domingo, 27 de mayo de 2012
Bajó la presión.
Sí, porque lo sucedido en la semana fue un pesado ingrediente que hizo aumentar la natural presión que envolvía a todo el plantel y a su cuerpo técnico, y aunque lo sucedido hace unos días tuvo como blanco a Gío y Santander en realidad fue un mensaje para todos.
Con esa pesada carga se presentó Racing en Córdoba ante Belgrano y el equipo de alguna manera mostró esa tensión en el juego.
Belgrano jugó como siempre, mucha lucha en el medio y tratando de sorprender a Racing con algúna pelota larga para Perez, mientras Racing trataba de hilvanar alguna jugada sobre todo con Castro y Viola por los costados. A todo esto Gío se debatía en el medio sin reencontrarse con su juego aunque tuvo una jugada interesante sobre la izquierda que terminó en un centro que nadie pudo conectar.
Adelante un Caballero voluntarioso sin ninguna luz no aportaba mucho porque tampoco le llegaba nada, mientras en el medio se debatía Pelletieri -que ha bajado su rendimiento- junto a Zuculini, quien comenzaba a convertirse en lo que iba a ser: la mejor figura de Racing. Atrás una defensa más atenta que en otros partidos contó además con un arquero que volvió a recuperar el buen nivel, aunque Belgrano estuvo más cerca aún sin hacer demasiado.
Estaba claro que lo que se buscaba era no perder para cortar la racha negativa y sumar algún punto. A los pocos minutos del segundo tiempo Santander reemplaza a Caballero pero lo más importante fue que Gío comenzó a pesar mucho más en el trámite. Se lo veía como “queriendo ponerse el equipo al hombro” incluso colaboró mucho más en la recuperación. Y a los 15 minutos en un corner toca corto a Castro y recibe la devolución, amague de disparo al arco y su marcador fuera de camino para después sí, pegarle fuerte al palo izquierdo de Olave, quien llega a tocarla pero no puede impedir que se convirtiera en gol.
Felicidad en todos los aspectos. En la cara de Gío. En los rostros de sus compañeros. En los abrazos de ellos para con quien había sido el destinatario principal de la amenaza. Felicidad en el banco y en los hinchas.
Para la agresión una caricia.
Fue un período de tiempo corto en el que Racing se movió bastante bien tratando de hacer circular la pelota a partir de ese mejor ánimo que nacía en Gío y se irradiaba a todos sus compañeros, hasta que un golpe -que esperemos no lo margine- a los 23 minutos lo deja fuera del partido.
Cambio sorpresivo, ya que en lugar de Fariña su reemplazante natural, entra Aued. Esto dejaba bien en claro que era lo que buscaba el técnico. Defender esos tres puntos que tenía en su bolsillo. Diez minutos más tarde la lesión de Pelletieri – ojala no sea nada grave- le da lugar a Lluy que no participaba de un partido oficial desde hace mucho tiempo.
Ya pasaba todo a tratar de que corra el tiempo pero Belgrano tuvo lo suyo y aquí es donde entre el palo y la gran tarea de Saja permiten que Racing vuelva con tres puntos que lo predisponen de otra manera para enfrentar el resto del torneo y fundamentalmente a River por la Copa Argentina.
Bajó la presión para todos. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas.
Hay más aire. El sol viene asomando.
Hasta pronto.
miércoles, 23 de mayo de 2012
La SUMA de todos los miedos le RESTA posibilidades al equipo.
A los “miedos” naturales que se viven en una situación deportiva como la de Racing donde todo pasa por donde el nerviosismo, la irritación, la inseguridad en el juego y las discusiones graves en el vestuario ocupan y preocupan, se le suma lo sucedido a Gío Moreno y a Santander a la salida del entrenamiento de ayer.
Esto agrava por supuesto la situación personal de cada uno de ellos y que se retransmite al resto del plantel porque de alguna u otra manera todos o la mayoría deben sentir que les puede pasar lo mismo, termina de sumergir al equipo en la peor de las situaciones como para sacar adelante los cuatro partidos –muy importantes para este momento de Racing- que faltan para finalizar el torneo de la mejor forma posible.
