Hasta antes del encuentro, todo parecía estar como era entonces, dado que los amistosos no fueron auspiciosos y la única alegría era la vuelta de “Licha” Lopez, el gran capitán, a su “casa” y como incorporación la llegada de Correa, que es toda una incógnita.
Prácticamente nada había cambiado, por lo que no
tenía muchas esperanzas para lo que se
avecinaba, sabiendo que Racing, con un plantel
que salía de la pretemporada debía enfrentarse a un San Pablo que no estaba
bien el su campeonato, pero venía súper activado.
Sin embargo hubo algunas cuestiones en el encuentro
de anoche que me sorprendieron para bien y si las comparamos
con lo que nos venía ofreciendo el Racing de Pizzi en el torneo anterior, son para destacar.
No se refugió nunca y la famosa línea de cinco, en
realidad fue casi todo el partido de tres (Sigali, Martínez y Domínguez) ya que
Cáceres y Mena (el mejor de los dos) siempre estuvieron más posicionados como
volantes/extremos.
Dominó el mayor tiempo del encuentro y supo manejar
acertadamente la pelota ante un San Pablo que se veía desorientado y hasta casi
podría decir sorprendido, aun aceptando que Miranda, Piatti y Moreno, que cometió
un grave error, (que fue el que salvo Arias finalmente), no estuvieron acertados
en la generación de juego.
Chancalay (desdoblándose en su función) buscó siempre
asociarse con los volantes y los laterales que permanentemente se mostraban
como opción en la ofensiva, mientras Copetti que por fin jugó donde debe
hacerlo un nueve de área, supo aguantar a sus marcadores, mejoró en las devoluciones
y concretó en el descuento del primer tiempo un gran gol, que esperemos le devuelva
la confianza para seguir convirtiendo.
El error de Arias, que se tradujo en el gol local, golpeó
emocionalmente y anímicamente al equipo y lo desconcentró durante unos 10
minutos, pero en realidad creo que Racing pudo haber ganado el encuentro y
hubiera sido merecido.
Lo de Gabriel Arias fue algo raro en él, aunque antes
del gol, hubo un par de situaciones con la pelota que parecían advertir de su
noche errática, pero por suerte nuestro excelente arquero posee una gran
personalidad y rápidamente supo sobreponerse a la adversidad, salvando en gran
forma a los dos minutos de su error, el de Moreno, que podía haber sido la
concreción del segundo gol brasileño y posiblemente un final con derrota.
Hubo un muy buen desempeño de los tres del fondo, bien
Domínguez, gran trabajo de Sigali y de Martínez, quien en una posición de libre
le permitía defender como último hombre y/o romper líneas pasando al ataque, también
el del incansable Mena porque no declina su esfuerzo, es efectivo con sus
centros y trata de llegar al gol, (que se lo pierde sobre el final) y el de Copetti
por su entrega, por no darse nunca por vencido y por haber logrado el gol del
empate con un gran remate desde fuera del área.
Los cambios, Novillo (obligado por la lesión de
Martinez), Lovera, Rojas, Correa y Fabricio Domínguez, fueron una muestra de que Pizzi buscaba
sostener el partido en campo rival, tanto es así que sobre el final del
encuentro un buen desborde y centro de este último, dejó a Mena en una
inmejorable posición para concretar de cabeza y convertir el gol que hubiera
sido el del triunfo, pero el “chueco” la envía por sobre el travesaño.
Es cierto que ofensivamente necesita más creatividad,
más contundencia y para ello hay que encontrar el medio campo que además de
saber manejar la pelota, pueda darle un cambio de ritmo y mayor intensidad a la
hora de atacar y pensaba que jugando con línea de cuatro Lovera podría sumarse
a ese medio campo para poder tener otra variante ofensiva.
Finalmente considero que Racing logró un resultado importante con un planteo para ilusionarse, resultado
importante por el gol de visitante, que si bien no es para aferrarse al mismo,
siempre da una chance más y un planteo para ilusionarse, porque demostró que puede
ser protagonista y jugar más en campo rival que en el propio.
La defensa vuelve a estar sólida y solo falta una
forma más clara de llevarle juego a Copetti o al delantero de área y ahí es
donde además de los laterales, hay que encontrar él o los volantes que puedan
generarlo.
A mi gusto este fue uno de los mejores partidos del
Racing de Pizzi, no por el resultado en sí, sino por haber visto una propuesta
del equipo más ambiciosa.
Hasta pronto.