Nadie puede negar que un triunfo ayuda en todos los aspectos, especialmente en lo anímico para un plantel que debe recobrar la confianza y para un técnico que sabe que los buenos resultados para él son el respaldo que no encuentra en otros sectores.
Este triunfo no es uno más porque en esa cancha
nunca le fue fácil ganar y en ese aspecto pasa a tener mucho valor, pero con la
deuda de que el equipo sigue sin mostrar una mejora importante.
Racing buscaba salir jugando y lo lograba porque
Platense le cedió totalmente la tenencia de la pelota hasta la mitad de cancha,
para después cerrarle los caminos y al recuperarla salir de contra con Curuchet
y el chico Palacios, que sobre todo en el primer tiempo, le trajeron más de un
problema a la defensa donde Arias debió exigirse y responder con acierto en varias
oportunidades.
Neri Domínguez, cerca del final de esa primera
mitad, tuvo que ser reemplazado por Mauricio Martínez quien se acomodó mejor
junto a Novillo también de buen rendimiento.
Fue tan particular la transmisión que se podía oir
claramente lo que Pizzi le decía a cada jugador, pero daba la sensación que los
jugadores intentaban otra cosa, sobre todo Miranda, Alcaraz, Chancalay y
Moreno, quienes terminaban enredándose con la pelota o chocar contra los
defensas locales, solo Lovera sin estar bien del todo parecía entender un poco
lo que el técnico pedía, que buscaba hacer un tándem con Mena, de buen trabajo
otra vez, sobre ese sector de la cancha.
En un segundo tiempo donde Platense parecía tener
menos resto físico, los cambios de Melgarejo y Rojas le dieron un poco más de
claridad, pero no más cambio de ritmo, después llegó el momento de Fabricio Domínguez,
por un Schelotto que todavía sigue en deuda, lo que le permitió tener más salida
por la derecha y del chico Iván Maggi, “el
que no se fue”, para acompañar más a Copetti quien jugando al solitario, sufría
el maltrato de sus rivales.
Y a los 27 minutos Matías Rojas, mete una pelota de
centro para Melgarejo, quien se desperdició como marcador de punta y este de
bolea la clava junto al palo derecho del arquero De Olivera.
Platense fue con todo a buscar el empate y Racing se protegió buscando la contra que llegó a los 48 minutos cuando después de varios toques, Mena llega al fondo y con un pase atrás asiste a Maggi que era uno de los cuatro que llegaron al área y este convierte su primer gol en primera división, el segundo y definitivo gol de la Academia.
Para retomar fuerzas Pizzi busca apoyo en los triunfos, pero debe trabajar mucho en el equipo para que entiendan lo que tanto pregona y hoy escuchábamos y es que cuando tiene la pelota se vuelve demasiado para atrás, porque le cuesta mucho resolver, lo que lo convierte en un equipo lento y predecible.
Ahora llega uno de esos partidos que para Racing parecen
ser más difíciles que los del torneo, porque si no me equivoco quedó afuera en las
últimas tres que jugó, con el agravante de que en las últimas fue en su presentación.
Esperemos romper esa racha y sumar la tercera
victoria consecutiva.
Hasta pronto.