengan suerte dirigentes y jugadores en la elección del técnico, porque de ellos depende poder seguir viendo a Racing en Primera División.

Hasta pronto.















Cuando un equipo no sabe lo que busca, no sabe a lo que juega.


Racing se encuentra en un laberinto cada vez más estrecho por el que avanza angustiado, nervioso y confuso, sabiendo que se le hace cada vez más difícil encontrar la salida.
Este equipo que hace mucho tiempo carece de ideas hoy dejó en claro que perdió la confianza en su conductor de grupo, aquel que debe brindarles seguridad en sus conceptos e indicarle cual es el camino.
Esto no quita responsabilidad a los que integran ese plantel, ese grupo y que son los que tienen el deber como profesionales de por lo menos ofrecer, aún en la peor de las jornadas, todo el esfuerzo que puedan, porque todos aquellos hinchas que concurren a la cancha, como los que los escuchamos o los vemos por otros medios, merecemos una respuesta diferente, totalmente opuesta a lo que se vio hoy en el Cilindro.
Peor imposible.
Un equipo desarmado en todas las líneas, inseguro, con jugadores que parecen no conocerse y  que los han citado para una prueba, más comparable a un rejuntado de barrio que a un equipo profesional.
Frágil por donde se lo mire. Sin respuestas en ningún sector. Tratando de sacarse la pelota de encima y con un arquero que ya no logra convertirse en “salvador” y donde sus gritos mueren en si mismo.
Todo se ve alarmante, la falta de referencia en el área, la endebles del medio campo y la inconsistencia de la línea de fondo, nos pintan un futuro sombrío.
El desandar de un Racing desorientado nos está marcando que cuando un equipo no sabe lo que busca, no sabe a lo que juega, por lo que creo que es el momento de replantearse objetivos y responsables para lograr los mismos.
Porque desde que Carlos Ischia asumió el equipo, éste no muestra reacción alguna y se va resquebrajando cada vez más.
Si pasan otras cosas ( comentarios de disconformidad se escuchan en muchas audiciones partidarias ) que se encierren una semana y se digan las cosas de frente, como debe ser.
No hay otra salida.
Deben entender que el club y los hinchas están por encima de ellos.

Hasta pronto.




lunes, 30 de septiembre de 2013

Carta abierta al plantel de Primera División de Racing.


Con el debido respeto y como hincha de Racing me he tomado el atrevimiento de escribirles estas líneas, con el fin de comentarles lo que siento en estos momentos.

No se los motivos por los cuales ustedes no están rindiendo como en algún otro momento lo han hecho, pero me preocupa que esta baja perfomance no se da en algunos pocos jugadores, sino que extrañamente afecta a todo el plantel.

Esto es grave desde todo punto de vista, porque quiere decir que hay algo que ha contagiado a todos Uds. y los ha sumergido en una profunda crisis, donde en 9 fechas y con tres técnicos diferentes, no han podido responder a las mínimas exigencias que demanda un club como Racing, dejando diría yo, partido tras partido (salvo algunos momentos contra Lanús y  Newell's Old Boys.) una triste imagen de resignación, donde ni siquiera han sacado a relucir su orgullo personal.

A pesar de los problemas internos entre los dirigentes, deben entender que son ustedes y nadie más que Uds. los que deberán revertir esta situación más que alarmante, salvo que deseen convertirse en adictos a la derrota, sin darse cuenta que esto los puede llevar a quedar en la historia, pero por haber enviado a Racing al descenso.

Posiblemente Carlos Ischia podrá colaborar y si no es él será algún otro DT, pero el tiempo avanza y este estado tan particular del plantel creo que amerita una prolongada reunión donde cada integrante debería sincerarse con el mismo y con los demás compañeros, exponiendo lo que siente con su verdad.

Como seres humanos únicos e irrepetibles seguramente disponen de aptitudes distintas, de mayor o menor inteligencia, de más o menos talento, de mejor o peor pegada o de mucha o poca habilidad, pero hay algo que si poseen todos y pueden comprometerse a entregarlo: el máximo esfuerzo en el campo de juego.

Alguna vez Ortiz declaró que hay momentos en que el jugador se debería rebelar a la disciplina táctica impuesta por el técnico.

Bueno, espero que esa premisa se lleve a cabo en algún momento, abandonando las caras de resignación que muestran en cada partido para que en su lugar aparezcan voluntades y actitudes que señalen al hincha que hay esperanzas de revertir situaciones adversas al disputar cada pelota como si fuera la última.

