jueves, 12 de enero de 2017

Confío en este plantel.


Porque confío?

Muchos pensarán porque regresó Diego Cocca, pero no, aunque por supuesto es un aditamento importante.

Confío por algo que sucedió en el segundo semestre del año pasado.

Fue en la tarde de aquel domingo 27 de noviembre en el Cilindro, donde Racing apabulló a Independiente en el clásico, jugando de forma excelente, tanto que hasta diría humilló a nuestro principal rival.

Ese equipo, ese día, pareció que no era el que venía participando durante el 2016, daba la sensación de que era un conjunto distinto, sin complejos, sin irregularidades, sin dudas, sólido, confiable.
Esa actuación no fue magia, ni fruto del azar, fue el compromiso de un grupo de jugadores que sabían que no podían defraudar a los hinchas frente al rival de toda la historia.

Pero algo ocurrió porque todo lo que jugo a posteriori lo hizo de una manera horrible, donde en realidad pareció que hubiera sido Racing el humillado y me hizo pensar si no había sido un sueño el partido con los vecinos.

El equipo que debería tener elevado al máximo el grado anímico apareció frente a Boca desordenado, sin voluntad, diría como “depresivo”, sin alma.

Estaba con mucha bronca porque además los comentarios periodísticos y las declaraciones de Licha y Pillud, me llevaron a pensar que no todo estaba bien internamente y con el Ruso Zielinski.

Algo que las actuaciones ante Boca y Olimpo  parecían confirmar, lo que me llevó a escribir en este blog, el día 10 de diciembre y después del partido frente a los bahienses, párrafos como “…por eso creo que esa entrega total en el clásico fue como un “acuerdo” porque si no la hinchada se los comía crudos y por ese partido dejaron las diferencias de lado…”.   

Y a la semana siguiente después de la derrota ante Unión decía“Algo pasó después del clásico ante Independiente, fue una triunfal falsa imagen o fue relajación, pero algo determinó que en los últimos tres partidos el equipo estuviera a la deriva, jugando muy mal, convirtiendo solo 2 goles y recibiendo 7.”

Tiempo después todo finalizó como uno esperaba, por “h” o por “b” y palabras más, palabras menos, es evidente que no hubo química entre el grupo y el técnico, por motivos que solo ellos saben, por lo que, de nada vale que aclaren ahora que todo estaba bien con él.

Pensando en este año, digo que confío en este plantel, basándome en el hecho más destacable del 2016, que fue ese fabuloso triunfo, donde de alguna manera y quizás hasta sin darse cuenta, quedaron expuestos ante los hinchas de Racing, porque demostraron que cuando quieren pueden.  

Para algunos será poco, pero como dice el refrán “para muestra basta un botón”  y como pienso que no fue casualidad lo que Racing jugó en ese domingo inolvidable, tengo fe en lo que viene, lo único que deben hacer es lo que deberían haber hecho siempre, dar lo máximo, con responsabilidad, con actitud y con solidaridad, como profesionales que son.

Por ellos mismos y por todos los hinchas de Racing.

Hasta pronto.