miércoles, 7 de julio de 2010
Nuestro amor y nuestra pasión por Racing están signados por el dolor y el sufrimiento, por eso estamos preparados para hacerle frente a todo.
Porque hace años que nos duele el alma y muy bien lo dicen en Facebook
"Racing, me haces doler el alma pero no puedo dejar de amarte"
Por eso es que hoy nos cuesta creer y aceptar que pueden volver tiempos felices.
Tiempos de festejos y de abrazos como los que vivimos en el 2001.
Es que no deseamos festejar más "campeonatos de promociones", queremos festejar que Racing tenga un buen equipo, que pueda jugar a lo grande en cualquier cancha y que pelee por cosas importantes.
Giovanni Moreno, Pillud y Toranzo le pueden dar a Racing el toque de calidad que necesitaba.
De Giovanni Moreno vi algunos videos pero fundamentalmente escuché hace un par de meses atrás, hablar muy bien de él al técnico argentino Cabrero, hoy asesor de Lanús, que lo tuvo en su plantel el último año que dirigió en Colombia. De Pillud, lo vi jugar en N'ewells Old Boys y se mostró como un jugador rápido, con mucho ritmo y llegada al área rival, ocupando en algunas oportunidades la función de volante por derecha. De Toranzo ya mostró en Huracán que ha crecido mucho como jugador. Faltarían el arquero y un punta. El arquero tal como lo señalé en su oportunidad me hubiera gustado mucho que fuera Brown de Rosario Central, pero parece que Merlo pidió que no lo vendan y el jugador se quedará en su club.
Como nombres alternativos se habla de Vega de River, que mostró momentos buenos y otros no tanto, pero ya que no llega Brown, un arquero que lo vi bastante seguro en muchos partidos es Islas el de Tigre.
Respecto del delantero se comenta que podría ser Parra, a mi gusto un jugador realmente interesante ya que tiene gol, una gran entrega y siempre va al frente.
Hay una buena base, hay un buen técnico con experiencia y parece que hay buenas incorporaciones.
Hay motivos para ilusionarse.
Hasta pronto.
pascual1443@gmail.com
La rebeldía que faltó adentro, estaba afuera.
Siempre hablo de Racing, pero hoy quería dejar una reflexión sobre
Dejando de lado los errores tácticos y el tempranero gol de Alemania, que pudo haber modificado planes y confundir ideas, es casi inaceptable que una Selección Nacional que tenía 90 minutos por delante y que se supone estaba “herida en su amor propio” no muestrara signos de reacción para sobreponerse al sorpresivo golpe recibido.
Peor aún después del segundo gol recibido, donde uno espera que aparezcan él o los líderes que llevaran al equipo hacia delante aún con el riesgo de recibir más goles.
El fondo de Argentina no achicaba y el equipo quedó partido al medio con un juego que se iba diluyendo a medida que pasaban los minutos y la inseguridad fue ganando a todos.
Era como si sabían lo que les podía pasar, algo que finalmente sucedió igual.
Pero un equipo que aspira a ser el mejor del mundo, debe estar preparado para enfrentar situaciones difíciles, porque el fútbol está lleno de virtudes y errores, que son lo que lo hacen impredecible, por eso debe tener buenos jugadores, pero también contar con algunos que posean el carácter necesario para convertirse en líderes naturales en los momentos adversos, demostrando que nada está perdido hasta el final.
Eso es lo que lo hace grande, digno, respetado.
No alcanzó con el esfuerzo y la entrega de Tévez ( hoy la expresión máxima como jugador para el hincha argentino ) porque podrá ser “ el jugador del pueblo” pero no es un líder.
Los líderes aparecen fundamentalmente en los momentos críticos y con sus “actitudes y el grito justo” se transforman en una inyección anímica para sus desanimados compañeros haciéndoles ver que se puede revertir el trámite.
Esos “gritos” que deberían haberle llegado por ejemplo a Messi, para que reaccionara anímicamente y de esa manera ser el jugador que todos esperábamos.
Pero parece que a Messi en los momentos críticos o adversos le falta rebeldía, faceta que lo diferencia aún más de Maradona, esa rebeldía que Diego como jugador le sumó siempre a su talento y que lo convirtió en el más grande.
La rebeldía que le falto a muchos jugadores, incluso hasta para “desobedecer” al técnico, sacando a relucir su amor propio dejando todo por esta camiseta.
Lamentablemente esta vez, la rebeldía que faltó adentro, estaba afuera.
Hasta pronto.