Fue el café, la humedad, la lluvia, vaya uno a saber lo que influyó para
que Racing jugara un mal partido el primer tiempo, donde todo o casi todo
funcionó de pésima forma.
Desconcentrado, lento y sin reacción, sufrió mucho sobre todo después del
primer gol del Deportivo Cali, donde a no ser, por la gran actuación de Saja –a
pesar de los goles- podría haber finalizado, como aquel partido en Rosario, con
una goleada en contra de esas que ofenden y lastiman.
En la segunda parte, también comenzó mejor el Deportivo, pero otra vez se
encontró con el “chino” Saja quien, como en un juego de internet, con cada atajada, le iba sumando vidas a Racing, para que pueda volver a intentar ir en busca del empate soñado.
Y en una jugada donde Lisandro desde la
izquierda cruza la pelota y Cerro a un metro o menos de la línea del arco la
levanta pegando la misma en el travesaño fue como una señal, porque crease o no esto pareció ser un aviso de alerta para el dueño de casa que
ya no se animó a atacar con todo, porque quizás había pensado que Racing ya estaba
entregado, casi medio muerto, al igual que en esa primera etapa, pero no fue
así porque Racing con esas vidas que le daba Saja, se recompuso anímicamente y
fue encontrando respuestas para comenzar a dar vuelta el encuentro.
Entonces con Bou por Milito, más un Lisandro ahora enchufado, un Grimi
empujando sumado a Cerro y Aued más adelantados junto a De Paul y Romero - ya
en el medio-, fueron en esos momentos arrinconando, aunque sin mucha claridad,
al fondo del Deportivo Cali
Y llegó el primer gol para el sueño del empate cuando Bou, recibe sobre la izquierda y su centro, ante un choque del
arquero con su central, la pelota termina llovida sobre la izquierda dentro del
área chica y Grimi con una bolea de crack – empeine de arriba hacia abajo sin
dejarla picar, la clava contra el palo derecho-.
Descuento y despertar para unequipo que
ahora sí quería más y Racing fue a buscar con Acuña por Grimi, lo que
ansiaba.
Romero lo tuvo pero respondió bien el arquero y en un tiro libre que
ejecuta Acuña, la pelota llega a la derecha y vuelve a la izquierda, la recibe Romero sobre la línea de fondo y
con frialdad en lugar de patear la ubica en el centro del arco donde Lisandro López
de cabeza la desvía al segundo palo.
Gol y locura por el empate soñado.
El Deportivo trató de reaccionar pero ya no lo hizo de buena manera, todo
era como más nervioso y en un par de llegadas nuevamente se encontró con el
gigante del arco académico.
Después y casi al final, expulsión de Cerro por protestar o insultar y posteriormente
de Lozano por una violenta patada contra Acuña.
Sobre la hora casi casi lo gana, pero de cualquier manera fue un empate
sabroso para Racing que sigue invicto y en la punta de la tabla.
Hasta pronto