domingo, 30 de marzo de 2014

Sabor a triunfo.


Cancha difícil contra equipo complicado o cancha chica contra equipo difícil.
Podemos definirlo como se nos antoje, pero la cuestión es que, la mayoría de las veces a Racing le fue mal en su visita a Rafaela y esta vez, no tenía porque ser muy diferente, sobre todo por la actualidad de nuestro querida Academia

Pero así y todo, con un equipo donde prácticamente todos sus jugadores transitan por un bajo nivel, Racing pudo hasta haberlo ganado si los jueces de línea y el árbitro no hubieran hecho vista gorda en dos situaciones puntuales en el área de Rafaela, sobre todo en el grosero penal que en el segundo tiempo le comete el arquero Conde a Cerro.

Es realmente inaceptable el desentendimiento de Delfino ante tamaño penal, que aunque Cerro ya hubiera tocado la pelota el arquero “se lo lleva puesto” dentro del área y eso es penal le guste o no. La otra jugada es el gol de Vietto después de un disparo de Hauche que rebota en el palo, mal anulado por el línea ya que estaba habilitado.

En el equipo fue extraña la posición de Cerro, sobre la derecha y prácticamente como un marcador de punta, a quien se lo vio incómodo y preocupado más por la subida de los volantes de la “Crema” que por la generación de juego, aunque mejoró como todo Racing, en el segundo tiempo participando muy bien en el primer gol, pero sin redondear un buen partido.

Saja volvió a ser determinante para que Rafaela no convirtiera más goles ante las flojas actuaciones de la mayoría de los jugadores de la línea de fondo y volantes , llámese Zuculini, Campi, Corvalán –aunque Ibañez no lo hizo mejor, Saveljich, Cahais,  y  Alvarado quien tampoco aportó demasiada seguridad.

Arriba Vietto estuvo más participativo, sobre todo en la segunda etapa, y fue decisivo en las pelotas que definieron el partido. En el primer gol con un gran pase a la derecha para Cerro y en el segundo una buena definición (también le habían anulado el gol en el primer tiempo). De Paul no pudo generar mucho juego pero fue generoso en su esfuerzo por colaborar en la marca.

El otro jugador destacado fue Hauche a quien se lo vio más conectado con el juego, sobre todo cuando se posicionó de volante junto a Zuculini y a pesar de que falló en algunos pases, recupero mucho y administró con criterio la mayoría de las pelotas.

Finalmente Di Nenno no pesó y Roger Martinez arrancó como para destacarse pero se fue quedando y cometiendo errores por apresuramiento en sus últimas intervenciones, aunque asoma como un jugador interesante porque sabe y aguanta bien la pelota.

Saben que yo pienso que aún en los empates casi siempre en la cabeza de cada equipo hay un ganador y un perdedor del partido, -los puntos solo sirven para la tabla- y esta igualdad para Racing, presumo que tuvo sabor a triunfo, porque debíamos haberlo ganado si no nos hubiera perjudicado el arbitraje y casi nos venimos con las manos vacías.


Hasta pronto




domingo, 23 de marzo de 2014

Lo mejor fue el aliento, la emoción y la actitud.


Mucho en juego para el cuerpo técnico y los jugadores, ya que un resultado adverso hubiera sido negativo para ambas partes y seguramente hubiera desencadenado la salida de Merlo con el aumento del desencanto de la hinchada para con el plantel.

Pero algo quedó de manifiesto al ingresar “Mostaza” al campo de juego, la gente le dio su respaldo al recibirlo con una ovación, algo que no sucedió con el equipo.

Así que “con los nervios nerviosos” – como alguna vez titulé una de mis notas y como habitualmente suelo ver los encuentros de nuestro querido Racing y con un Merlo emocionado comenzó el primer tiempo

Y como viene sucediendo, con un  Racing que no puede manejar la pelota porque no tiene jugadores aptos para hacerlo, pero además sabiendo que ellos quedarían expuestos ante la hinchada en caso de no cambiar la imagen que hasta ahora venían mostrando.

No se si habrá sido porque han recapacitado al escuchar y/o leer todas las voces que se alzaban respecto a la falta de entrega o falta de compromiso que habían tenido hasta el momento, pero el equipo mostraba un cambio importante a pesar de sufrir los embates de Belgrano – fundamentalmente por los dos laterales que no hacían pie- que pudieron finalizar en gol si no fuera porque Saja estuvo sumamente atento y seguro y también porque el “picante” hoy estuvo suave, y ese cambio fue la actitud

Racing mantuvo alto su espíritu tratando de equilibrar un partido que no le era cómodo en ningún aspecto –aunque últimamente ninguno lo es- con las ganas y con la entrega, algo que se le venía reclamando.