Es evidente que la SUMA de todos los miedos le RESTA posibilidades al equipo para enfrentar estos últimos encuentros ya que es factible que estos jugadores soliciten no integrar más el plantel y terminar su vinculo con el club, algo que se sumaría a los ya retirados Teo Gutierrez y Claudio Jacob.
Pienso que no había ninguna necesidad de llegar a esta grave amenaza que preocupa y asusta a quien la sufre y fundamentalmente con Gío quien casi con seguridad no continuaría en el plantel, -Zubeldía por sus acciones y declaraciones dejaba en claro que no contaría con él para el próximo torneo-.
Pero además de esto lo que nadie puede asegurar es que teniendo actitudes como estas se va a lograr que el equipo juegue bien y que gane todos los partidos. Si así lo fuera un equipo de jugadores mediocres amenazado, saldría campeón.
Posiblemente se logre lo contrario porque el susto y el terror encienden una alarma interior en cada uno de los integrantes del plantel, perdiendo seguramente la poca serenidad que quizás le quedaba y donde la cabeza de cada uno seguramente ocupará más tiempo pensando en lo que les pueda pasar que en el partido mismo.
No es el camino. Uno como hincha sufre y está a disgusto con muchos jugadores a pesar de que los alabamos anteriormente, y tenemos derecho a quejarnos sobre todo cuando las cosas no salen bien, todos gritamos, silbamos y hasta insultamos- aunque no corresponda- pero la amenaza armada pasa los límites de lo razonable.
Así nada ganamos.
Hasta pronto.
lunes, 21 de mayo de 2012
Los problemas de Racing no tienen soluciones simples.
Otro partido más perdido y van 8, muy cerca de los 10 que perdió Russo.
La culpa no es solo de Zubeldía, también lo fue de Basile, pero la verdad es que de 15 partidos Racing solo gano 4 y eso marca algo más profundo que está inserto en el plantel más que en los cuerpos técnicos.
Ya no hay estados de estos jugadores que no se hayan señalado y tanto sean anímico o futbolístico –ambas cosas están concatenadas- hay una realidad que salta a la vista en cada encuentro y es la falta de confianza traducida en la poca expresión de fútbol que este equipo ofrece más el decaimiento físico y de espíritu que exhibe este plantel en la mayor parte de sus encuentros.
Hoy fue un ejemplo más que claro. Un comienzo donde intentó darle ritmo al juego buscando por afuera ante un Boca muy sereno que aguardaba expectante su momento y que no inquietó demasiado en ese primer período. Racing fue más y tuvo dos o tres ocasiones propicias como para abrir el marcador pero se notaba que no se sentía dominador del juego porque nunca se soltaba del todo.
Pero en el segundo tiempo Racing dejó en el vestuario lo poco que había hecho de bueno en la primera etapa y Boca tomó la iniciativa que no abandonó en toda la segunda etapa llevando a Racing cada vez más cerca de su arquero. Fue mucho más que un Racing “sin piernas” que solo aportaba alguna muestra de voluntad, y una falta de respuesta física que seguramente pasa más por lo anímico. Racing no asumió que podía pelearle a este Boca mixto el partido hasta el final asumiendo en ese segundo tiempo que estaba frente a un equipo superior y no hubo respuesta alguna aferrándose cada vez más al empate, hasta que Viatri, el verdugo de Racing, nos hizo ver otra realidad.
Lo que pasa es que los problemas de Racing no tienen soluciones simples.
Es importante tener buenas intenciones pero con eso solo no alcanza sino hay concreciones y esto se puede aplicar a lo que por momentos le pasa a Racing, busca pero no concreta, lo que lo lleva a bajar los brazos sin poder sostener esa mínima supremacía, entregándose a la buena de Dios y a lo que haga su rival de turno. Pero Boca no perdona y desnuda los muchos problemas que tiene hoy nuestro equipo.