Nada es comparable a la pasión del hincha, por eso es inexplicable.

Se perfectamente que lo entienden porque en su niñez seguramente eran hinchas de algún equipo y quizás hoy lo sigan siendo, pero sus vidas han cambiado y posiblemente ya no se desviven por esos colores, como aquellos que hemos seguido a nuestro club toda la vida.

Mi pasión por Racing se instaló desde que tengo uso de razón (mi viejo me llevaba a la cancha desde que se inauguró el cilindro en Avellaneda) y a mis 70 años donde mi cuerpo ha comenzado a perder fuerza, el amor por Racing sigue intacto, ocupando un lugar importante en mi corazón junto al de mi familia.
Tuve la suerte de verlo campeón varias veces y también viajar a Montevideo con Nacional y con Celtic, donde se coronó Campeón del Mundo.

Pero también sufrí mucho tiempo, junto a mi hermano y mi hijo.

Tengo 5 by-pass desde hace 13 años, quizás por el colesterol, quizás por el gran stress que me exigía mi profesión publicitaria, pero seguro que alguno de ellos fue por Racing.

No puedo evitarlo y no me quejo. Es más fuerte que yo.

Hoy, ya abuelo, recibo después de de cada partido el llamado de mi nieto de 7 años  con la misma y repetida pregunta “Abuelo, otra vez perdimos…”
Que otra cosa contestar que “no te preocupes, el próximo partido ganamos…”

Obviamente una respuesta dicha sin convicción, la misma falta de convicción que Uds. transmiten en cada partido.

No les pido que rieguen de sangre la cancha, pero sí de sudor, de ese sudor bien entendido donde la actitud y la solidaridad queden expuestas en cada acción.

Esa devolución es lo mínimo que espero como hincha.

Atentamente,
Pascual Lococo


Hasta pronto.



Un equipo de plástico, al que se le ve la cara, pero nunca el corazón. (*)


Quizás Carlos Ischia tenga las mejores intenciones haciendo jugar a este equipo con la defensa achicando cerca de la mitad de cancha y tratando de hacer un equipo corto, pero con los defensores que hoy cuenta Racing lamentablemente este sistema deja mucho que desear.

Esto sumado a la baja total del nivel de los jugadores, quienes con actuaciones realmente penosas han resquebrajado la estructura de este equipo que no ofrece ninguna respuesta anímica ante el primer gol del rival.

Los chicos del club, son seguramente los que más sufren este proceso emocional que los llevó de estar exultantes y con un juego hasta vistoso cuando se ganaba, a pasar al otro deslucido y con una falta total de ideas ni fuerza anímica cuando se pierde, finalizando envueltos en una profunda tristeza que se dibuja en sus rostros.

Y a los grandes se los ve como desencajados, ganados por una desorientación que va en aumento desde que comenzó este torneo, quizás porque no están cómodos con algo interno y nosotros no sabemos.

Lo cierto es que no hay rebeldía, no hay gritos, no hay líderes y este equipo más que nunca necesita en la cancha jugadores que sean capaces de cambiar esa imagen mansa, suave y  frágil que vemos cada fin de semana, donde se parece más a un equipo de plástico, al que se le ve la cara, pero nunca el corazón.

En el juego lo alarmante sigue siendo lo mal que estamos en las dos áreas.

Para no hablar mucho del partido solo quiero decir que Vietto y Roger Martinez bajan tanto a buscar que nunca inquietan a los centrales rivales, generando al tirarse atrás más problemas que soluciones.

Pienso que se debe comenzar a buscar solidez en algunas de sus zonas, porque por ahora todas muestran una gran inconsistencia.

Racing esta recibiendo una andanada de piñas y tiene que ubicar bien los brazos para pararlas. No está en condiciones de cruzar golpe por golpe, porque perdió la frescura juvenil y la velocidad que le daba esa posibilidad.

Hay que consolidar la defensa, buscando el sistema que la haga más compacta y más segura, respaldada por un medio campo de más recuperación, aunque no sea el deseo de muchos.

Creo que la idea de que este equipo puede tener la pelota y hacerla circular, por ahora hay que guardarla en el cajón, ya que la misma debe estar sustentada por jugadores de buen pie y de mucha personalidad, algo que en este torneo no se vio en ningún momento.

