Inquieta y mucho que a esta altura del campeonato, Racing continúe con su rendimiento irregular, porque las fechas pasan y las oportunidades de prenderse definitivamente en la punta también.
Y ayer Racing tuvo un partido donde nunca pudo hacer
pie, no solo por el mal estado de la cancha, sino porque esta vez solo en
cuenta gotas pudo verse algo de lo que Gago pregona, porque quedó enredado en el juego que le propuso el
rival y del cual no supo cómo salir, sobre todo en el segundo tiempo, donde los
jugadores en lugar de jugar eligieron “revolear” la pelota.
Ilusionaron un par de llegadas al comienzo de ese
primer tiempo, primero la de Hauche de larga distancia y después la de Romero que
con potencia había dejado atrás a su marcador, pero ambos remates fueron
desviados por Gagliardo.
Con lanzamientos largos sobre los centrales rivales para
Romero o cruzados para Rojas o Hauche, Racing buscaba sorprender o desbordar a
Barracas, pero nada pudo lograr con esos intentos porque Romero, que se fue
apagando cada vez más no es Copetti (una ausencia que se notó demasiado), Rojas
que entraba poco en juego desbordó solo una vez y Hauche no llegaba a pesar por
su lado.
Así fue como Racing fue cediendo el poco dominio que
había insinuado y eso lo aprovechó Barracas, que si bien había comenzado solo a
defenderse rechazando como podía, se fue dando cuenta de que podía aspirar a
algo más en ese último cuarto de hora de esa primera mitad.
Y el segundo tiempo para Racing se fue agravando,
porque el local con más coraje que juego, comenzó a ganar el medio campo ante
un Moreno que viéndose desbordado comenzó a desordenarse y a perder pelotas en
zona de riesgo, un Miranda que no colaboraba demasiado y Alcaraz que hacía todo
lo posible como para ser reemplazado.
Eso llevó a Gago a buscar otra alternativa y a los
veinte minutos ubicó a Carbonero por Alcaraz, pero todo siguió igual porque el ex-Gimnasia
todavía parece no haber aterrizado en Racing, aunque creo que ayer nadie del
banco hubiera cambiado el mal desempeño del equipo.
Así y todo, y dentro de ese estado de desprolijidad y
desconcierto futbolístico que mostraba Racing, pudo haber conseguido el gol cuando
Piovi envía un centro rasante y paralelo a la línea del gol que recibe Rojas
solo sobre el segundo palo, pero su remate de derecha es tapado por Gagliardo.
Los cambios de Chancalay por Rojas y Jonathan Gómez
por Hauche no aportaron claridad a la confusión general que tenía el equipo ante
el crecimiento de un Barracas que entre distracciones y resbalones, tuvo tres
chances de gol en pocos minutos, las que por suerte no logró concretar por un
muy buen cierre de Pillud y por las muy buenas tapadas de “Chila” Gómez, que ya
le había desviado el cabezazo de gol a Ferreyra en el primer tiempo y ante el
que hoy digo “nobleza obliga”, reconociendo que, así como fui un crítico
extremo para con nuestro arquero en el partido anterior, hoy salvó al equipo de una derrota que podría haber sido escandalosa y le hizo rescatar un punto que mal o bien ayudó en la tabla.
Racing volvió a decepcionar, mostrando una irregularidad que preocupa, la que ya venía exhibiendo al comienzo de los segundos tiempos, pero que ayer la expuso durante casi todo el partido, llevando al equipo a un estado de desorientación que puede ser determinante para el futuro, por lo espero que Gago pueda volver a lograr que el plantel recupere esa fe y esa convicción en el juego, como la que supo tener en esa racha triunfante del torneo anterior.
Hasta pronto.