Y esta vez la suerte estuvo de nuestro lado ya que cuando la estaba pasando mal, llega el penal por la mano de Lollo y que Saja lo convierte en gol.

A partir de allí Racing se serena un poco y comenzó a asentarse en defensa y en el medio, lo que le dio la posibilidad de lograr un gol más, pero esa primera parte finalizó uno a cero.

Segundo tiempo donde Belgrano sale a buscar pero Racing -como virtud si se quiere- no se distrajo y continuó creciendo con algunos jugadores destacados, como Saja, De Paul en uno de sus mejores actuaciones, Viola quien me parece jugó el partido más comprometido y más claro, Villar de buen trabajo, el segundo tiempo de Saveljich y para finalizar el partido correcto del chico Cabral.

Belgrano se contagió de un nerviosismo tal que lo llevó a cometer el segundo penal que le valió la expulsión a Velásquez y el que lamentablemente Saja no convierte al pegar en el palo, lo que volvió a generar en el Cilindro nuevamente un momento de incertidumbre.

Merlo apelo a otros cambios para ir frenando a Belgrano y Racing ya con campo abierto pudo haber aumentado en un par de jugadas más hasta que por fin llegó el desahogo cuando Hauche y Viola combinan en un par de toques y el “demonio” remata de zurda al gol.

Racing pudo sacar adelante este partido, determinante para la vida de la institución y de nosotros los hinchas, donde lo mejor fue el aliento de una hinchada "inclaudicable", la emoción de “Mostaza” y la actitud de los jugadores.

Un triunfo con una segunda parte en la que se pudo observar un crecimiento importante, si lo comparamos con lo malo que este equipo venía ofreciendo, que nos permite a todos, cuerpo técnico, jugadores, dirigentes e hinchas, respirar hondo y serenarnos un poquito, como si concertáramos una tregua en una fuerte disputa, para, porque no, pensar que lo que se dio hoy en la cancha sea el principio de la solución  para salir de esta difícil encrucijada.

Hasta pronto.


lunes, 17 de marzo de 2014

Hoy un juramento, mañana una traición…


Hoy un juramento, mañana una traición…

Muchos de los integrantes de este equipo a fines del torneo anterior y hasta después de los partidos del verano se llenaban la boca alabando a Merlo.
Hablo de los referentes y de los pibes.
Pero hoy se llaman a silencio, justamente cuando los sucesos parecen repetirse como hace seis meses atrás, donde el técnico actual puede llegar a dejar su cargo, y entonces, según comentan periodistas partidarios que normalmente no mienten, así como pasó con “Nacho” Gonzalez, los jugadores vuelven a tomar partido en decisiones que son exclusivamente de la CD, señalando que Camoranessi debería ser el técnico si “Mostaza” da un  paso al costado.
Primero habría que saber porque “Mostaza” pasó de ser el técnico que llevó a varios jugadores a declaraciones elogiosas de su persona en todos los medios, a convertirse en un DT a quien no se le entiende lo que dice, de acuerdo a voces internas del grupo que habla en las sombras.
Daría la sensación que estos jugadores, quienes, no se sabe bien porque, se deglutieron a varios entrenadores en poco tiempo, se hubieran juramentado que todo lo que llegue después de Zubeldía debía fracasar, porque se han encargado de demostrarlo en cada partido con pésimas actuaciones, sin rebeldía y sin amor propio. Solo dejando ver gestos de disconformidad a cada momento, en lugar de demostrar que son buenos profesionales y tienen dignidad para defender los colores del club que les paga y al que muchos dicen amar.
Trato de entender el fuerte compromiso que había tomado el grupo con Zubeldía y el dolor que les puede haber causado la salida de su técnico, pero no comprendo porque a partir de ese momento este plantel que continúa demostrando que ha perdido la actitud y  dignidad como profesionales para salvarse de sus errores y fracasos expone “no entender a ninguno de los DT nombrados en su reemplazo”, salvo que salga del mismo grupo.
Las declaraciones de Carlos Ischia en Radio América que leí hoy en un twitter de Comunidad RacingClub, @comu_racing  “Agarré Racing con muchas ganas de sacarlo adelante pero la realidad es que muchos jugadores no tenían ni la actitud ni la intención de sacar adelante el club. Me sentí muy mal como técnico porque no solo que mi mensaje no llegó a los jugadores sino que solo recibí falta de respeto y de compromiso de muchos de ellosconfirman esa presunción, y que además creo es la que el hincha tiene sobre el comportamiento de la mayoría de los jugadores que forman parte de este plantel.
Hoy un juramento, mañana una traición…parece ser el lema que rige a los integrantes del plantel de Racing porque es muy llamativo que todos los entrenadores sucesivos a Zubeldía finalicen teniendo problemas con los jugadores, sin darse cuenta que finalmente los “soldados de las derrotas” serán ellos.
Quizás y como una utopía la solución para estos muchachos sería decirles que “Luis” vuelve a ser su técnico.