Hasta pronto.


(*) Frase de la canción Plástico, de Ruben Blades

domingo, 29 de septiembre de 2013

Cuando la mentira es la verdad.


Después de un “juego de acusaciones” donde las renuncias virtuales iban y venían, pareciera ser que asoma una solución concensuada, sin saber todavía a ciencia cierta, que es verdad y que es mentira, tratando de apaciguar este infierno que vivió Racing en los últimos días.

El tema eran las distintas posiciones de los mandamás de turno, donde daba la sensación de que uno ubicó al otro para llevarlo de la mano por su camino, pero que este otro terminó desobedeciendo a quien lo puso, desde el mismo momento que ascendió súbitamente a una posición a la que nunca hubiera accedido si no fuera por aquel, tomando otro sendero y no por el cual aparentemente habían acordado ir juntos antes de las elecciones.

Y mientras las descalificaciones iban creciendo, los hinchas éramos sufridos espectadores de un verdadero reality que nos tenía en vilo día tras día, pendientes de todos los medios de comunicación y de las redes sociales de nuestros amigos racinguistas, para no perdernos ningún instante de estos capítulos con imaginativos finales, dignos de las mejores series de ficción.

Si a todo esto se le suma la negativa e inesperada campaña deportiva podríamos decir que estábamos transitando días de furia mezclados con una tristeza infinita que parece no tener fin.

Pero a medida que uno escuchaba, veía o leía lo que decían los protagonistas de turno que hoy dirigen la institución, parecían decirnos en cada mensaje –al igual que en la canción de Divididos- Qué ves ¿Qué ves cuando me ves? Cuando la mentira es la verdad sin darse cuenta que ellos son los que quedarán en este capítulo negro de la historia de nuestro querido Racing.

Porque será que, generalmente, los dirigentes que vociferan su amor y su pasión por Racing, siempre terminan enredados en maniobras nada claras y finalizan sus mandatos con gestiones dudosas.

Aunque en este caso tan particular, que no se si tiene antecedentes, están tratando de encontrar soluciones que están más cerca del Gatopardismo, buscando realizar cambios para que finalmente nada cambie.

Ojalá me equivoque y si el Sr. Victor Blanco asume como nuevo Presidente hasta diciembre del 2014, espero que entienda que los hinchas estamos necesitando, transparencia, seriedad y profesionalismo en la conducción del club, en una etapa nada fácil y esperando que mejores resultados deportivos puedan ayudarlo en su gestión.

Hasta pronto.


lunes, 23 de septiembre de 2013

El triunfo comienza en las tribunas.


La actualidad deportiva de Racing señala que este equipo carece -como vengo señalando- de convicción, pero fundamentalmente de personalidad y carácter para afrontar situaciones adversas.
Y hay un detalle muy llamativo.
De los diez partidos que Racing disputó hasta la fecha ( incluídos los de la Sudamericana ) los únicos que jugó relativamente bien y que mereció ganar fueron los tres a los que pudo acceder el hincha.
Este no es un dato menor ya que no es solo un problema de localía, porque que también en el Cilindro enfrentó sin hinchas a San Lorenzo y Arsenal y en ambas ocasiones tuvo muy malas actuaciones.
Eso marca que este plantel ha perdido la poca fuerza anímica que tenía, deficiencia importante porque demuestra que si no cuenta con el aliento de su gente, se ha vuelto totalmente vulnerable.
Por eso hoy pienso que la presencia del hincha siempre ha sido importante, pero en este momento pasa a ser prácticamente imprescindible, ya que es una de las pocas opciones posibles a las que acudir para ayudar a que el equipo pueda de salir del pozo en que se encuentra lo antes posible.
Creo que todos debemos entender que en cada partido de local el estadio debería estar colmado y no como sucede ahora que cada vez concurre menos gente.
Porque estoy convencido que el triunfo comienza en las tribunas y a través de los hinchas, que son los que dejan todo su fervor y su aliento partido tras partido.
Es entendible que desde el punto de vista de la devolución el equipo no ofrece nada y es muy grande la tristeza que nos envuelve a todos los que sufrimos por esta pasión llamada Racing, pero creo que el aliento debe volver a estar presente para darles una inyección anímica a este plantel.
La única forma de lograr un Racing recargado es enviándoles a los jugadores, desde las tribunas y las plateas, toda esa energía y esa potencia que sólo el hincha es capaz de otorgar con su aliento, para que la misma sea incorporada por este plantel, que parece haber perdido su fuerza y ha debilitado su mente.
Con esta "transfusión de energía" diría que hasta se le puede devolver la vida a un equipo que parece estar muerto.
Seguramente la tarea no es fácil porque todos podemos reaccionar distinto ante la misma situación, pero de nada vale insultar a los jugadores todos los partidos, porque eso nos lleva a una debacle más pronunciada y de la cual cada vez será más difícil salir.
Lo que hay que exigir como premisa es que dejen la piel en la cancha, que no debe haber excusas cuando se pide que la actitud siempre sea al máximo tanto de local como de visitante y que cada partido debe ser jugado como una final.

