Tratando de hacer una comparación, algo similar le
paso a River cuando después de ganarle a Boca en España la final por la Copa
Libertadores, al retomar actividad después de tomarse un descanso perdió 3
encuentros consecutivos.( Defensa, Unión y Patronato).
Si bien hay un compromiso desde la obligación
profesional, no deja uno de sentirse todavía colmado de placer por el logro
obtenido, entonces el cuerpo es como que no percibe ese estrés que genera la
alta competición permanente y el volver a empezar parece no ser sencillo.
También llama la atención la cantidad de lesiones
musculares que se están dando y aplicando solo el sentido común, tengo la
sensación de que todo está relacionado a la lógica relajación que invadió a un
plantel que cargó con una mochila pesada sobre sus espaldas durante 22
partidos.
Respecto del partido, Racing en el primer tiempo
apareció como un equipo muy largo, con jugadores sin reacción y
lejos unos de otros, desconectados, que le daban a sus rivales la posibilidad
de recibir con tranquilidad y manejar casi a gusto la pelota, que por suerte,
salvo en una sola jugada donde un Arias atento se jugo todo, insinuaba más de
lo que concretaba
Con un medio campo de rendimientos muy
bajos, solo intentó llegar a Andujar con
centros desde los costados través de las subidas de Saravia, que no encuentra
su mejor nivel y de Soto, quien si ha levantado mucho el suyo haciendo lo que
siempre hizo, arriesgar buscando salir jugando, pero ahora lo hace con más
seguridad, con más confianza.
El segundo tiempo, con un rival un poco más cansado
por el esfuerzo realizado en la primera mitad y con un Racing que de a poco fue
despertando de ese largo letargo en el que está inmerso, con un mejor trabajo
de Zaracho, de Soto y de un jugador que realmente sorprende por su ductilidad y
personalidad, Dominguez, de lo mejor del equipo.
A medida que corría el reloj, Estudiantes ubicaba
más delanteros y menos defensores y eso permitió que la Academia tuviera más
campo para el contragolpe generando algunas jugadas para abrir el marcador
que no se concretaron por buenas intervenciones de
Andujar o por fallas en la definición y por la toma de malas
decisiones en el pase final.
En síntesis, Racing hasta ahora parece un equipo que funciona con baja tensión, un
equipo al que le bajaron la llave y sin la energía plena ya no rinde ni
física ni mentalmente, por lo que debe buscar el modo de recuperar el alto
voltaje que le permita sacudirse esa modorra, esa sensación de embotamiento de
los sentidos, para poder reencontrarse con el juego que lo caracterizaba y que
lo llevó a consagrarse campeón.
Racing por el gol de visitante pasó a la próxima
ronda de encuentros, esta vez frente a un rival que tiene muy poco que perder,
pero mucho que ganar, porque ya está descendido y esa carga ya no la sufrirá,
mientras que nuestra querida Academia deberá dar muestras de una mejora
futbolística, para seguir avanzando y aspirar a jugar la final de esta Copa de
la SuperLiga.
Hasta pronto.