Hasta pronto.

¿“Mostaza” vencida?


Racing perdió lo que nunca debe perder un equipo.
El amor propio.
Por eso se ve desde el comienzo a un equipo entregado, sin reacción.
Un equipo de “piernas caídas” que se arrastra en el campo de juego y que solo parece ver pasar el tiempo como meros espectadores, pero en ubicaciones preferenciales.
Y eso que Newell’s venía de jugar hace menos de 72 hs. en Brasil contra Gremio, aunque en realidad parecía que era Racing el que había jugado el partido por la copa.
Pero es evidente que el desgaste que sufre la Academia es mental y anímico, lo que paraliza el cuerpo y confunde las ideas en este equipo invadido por el miedo.
El único jugador que Racing mostró en el campo de juego en esa primera parte fue Rodrigo De Paul, después los demás estaban como desaparecidos en acción, con jugadores que exhiben un llamativo bajón, fundamentalmente Zuculini y Gómez.
En el segundo tiempo Newell’s bajo un cambio y entonces apareció la falsa imagen de un Racing más ambicioso con el cambio de Guillermo Hauche por Ibáñez y con la entrada de Camoranessi, pero que lamentablemente reemplaza a De Paul, lo que no tiene mucha explicación, para terminar finalmente con Vietto por Gabriel Hauche.
Hubo un par de jugadas que lo acercaron al gol pero cada vez que los rosarinos atacaban había sensación de gol, el que finalmente llega por medio de Treseguet que define perfecto desde larga distancia por encima de Saja, ante un error en la salida de Racing entre para mí el peor jugador de la cancha Bruno Zuculini y Corvalán.
Después el ole del público y el toque que lastima, hiere y profundiza la herida de los hinchas de Racing.
Racing no le hace "cosquillas" al área rival porque no tiene presencia, no la pisa, salvo en una pelota parada y así es imposible pretender que se conviertan goles.
Además la falta de ideas y de juego lo muestran con una gran fragilidad en todas sus líneas, lo que realmente preocupa ya que no deja ningún atisbo de esperanza para que esto mejore.
¿"Mostaza" vencida?
Es muy factible porque para darle algo de sabor a este equipo insípido e insulso, que los hinchas tenemos que digerir semana tras semana, quizás haya que probar con otro condimento. 
Algo hay que hacer y pienso que el comienzo es que los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes deben sincerarse con ellos mismos mostrando sus verdaderas caras.

Hasta pronto.





lunes, 10 de marzo de 2014

Es tiempo de decisiones extremas.


Hay cosas que no se entienden, como por ejemplo porque no se intenta lo del segundo tiempo de arranque en el primero. Pero parece que hasta ahora no hay respuesta alguna porque Racing volvió a jugar otra primera etapa para el olvido.

De nada vale decir que Racing no mereció perder por lo realizado en la segunda parte, que con el permanente aliento de la hinchada generó varias situaciones de gol y quizás debió haberlo ganado, aún sin mostrar un buen juego, pero lo errores se pagan caro y el segundo gol fue un golpe K.O. para el equipo y fundamentalmente para la gente.

En ese segundo tiempo Racing había hecho mucho más que Boca pero por la misma zona de donde llegó el primero, se gestó el segundo gol.
Desatenciones, distracciones y con actitudes llamativamente desafortunadas de Gómez, quien parece jugar por compromiso y de Cahais quien a pesar de su experiencia comete un error de un principiante en la marca de Gigliotti, Boca se pone en ventaja y ahí se terminó todo.

Este equipo ha perdido totalmente su fe y lo que más me temo es que ya no le tengan confianza a Merlo, a pesar de que son los mismos jugadores que al término del torneo anterior y durante el verano se les escuchó alabar a “Mostaza” hasta el cansancio, aunque ahora de sus bocas no sale palabra alguna.