Es solo la sugerencia de un hincha.

Hasta pronto.









sábado, 21 de septiembre de 2013

La Liga de la Injusticia.


Era un partido perdible antes del comienzo.
Sin embargo Racing entregándole la pelota al rival y presionando en la mitad de cancha buscando ganarla en esa zona tratando de encontrar desarmado a N’ewells en defensa, tuvo sus oportunidades para ponerse en ventaja.
Aunque cuando uno está torcido, todo lo que trata de hacer casi seguro le sale mal también .
Primero la lesión de Viola que obliga a un cambio prematuro, después travesaño y poste ( ambas de De Paul ) más alguna otra posibilidad de Hauche que pudieron haber sido la apertura del marcador.
Los rosarinos no brillaban y Saja –salvo una pelota que pega en el palo por un rebote- tenía poco trabajo.
Pero este tipo de propuesta táctica tiene su riesgo, pues quema casi toda la energía en 45 minutos y es muy difícil sostener esa presión – que no siempre se concreta porque muchas veces se corre en vano- durante todo el encuentro.
N’ewells lo sabía, por eso con su juego arriesgado y hasta a veces despreocupado, esperaba la segunda etapa para darse cuenta que ya había jugadores de Racing que habían bajado la guardia para entonces allí sí, dar el golpe de KO.
Así y todo otra vez De Paul en un mano a mano y Pelletieri dentro del área tuvieron el gol en sus pies -sin contabilizar que también hubo un penal de Heinze no otorgado- y aunque N’ewells no llegaba mucho, ya Racing no tenía las mismas fuerzas.
Después los cambios que no cambiaron nada y la muy buena jugada de Maxi Rodríguez destruye lo poco y bueno hecho en este encuentro por la Academia.
Injusto resultado que no nos permite levantar cabeza, en un encuentro donde Racing fue sancionado por la Liga de la Injusticia.
Hoy la hinchada alentó todo el partido y eso también alimentó el espíritu de los jugadores, pero ese fervor y ese aliento lamentablemente no tuvieron su premio.
Hay que trabajar para sacarse el miedo a perder de la cabeza y cada jugador deberá hacer una profunda reflexión sobre este momento, buscando la mentalidad positiva que lo lleve a triunfar sabiendo que en cada partido está la oportunidad para comenzar de nuevo.
Por último un párrafo sobre la interna.
No conozco el tema a fondo porque solo me guío por lo que escucho o leo en los medios partidarios.
Solo espero como hincha, que estos cambios en la dirigencia no se conviertan en un “Gatopardismo Racinguista” donde “todo debe cambiar para que nada cambie”.

Hasta pronto.









martes, 17 de septiembre de 2013

Sin convicción no hay salida.


Todo pasa por la cabeza.
Por las convicciones de cada uno, para enfrentar los desafíos que cada fin de semana les impone el torneo.
Por eso debe haber transparencia en el mensaje tanto del cuerpo técnico hacia los jugadores, como del plantel a los responsables de guiarlos.
La capacidad y sapiencia de quienes tienen la responsabilidad de dirigirlos debe salir a relucir en cada movimiento, en cada ubicación con la seguridad de  lo que cada uno puede dar y en que lugar de la cancha puede hacerlo, y no solo mover piezas sabiendo que los jugadores con tal de jugar nunca van a negarse a hacerlo aún sabiendo que no están convencidos de rendir en esa posición.
De nada sirve que se imponga una idea de juego si no están convencidos los jugadores de la misma, por lo tanto debe haber cierto consenso entre las partes.
Como ejemplo y solo por haberlo leído de las declaraciones de Regueiro, cuando Guillermo Barros Schelotto se hizo cargo de Lanús, el equipo perdió en los primeros partidos y los jugadores –según confesó el ex jugador granate- fueron los que le dijeron que había que cambiar la forma de jugar y allí el equipo comenzó la levantada.
Creo que hoy, los jugadores de Racing, deben realizar una especie de “retiro”, un encuentro donde solo ellos, sin cuerpo técnico ni dirigentes, deben analizar en profundidad este momento,  expresando con sinceridad y valentía que es lo que sienten que debe cambiar para revertir esta situación.
Si están en desacuerdo por alguna otra cuestión que no sea futbolística, me parece que debe salir a la luz, porque solo ellos pueden cambiar este momento.
No hay milagros. Hay realidades que afrontar y sin convicción no hay salida.


