La lluvia
en el fútbol casi siempre genera situaciones no deseadas, pero hay que afrontar
esta decisión de la naturaleza y ayer mientras veía como llovía intensamente me
preocupaba Palacios, porque era un jugador que podría traerle problemas a una
defensa lenta como la de Racing, que naturalmente iba a dar espacios por ser
local y por salir a buscar el partido, pero también es cierto que no esperaba la
“complicidad” del, aunque involuntario, grosero error del experimentado Orión, aunque
nobleza obliga, después le tapó al mismo jugador una pelota que podría haber
sido el segundo gol de Talleres de Córdoba.
Lo otro
que me inquietaba era jugar otra vez con Aued y Videla solos en el medio campo,
seguramente ante un conglomerado de rivales en esa zona y en el que, como se
pudo ver, les costó nuevamente hacer pie, aunque por suerte tenemos un jugador
como Acuña que está en un gran nivel y genera la mayoría de los ataques a pesar
de que ayer tenía que lidiar –sobre todo en el primer tiempo- con el sector del
campo que más agua tenía- y contamos también con un Lisandro López que marca la
diferencia por su gran categoría, pero quien se vio obligado a salir del área
para tratar de recibir alguna pelota, perdiendo Racing de esa manera su referencia
en la misma mientras que Rosales, se lo veía muy encasillado sobre la derecha, donde
le costaba imponer su habilidad para desequilibrar.
Por otra
parte perdió por completo a Romero, porque no se involucró y jugó
equivocadamente hasta casi desparecer del encuentro, por lo que
Racing, en esa primera mitad, prácticamente no llegó a inquietar al arquero del
equipo cordobés.
En el
segundo período y sobre todo después del empate logrado por Acuña, Racing
comenzó a hacerse dueño del partido y fue a buscar el triunfo, mejoró Rosales, Acuña
seguía en un gran nivel siendo de lo mejor junto con Licha y también creció la defensa
donde pudimos ver a un Vittor muy sólido y confiado.
Después las
entradas de Lautaro y Brian Mansilla le dieron más presencia en ataque y pudo,
a través de Grimi, Licha y Lautaro haber hecho la
diferencia, pero no se logró y todo quedó en un empate que no le pone claridad
al futuro.
En
síntesis, poco, muy poco para un equipo que no muestra todavía una idea concreta y ordenada a la hora de atacar y defender y donde en general sobresalen más los
esfuerzos individuales que un juego asociado, en el que, obviamente a mi gusto,
buscaría poblar más el medio campo para crecer desde allí, haciendo entrar al
Pulpo González y acompañaría con algún delantero más a Lisandro en la ofensiva.
Pero creo
que lo que hoy lo que más preocupa más que nada al plantel, y por supuesto a
todos los hinchas, es la DTerminación por
sí o por no, respecto a la continuidad de Claudio Úbeda, aunque insisto, que al igual que con Sava hace tres meses, se perdió tiempo, porque se
podría haber conversado con alguno de los nombrados para que en caso de que el “Sifón”
no los convenza, mañana lunes se podría comenzar esta nueva etapa aprovechando los
15 días sin fútbol, en forma completa.
Hasta
pronto.