Todos pensábamos que por lo menos no había que perder,
porque de esa manera seguíamos punteros, pero que importante fue ganar.
No solo porque nos distanciamos del resto, sino que además
es un envión anímico fundamental para todo lo que viene.
Pero hay algo que le da brillo a este triunfo y es el gran
partido que hizo el equipo, fundamentalmente en el segundo tiempo donde generó
una gran cantidad de situaciones de gol, sin olvidar que en la primera parte
Bou tuvo un par claras que el arquero tapó muy bien.
El primer tiempo fue de área a área pero casi sin pisarla, y
fue Racing quien tuvo las más claras, ya que el Cristal generaba un
pseudo-peligro solo con los tiros de esquina ejecutados por Lobatón, pero
después todo estuvo muy bien controlado.
Y en los segundos cuarenta y cinco, fue donde se vió a un
Racing “ganador” , más confiado y más decidido, lo que pasaba era que tanto Bou
como Milito no la metían y eso por lo menos a nosotros los hinchas, nos ponía
un poco nerviosos.
Fueron claras y varias la oportunidades para definir el
encuentro, pero parecía mentira que no concretaran alguna de ellas.
Racing estuvo más concentrado, más seguro, sabiendo como
jugar este partido y fue en su juego de menor a mayor, lo que llegó a
desconcertar de tal manera al equipo peruano que una falla de su defensor le
permitió a Nuñez generar la jugada del penal que la a Milito la gran ocasión de
abrir el marcador.
Después era cuestión de estar atentos porque el Sporting
Cristal se iba a ir con todo, pero también naturalmente dejaría huecos en
defensa y así fue como en una jugada sobre la hora un gran pelota cambiada de
frente por Nuñez derecha a izquierda deja solo a Videla quien define con clase
por sobre el arquero.
Fin del partido y felicidad enorme para todos los que amamos
a Racing.
En general buen partido de todos, con algunos mejores
rendimientos.
Es evidente que la presencia de Milito no permite que el
equipo caiga en vacíos ni en relajamientos mentales de donde muchas veces es
difícil regresar, por lo que aún sin contar con su mejor forma física estar en
la cancha mantiene siempre alerta a sus compañeros y genera un mejor estado de
ánimo, lo que redunda en más confianza.
Como reflexión final digo que Romero va mereciendo que le
den más oportunidades, sobre todo en ubicaciones donde pueda estar más en
contacto con la pelota, porque si no entra en juego “se enfría” y hoy volvió a demostrar
que sabe de toque, devolución y asistencias.
También me alegra lo de Nuñez, a quien se lo ve más rápido y
compenetrado lo que le permitió ganar esa pelota en la falla de Reboredo que
finalizó en penal contra él y en la asistencia del segundo gol.
¡GRAN TRIUNFO GRAN! para estar a un paso de la clasificación y para ir retomando el ritmo y la fe que tenía el equipo campeón.
Mérito no solo de los jugadores, sino también de su técnico Cocca, quien realizó un planteo
acertado con inclusiones y cambios que a veces no nos satisfacen como hinchas, pero que no
le tiembla la mano cuando debe realizarlos.
Hasta pronto.