Hasta pronto.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Racing participó de un entrenamiento de Boca.


Creo que llegó el momento de sincerarse con uno mismo y entender que este equipo no es lo que uno pensó y también escuchó decir durante mucho tiempo, cuando todos creíamos que Racing tenía equipo para pelear el campeonato.
Fue realmente alarmante ver esta actuación que pareció que Racing participó de un entrenamiento de Boca.
Hasta me duele escribirlo, pero es lo que se pudo observar.
Porque este equipo carece de juego, pero fundamentalmente de amor propio, de carácter y vergüenza deportiva, dando la sensación de ser un “rejuntado” donde todos corren atrás de la pelota como si fueran infantiles.
Siempre a destiempo y sin predisposición los jugadores de Racing se pasaron todo el partido mirando que hacían los jugadores de Boca, como los “bailaban”, viviendo en el suelo cada vez que tenían un roce con un rival y dando la sensación que algo está pasando en el plantel porque están desparramados en el campo de juego, totalmente desorientados.
Se empiezan a utilizar jugadores por desesperación, como Battaglia y Regueiro que no están en condiciones ( uno física y el otro anímicas ), lo que preocupa y mucho, porque suena a desesperación.
Lo de hoy fue la imagen de un equipo entregado y cuidado con esto, porque los clubes que parecían lejos abajo de Racing, están bastante cerca.


Hasta pronto.









domingo, 8 de septiembre de 2013

Entre la bronca y la coherencia.


Noche de sueños, de ilusiones y de deseos, pero también de realidades.
Siempre queremos que Racing gane pero creo que esta noche interiormente deseábamos que no pierda, porque la realidad nos estaba marcando otra cosa.
Como venía diciendo en notas anteriores, fundamentalmente había que cortar la “diarrea” y para ello hay que hacer todo correctamente sin excesos y cuidándose meticulosamente.
A priori se opinaba que Ischia iba a defender con cinco, que se iba a buscar el empate y que Racing atacaría como podía.
Sorpresa para muchos y agradable por cierto.
Porque vimos un equipo atrevido, agresivo y tratando de jugar con pelota al piso.
Y lo logró en ese primer tiempo donde lo hizo mejor que su rival y donde creó varias situaciones de gol.
Pero había algo que flotaba en el aire.
Era casi seguro que ese ritmo no se pudiera sostener todo el partido y eso llevaría al mismo a un trámite más abierto donde el equipo se debe elegir entre refugiarse cerca de su área o cambiar golpe por golpe con el rival.
El tema es que enfrente estaba Lanús, que trata muy bien la pelota y que donde Racing abandonara la presión que le imprimió en la primera etapa, la misma seguramente pasaría a manos de los granates.
Otro tema y aunque parezca que fue para los dos, para mí el corte de luz benefició a Lanús, porque el descanso del primer tiempo creo yo, atentó contra el despliegue que hicieron los jugadores de Racing y si a eso le agregamos veinte minutos más es como si el encuentro casi hubiera finalizado.
Lanús no renunciaba a atacar y Racing lo hacía también cuando podía porque había espacios, pero también hubo mucha ceguera a la hora de tomar decisiones finales.
Después, Racing se beneficia al quedar con un hombre de más y daba la sensación que sería la gran noche, porque al poco tiempo Vietto llega al gol en una buena jugada.
Allí el partido se siguió abriendo y Vietto que otros momentos convertía, no estuvo fino y desperdició un par oportunidades claras.
Lanús no renunciaba a atacar y Racing lo hacía también cuando podía porque había espacios, pero también hubo mucha ceguera a la hora de tomar decisiones finales.
Un golpe, un tumulto y nuevas expulsiones seguían dejando a la Academia con un jugador más en la cancha, pero el desorden aumentaba y mientras no concretaba las ocasiones que tenía, Lanús seguía tocando y buscando, jugándose todo por el todo.
Y desgraciadamente llegó el fatídico gol en una buena jugada de los granates.
Fue empate y en general también fue una buena producción del equipo que mostró otra imagen, otras ganas y algunos interesantes rendimientos, como el de Gómez, Ibañez, Vietto y De Paul.
En general mejoró todo el equipo y anhelo que siga creciendo en confianza y actitud.
Pero indudablemente el hincha debe sentir sensaciones encontradas debatiéndose entre la bronca y la coherencia.
La bronca porque teníamos el triunfo al alcance de las manos y la coherencia al saber que en realidad lo que había que lograr era no seguir perdiendo.