Pareciera que el pasado nos persigue y al igual que el segundo semestre del 2013 todo vuelve a tornarse peligroso, porque los tiempos se acortan y el ambiente interior no ayuda a recomponer esto.

Es tiempo de decisiones extremas y Racing es prisionero del tiempo.

Una de las cuestiones es confirmar a “Mostaza Merlo” hasta el final y aceptar lo que el destino nos marque o reemplazarlo ya, pero que se hace con los jugadores, porque salvo Cerro los demás son los mismos del torneo anterior.

Cualquier determinación que tome el presidente será siempre polémica y controvertida, porque la mayoría de las veces hablamos con el “diario del lunes.”

Mientras “Mostaza” habla de su fuerza interior para afrontar este momento, la hinchada en general muestra la fuerza del cariño hacia quien nos dio el último campeonato, por lo que la situación para Victor Blanco no es nada fácil, ya que debería enfrentarse contra estas dos fuerzas.


Hasta pronto.






jueves, 6 de marzo de 2014

Frente a las puertas del horno.


Daría la sensación que algo pasa en el plantel porque los jugadores parecen tener la cabeza en otra cosa y quizás sea cierto, dado que esa sensación de temor, de inseguridad y de desorden que el equipo mostró en la mayor parte del torneo Inicial del 2013 hasta la llegada de Merlo, volvió a instalarse nuevamente en el seno del equipo.

Y esta vez se está llevando a la rastra a “Mostaza” quien parece haber perdido esa convicción y esa confianza con la que asumió y que fue lo que le transmitió al plantel logrando esos puntos tan necesarios.

Pero de aquel equipo bastante sólido y seguro en su andar, que incluso mantuvo en el verano, por lo que hoy pudimos ver ya no queda nada.

Lanús jugaba por momentos a voluntad tocando entre líneas mientras los jugadores de Racing los corrían sin poder recuperar ninguna pelota. Los volantes de Racing no se encontraban para nada cómodos y la defensa tampoco hacía pie por lo que solo se sacaban la pelota de encima con un rechazo largo a la buena de Dios, rogando que caiga cerca de Vietto o de Hauche.

Los granates no tuvieron muchas situaciones de gol pero pateaban desde afuera del área y uno de esos disparos pegó en el travesaño, pero el siguiente -ante un despeje horroroso y desesperado de Saveljich-  el volante Barrientos convirtió el gol.

Lamentable por donde se lo mire el primer tiempo de Racing.

El segundo tiempo presentó a De Paul por Villar, y el pibe le dio un poco de juego, sobre todo en los primeros 30 minutos pero hay jugadores que están muy, pero muy bajos, como el caso de Vietto, por lo que Racing no pudo concretar el par de situaciones que tuvo.

Después entraron Viola y Camoranessi por Campi y Hauche y en ese partido más abierto parecía que se podría aspirar a que alguna jugada finalizara en gol, y sobre el final una pelota larga sobra a la defensa de Lanús dejando a Vietto solo sobre un costado del área quien en forma egoísta prefirió tirar al arco en lugar de buscar a Viola quien había quedado en posición de gol.

De todas maneras, poco, muy poco de todos y eso es como nada. Hasta Cerro entró en el desorden y la desesperación lo que lo llevó a ganarse la quinta amarilla y no estar contra Boca.

A la vista se nota que no hay ambición alguna, ni fuerza anímica ni convicción, hay más resignación que otra cosa. Solo insinuaciones sin sustento alguno.

Estamos frente a las puertas del horno, porque la situación está difícil, tensa y complicada, pero algo debe pasar para que esto cambie.
Mi esperanza radica en la experiencia de Merlo quien debe volver a las fuentes, aquellas que le dieron al equipo ese sentido de solidaridad, de entrega y de convencimiento que hoy reclamamos todos los hinchas.

Porque si esto no cambia radicalmente, en los próximos diez días donde nos enfrentamos con Boca y Newell’s, podemos dar esos pocos pasos que nos introducirían en ese horno bien caliente y allí ya no habría mucho tiempo para que alguien nos salve del infierno.

Hasta pronto.






sábado, 1 de marzo de 2014

Causa y consecuencia de un empate con sabor a derrota.


Siempre he sostenido que los empates solo sirven para la tabla de posiciones pero nunca para el ánimo y la moral de uno de los dos equipos que se enfrentan y finalizan con ese resultado.

En la casi totalidad de los casos en la cabeza de los integrantes del equipo, cuerpo técnico e hinchas, hay uno que lo pierde y otro que lo gana.

Anoche se dio uno de esos casos, pero todo esto no es una casualidad.