Las respuestas a los problemas pueden ser muchas o una sola, depende del cristal con que se mira, pero en este momento a mi gusto hay una sola y es que el plantel se una más que nunca comprometiéndose a fondo en cada partido hasta el fin del torneo como buenos y serios profesionales.
La hinchada lo hizo, lo hace y lo hará siempre.
Hasta pronto.
La culpa no es solo de Zubeldía, también lo fue de Basile, pero la verdad es que de 15 partidos Racing solo gano 4 y eso marca algo más profundo que está inserto en el plantel más que en los cuerpos técnicos.
Ya no hay estados de estos jugadores que no se hayan señalado y tanto sean anímico o futbolístico –ambas cosas están concatenadas- hay una realidad que salta a la vista en cada encuentro y es la falta de confianza traducida en la poca expresión de fútbol que este equipo ofrece más el decaimiento físico y de espíritu que exhibe este plantel en la mayor parte de sus encuentros.
Hoy fue un ejemplo más que claro. Un comienzo donde intentó darle ritmo al juego buscando por afuera ante un Boca muy sereno que aguardaba expectante su momento y que no inquietó demasiado en ese primer período. Racing fue más y tuvo dos o tres ocasiones propicias como para abrir el marcador pero se notaba que no se sentía dominador del juego porque nunca se soltaba del todo.
Pero en el segundo tiempo Racing dejó en el vestuario lo poco que había hecho de bueno en la primera etapa y Boca tomó la iniciativa que no abandonó en toda la segunda etapa llevando a Racing cada vez más cerca de su arquero. Fue mucho más que un Racing “sin piernas” que solo aportaba alguna muestra de voluntad, y una falta de respuesta física que seguramente pasa más por lo anímico. Racing no asumió que podía pelearle a este Boca mixto el partido hasta el final asumiendo en ese segundo tiempo que estaba frente a un equipo superior y no hubo respuesta alguna aferrándose cada vez más al empate, hasta que Viatri, el verdugo de Racing, nos hizo ver otra realidad.
Lo que pasa es que los problemas de Racing no tienen soluciones simples.
Es importante tener buenas intenciones pero con eso solo no alcanza sino hay concreciones y esto se puede aplicar a lo que por momentos le pasa a Racing, busca pero no concreta, lo que lo lleva a bajar los brazos sin poder sostener esa mínima supremacía, entregándose a la buena de Dios y a lo que haga su rival de turno. Pero Boca no perdona y desnuda los muchos problemas que tiene hoy nuestro equipo.
Las respuestas a los problemas pueden ser muchas o una sola, depende del cristal con que se mira, pero en este momento a mi gusto hay una sola y es que el plantel se una más que nunca comprometiéndose a fondo en cada partido hasta el fin del torneo como buenos y serios profesionales.
La hinchada lo hizo, lo hace y lo hará siempre.
Hasta pronto.
domingo, 13 de mayo de 2012
Sobró medio campo de juego.
La historia anticipaba que ultimamente en esa cancha pocas veces pudimos disfrutar de un triunfo y esta vez volvió a tener valor esa estadística, a pesar de que parecía que el empate nos iba a regalar un punto por el cual solo aportamos voluntad.
Este equipo, que lamentablemente no tiene ningún atractivo salvo alguna intervención de Saja – lástima el gol del final – ratifica partido tras partido que no podemos imaginarnos más de lo que mostró esta tarde en La Paternal.
Un equipo que ha perdido el poco juego que alguna vez mostró –agravado por la salida justificada de Teo Gutierrez- y que ahora solo aspira a entregarse en cada encuentro con todo lo que tiene -si se quiere algo rescatable- pero que deberemos entender que “esto es lo que hay” y que seriamente creo que en esta etapa no podemos aspirar a más.
En el partido de hoy sobró medio campo de juego, ya que Racing se refugió en su campo entregándole la cancha y la pelota a Argentinos para ver si podíamos meter un contra-ataque, con el agravante que al recuperarla se la devolvíamos con un largo pelotazo, aún admitiendo que en uno de esos lanzamientos encontramos la cabeza de Caballero para habilitar a Viola quien definió con suma calidad empatando el partido.