Hasta pronto.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Despilfarrando el futuro.


Ayer no tuve ganas de escribir.
Más que caliente y triste, me sentía decepcionado y no tenía sentido después de soportar otra frustración, hablar sobre esta nueva derrota.
Racing se ha transformado en un club de medio pelo, peor que algunos denominados chicos, sino fuera porque aún –milagrosamente- mantiene un caudal de hinchas impresionante, aunque se está haciendo todo lo posible para que cada vez se vayan alejando más.
Y así estamos año tras año, despilfarrando el futuro, porque aunque todos los que somos de Racing deseamos que nuestros hijos y nietos también lo sean, a veces no hay sustento para convencer a los más chicos de mantener esta pasión, porque ellos solo quieren identificarse con el equipo campeón, algo que le prometemos siempre, pero estamos muy lejos de lograr.
Algo parecido a lo que los dirigentes hacen con nosotros.
¿Qué es lo que lleva a Racing a armar equipos de arena, sabiendo que tarde o temprano se derrumbarán fácilmente?
Seguramente no es fácil consolidar un plantel que tenga carácter, identidad, mística y que se sienta identificado con la gente.
Pero pasan los años y siempre nos falta algo.
Es de conocimiento público que la mayoría de los clubes de fútbol están mal económicamente y según se cuenta no hay plata que alcance para mantenerlos, por lo que se esgrime que se debe vender algún jugador para equilibrar el gasto.
Pero no dicen, para achicar la deuda.
Es para volver a comprar jugadores de presentes inciertos aunque de contratos onerosos, con los cuales buscamos conformar un equipo al que nunca, logramos darle forma de tal.
Entonces porque no se habla claro o más o menos claro.
Si los hinchas sabemos que hay que vender y además nos damos cuenta que hoy por hoy lo que quiere cualquier jugador de fútbol y sobre todo los chicos que llegan a primera, es salvarse económicamente, porque no decirlo.
Porque no explicar que en esta sociedad profesional todos pelean por el éxito y el dinero, siendo lógico y humano que tanto sus padres, como sus representantes presionen para que se concreten esas ventas.
Aunque no lo parezca, estamos en una situación angustiante, porque no es que hoy no se corre peligro de promoción, es porque el problema está en la mente de los que integran el plantel sin saber si  podrán detener el desmoronamiento de este equipo, resquebrajado por donde se lo mire, con peligro de derrumbarse totalmente.


Hasta pronto.









jueves, 29 de agosto de 2013

Sin alma y sin corazón.