La consecuencia del empate con sabor a derrota tiene una causa que es la forma en que Racing –suponemos por una decisión de Merlo- siempre entrega la posesión de la pelota, sobre todo si el equipo se pone en ventaja.

Entonces como viene sucediendo desde el partido con Colón y aún jugando de local, este año Racing nunca se ha adueña del partido desde el comienzo.

Pasó con Colón, pasó con Tigre y ahora con All Boys.

Nunca hay presencia fuerte como local. Nunca una concreta demostración de querer ganar el partido con convicción. Siempre el equipo está esperando a ver que hace el rival y por supuesto si el primer gol lo hace el adversario, ya se hace casi imposible revertir la situación.

Con Colón –y no por ser pájaro de mal agüero- mi nota se tituló “El vaso medio lleno o medio  vacío” porque la imagen del segundo tiempo fue paupérrima, con la lamentable consecuencia que se repitió en todos los encuentros que le siguieron.

Racing nunca toma la iniciativa y hoy fue un ejemplo más.

Admitiendo que el chico debutante de marcador de punta en reemplazo de Gómez estaba atado seguramente por los nervios del debut, prácticamente el equipo tuvo un hombre de menos durante ese primer tiempo, porque Bazán – a quien no debemos caerle ya que era bastante lógico que se sintiera inseguro por su debut- no tomaba decisiones correctas cuando tuvo la pelota en sus pies y se lo notaba como ahogado para volver a su posición en los momentos que se animó a subir por su costado donde muy pocas las veces le entregaban la pelota.

Entre que De Paul no entraba en juego y Villar no se soltaba –quizás preocupado por la inseguridad manifiesta que exhibía Bazán-, Racing solo trataba de llegar a fuerza de pelotazos que partían de los pies de Ortiz y Saveljic, dado que cuando se hacía de la pelota carecía de idea de juego y la misma volvía a la línea de fondo para que desde allí partiera el pelotazo salvador para Viola y/o Vietto.

Y es en ese primer tiempo donde comienza a crecer la figura de Cerro, el mejor jugador de la cancha, quien reúne todas las condiciones para ser el “cinco” de este equipo, por su categoría de jugador y por su personalidad.

Algo que puede ayudar a que Merlo se decida a soltar nuevamente a Zuculini.

En esa primera parte y en una jugada más o menos bien hilvanada Racing logra el gol por intermedio de Villar, quien de alguna manera comienza a levantar su juego – sin llegar a ser el volante que fue en Godoy Cruz- pero el equipo nunca se pudo imponer ante un All Boys que apenas insinuaba atacar.

Pero el segundo tiempo mostró la verdadera cara del planteo  –aunque “Mostaza” Merlo lo niegue- con un Racing metido atrás y esperando que al tener la pelota el rival comience a dejar espacios atrás.
Algo parecido a lo que hacía  Zubeldía, fundamentalmente en los segundos tiempos si iba en ventaja.

Y aunque es verdad que hubo algunas situaciones muy claras para aumentar el resultado y definir de alguna manera el partido, también es cierto que le fue entregado a los “Albos” el manejo del partido lo que aumentó su confianza sabiendo que cualquier error le podía permitir llegar al empate.

Y ante la falta de definición de Racing y la posesión de la pelota por parte de All Boys, el empate se veía venir. Porque Racing alimenta al caído. Le permite tener otra vida cuando tendría que rematarlo. Y esto es la consecuencia de este bendito planteo, al que ahora se le suman cambios realmente inesperados.

Yo no puedo entender –aunque Merlo lo justifique- el cambio de Corvalán por De Paul.
Quizás en ese momento debió ser Camoranessi.

Era un dolor de ojos ver como un equipo sin grandes figuras iba a corralando a Racing en su área ante la impotencia de los jugadores de la Academia, lo que da lugar a posteriori a declaraciones de los rivales que se afanan de decir “dominamos todo el segundo tiempo”.

No amigos, Racing se deja dominar por el equipo rival, por más débil que sea.

El miedo llegó a la Dirección Técnica y esto se transmite a un plantel inseguro, donde cada pelota es nerviosamente jugada y cuando llueve sobre el área los errores se multiplican.

En algunos partidos del torneo anterior Merlo se animó a presionar en campo contrario
( ejemplo contra Gimnasia en La Plata ) pero esta vez ni siquiera lo intentó ante un equipo desesperado y jugando de local.

Ojalá encuentre el rumbo, pero para eso primero hay que encontrar la brújula, que parece haberse perdido en el verano.

Hasta pronto.