Pero el resto fue solo sacarla como se podía esperando que el tiempo pase.
Muy poco para sobrevivir de la andanada de ataques con desbordes –sobre todo por la izquierda de la defensa donde Litch tuvo una flojísima actuación- que nos proponía el local donde quedaba en claro la diferencia de objetivos en el planteo y la velocidad a partir de la mitad de cancha que imponía con bastante precisión lo que auguraba un mal final.
Por los resultados de los demás partidos que se habían dado era un encuentro para casi salir del peligro de la promoción, pero es cierto también que no se hizo nada como para lograr el triunfo, solo hubo un reconocido sacrificio.
Veníamos de jugar entre semana y algunos podrán decir, pero Toranzo…y Gío….?
Son dos buenos jugadores pero parece que en esta etapa coincidieron dos aspectos para que no integren el primer equipo: Uno es el estilo de juego que busca Zubeldía con más dinámica, más entrega y más velocidad, y el otro aspecto es que a ambos jugadores no se les nota ese plus de compromiso que hace falta para convencer al técnico y al hincha cuando les tocó jugar.
Al contrario pareciera como que se han entregado a llevar la cruz de la resignación dejando pasar el tiempo sin que les preocupe el presente y el futuro, atentando si se quiere contra ellos mismos, ya que debieran entender que de última hay que luchar por uno mismo, por el orgullo de sentirse vivo, de sentirse útil.
Europa a través de los años ha demostrado que algunos jugadores a los que habitualmente se los llama “pechos fríos”, cuando tuvieron la oportunidad de jugar en equipos de ese continente cambiaron su estilo y se adecuaron a un ritmo y velocidad que aquí no exhibían.
Vienen momentos difíciles y no es fácil que este equipo desbalanceado, de defensa endeble y ataques inofensivos, pueda encontrar la fórmula que le permita recuperar la confianza perdida para enderezar el rumbo en el último tramo y ponerle fin a la angustia.
Ojalá suceda, por el bien de todos los racinguistas.
Hasta pronto.
jueves, 10 de mayo de 2012
Menos el resultado todo fue confuso.
Hasta ahora el Nacional B y el Campeonato Argentino han demostrado que todo está muy parejo en el fútbol local. Ya vimos como, por ejemplo, el equipo más elogiado de la Argentina que es Boca Juniors casi queda afuera en esta Copa Argentina frente a Santamarina y frente a Olimpo, ambos ganados angustiosamente por penales.
Lo de Racing fue distinto pero también se compensó porque jugó con equipos como Sarmiento que pertenece al Argentino B, aunque esta vez nos enfrentamos a un rival que tiene otro nivel que los anteriores, que tiene un técnico con más experiencia y que pertenece al Nacional B, un campeonato por demás interesante admitiendo que, menos el resultado todo fue confuso para nuestro equipo que sigue dependiendo de su arquero y de un par de jugadores más. El resto por ahora solo cumple con su presencia.
Hasta el tipo de gol, que en la tranquilidad de tu hogar seguramente no festejas, pero que supongo los jugadores lo hicieron porque esta etapa les cuesta demasiado y porque además sacan de adentro suyo todas sus broncas, todas sus angustias y hasta todas sus culpas por el mal momento que pasa la Academia.
¿Racing debería ser mucho más que Atlético Tucumán por su plantel?.
Sí. Es evidente que desde los nombres no cabe duda, pero desde el juego no se demostró. Esto marca el bajo nivel futbolístico de nuestro equipo que, aunque logra con Zubeldía resultados pasa por un proceso donde el desconcierto y por momentos la apatía ganan a sus integrantes, salvo excepciones muy puntuales y a las que nos referimos siempre.
Quizás con el ingreso de algunos “pibes” haya una inyección de dinamismo que pueda contagiar a aquellos que todavía transitan por el desgano y hacerlos despertar para que puedan entender que si tienen diferencias relacionadas con su continuidad tomen una decisión final de si dan un paso al costado o se comprometen –como creo lo están haciendo Cáceres y Aveldaño- con la camiseta hasta el final del ciclo.