Se puede perder juego, aunque mucho no tenía, pero no se puede entrar tan pasivamente a jugar un encuentro que se debía dar vuelta.
Daba la sensación que ya había perdido el encuentro antes de jugarlo y que hoy da toda la impresión de no tener ninguna respuesta en el campo de juego.
Desde el planteo hasta la entrega fue lamentable y hoy aunque no nos guste este Racing es un equipo sin rumbo y lo peor, sin esperanzas.
Si los jugadores miraran los partidos anteriores, salvo el primer tiempo con Lanús en el Cilindro- no se atreverían a mirar a los ojos a un hincha.
Si lo de Zubeldía era malo, lo de Radaelli –técnico interino- rayó por lo desastroso.
Entonces, para que despedir a Zubeldía antes de este partido y el de All Boys.
Le podrían haber dado estos dos encuentros y listo.
Total si lo iban a echar, era lo mismo una semana después, y el plantel, quizás, no hubiera sumado a su extremo bajón anímico otro golpe más como fue la salida de su técnico.
Este equipo no tuvo actitud para ir a buscar el partido. Todo era pasarse la pelota en la última línea para entregársela a Saja y que éste la reviente para arriba.
Gómez que mostró condiciones en el amistoso con River dudo mucho en el  primer tiempo, mejorando en la segunda parte.
Corvalán metió, aún con sus limitaciones. Flojos los centrales y Pelletieri como siempre.
Más destacado por su ímpetu y su bronca Zucculini, pero sin nada de juego.
Después Regueiro, único que hizo fue dar pases de un metro a un compañero o perderla. Un jugador que a pesar de su experiencia, se lo ve sin carácter para momentos críticos.
De Paul, siempre lamentándose y encerrado contra la línea trató a veces de buscar otras zonas pero nunca jugo la pelota clara.
Este Vietto que pasó de ser una joya, hoy es una fantasía que tira taquitos y que no encara, desapareciendo del partido rápidamente.
Roger Martinez, no se le puede caer con apenas un par de partidos en primera. Sabe y quizás en este momento es más que Vietto.
Lo de Centurión incomprensible desde todo punto de vista, porque su cabeza no estaba en arriesgarse físicamente y así fue su poca participación.
Lamentable desde todo punto de vista, pero error de Radaelli al ubicarlo en cancha.
Después Regueiro debería de haber salido al finalizar la primera etapa y hace entrar a Viola o Hauche, quien no debe entender que hace en el banco con el mal rendimiento de otros jugadores.
Y finalmente el descalabro total con las expulsiones, que pudo haber finalizado en goleada si no fuera por el Chino Saja, aunque en honor a la verdad creo que en primer gol confundió a la defensa al amagar salir.
Racing es un equipo sin alma y sin corazón, al que hay que reconstruir para que no caiga en un peligroso tobogán que nos ubique nuevamente en zonas peligrosas para el futuro.
Hace rato que este plantel no tiene ni rebeldía ni compromiso. Si ellos creen que, sí en la cancha no se nota
Tarea difícil para el técnico que venga porque los hinchas no creo que tengan mucha paciencia.

Hasta pronto.









lunes, 26 de agosto de 2013

Vendedores de ilusiones.


Respecto a la salida de Zubeldía y ante la imperiosa necesidad de conseguir un técnico que lo reemplace, me puse a reflexionar sobre esta situación donde siempre existe más confusión que claridad en lo que a criterios a emplear para la elección se refiere.
Después de dedicar más de 50 años de mi vida a la publicidad, pienso que los técnicos de fútbol, tienen de alguna manera, semejanza con las agencias de publicidad
Mientras una empresa busca una agencia publicidad que la convenza de que con ellos sus productos se posicionarán mucho mejor de lo que se encuentran en ese momento, en los clubes de fútbol tratan de seleccionar un técnico que los tranquilice y los persuada de que con él y sus colaboradores, el equipo podrá lograr los objetivos que ellos se han propuesto o han prometido.
Respetando la tarea y el trabajo de ambos, seguramente avalados por sus trayectorias y sus referencias exitosas en el mundo en que se mueven, muy pocas veces las empresas y los clubes se detienen a revisar los fracasos de los postulantes.
Ante la desesperación de haber perdido mercado y por ende categoría de todos sus productos solo aspiran a escuchar a alguien que les transmita lo que quieren oír y hay muchos que tienen una gran capacidad para convencer al prójimo.
Y en ambos casos tanto, a los representantes de la empresa como a los responsables de la CD de un club,  lo que le están vendiendo son imágenes intangibles, que no se pueden tocar o palpar, solo imaginar.
Confiando en que en ambos casos se trate de personas serias, honestas y que en forma transparente se dedican a llevar a cabo ideas con las que se sienten identificadas, jamás ninguno podrá firmar o asegurar éxito alguno.
Es evidente que tanto técnicos como publicitarios dependen de algo fundamental: los productos con que cuenta cada uno, y por más buenas ideas y creativos que sean en sus trabajos si dichos productos no reúnen las condiciones de calidad para ubicarse entre los mejores, será difícil encontrar a la brevedad el éxito esperado.
Lo que quiero decir es que tanto publicitarios como directores técnicos son en su esencia vendedores de ilusiones, a los que al principio se los acompaña ciega y apasionadamente, confiando en ver plasmado a la brevedad lo que tanto se desea, sin darnos cuenta que nada será posible de lograr si el producto no es el que la gente demanda.

Hasta pronto.