La ambivalencia genera emociones y sentimientos opuestos sobre un mismo problema y eso afecta a la convivencia grupal y al rendimiento personal.
Por ahora avanzamos en este Campeonato Argentino, admitiendo que el embudo nos lleva a enfrentarnos con equipos más importantes y entre ellos puede ser River Plate que a fuerza de ser sincero espero que no nos toque ya que su “paternidad” es una realidad juegue con titulares o suplentes.
Hasta pronto.
lunes, 7 de mayo de 2012
Alta tensión.
Está en los jugadores, en los hinchas y en los dirigentes.
Es la alta tensión que genera esta situación incómoda y que se transmite de uno a otro a través de los sentimientos.
Estuvo presente en este partido y lo estará seguramente en los que restan disputar.
Así viviremos todos cada uno de los segundos de cada partido, como cuando vemos una película de extremo terror y solo nos movemos y reacomodamos cuando finaliza.
Allí vuelve el cuerpo a la normalidad, se distienden los músculos haciendo que vuelva a fluir la relación con el que tenemos al lado dejando escapar hasta la nerviosa risa que teníamos guardada.
Así seguramente pasó hoy al terminó del partido ya con el triunfo consumado.
Ahora más tranquilo trataré de analizarlo.
Un encuentro que mostró a un Racing nervioso, contracturado, muy parecido a aquel que supo pelear la promoción con un mal juego frente a un rival que parecía haberse mimetizado, lo que también ayudó para que todo fuera muy aburrido en esa primera media hora.
Pero a partir de allí Fariña comenzó a tomar confianza y junto a él crecieron Viola -con algunos lujos interesantes- y Castro permitiendo que el equipo se fuera acomodando mejor. Hasta Caballero se adaptó con buenos movimientos y peleando con la marca de De Sábato.
Llegó el gol y el equipo pudo dejar una mejor imagen cuando finalizó la primera parte.
En el segundo tiempo Racing se retrazó buscando una contra, pero esto permitió que Estudiantes lo encerrará en su campo y Zubeldía mete mano en el equipo con cambios que pasarían a ser decisivos y en algún caso hasta contradictorios.
Gio Moreno entra por Fariña lesionado y Racing pierde a partir de allí la cuota de sacrificio que le entregó el pibe en el primer tiempo. Pero conceptualmente no estaba mal aunque nunca apareció el fútbol del colombiano, quien muestra una imagen difícil de interpretar ya que no sabemos realmente las razones por la que parece totalmente desinteresado del juego.
Lamentable por supuesto porque en el descuento marca un golazo lo que sigue confirmando que es indiscutible su calidad pero que lleva a los hinchas a una total reacción espasmódica, pasando del odio al amor.
Martinez por Caballero fue un cambio para mí acertado, ya que además de sumar al área un hombre apto para disputar la pelota aérea – Caballero había defendido muy bien - permitió que Pillud pueda colaborar con Pelletieri y Zuculini que estaban ya con poca fuerza para contener el embate de los pinchas.
La defensa estuvo mas sólida – Estudiantes no le dio tanto trabajo- y Saja volvió a su nivel para convertirse en un seguro arquero cortando la mayoría de los centros.
Finalmente Santander por Viola para que éste pueda tener el merecido reconocimiento de la gente que concurrió a la cancha.
Racing no juega bien, pero a fuerza de ser sincero digo que no pretendamos que lo haga ahora, donde los partidos serán en su mayoría de este tenor.
Solo deseo que los jugadores que nos representen tengan una actitud como la mayoría de los que hoy estuvieron en la cancha y los hinchas tratemos de no confundirnos como cuando Gío hizo el gol y se lo elogiaba. De mi parte no pido que se tire a los pies solo le pido que se “meta” en el partido tratando de transformarse en el jugador que todos estamos esperando.
Finalmente llegó el alivio, que permitirá que todos tengamos una semana en paz, pero sabiendo que el fin de semana próximo volverá a instalarse la alta tensión cuando enfrentemos a los bichitos en La Paternal.
Hasta pronto.
domingo, 6 de mayo de 2012
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