lunes, 15 de mayo de 2017

Las estrellas de Orión ya no brillan.


Ya sabemos que este Racing es un equipo con dificultades y que depende, nos guste o no, de lo que pueda generar desde la mitad de cancha hacia adelante, porque no se ha podido lograr una defensa, que como la del último campeón, cuando hacía un gol, se sabía que era muy difícil que le marquen en su arco.

Y hoy se dio que los delanteros no funcionaron del todo bien, pero así y todo Racing tuvo un par de oportunidades como para abrir el marcador, una de Bou que se inicia ante una falla de un central que al caer pierde una pelota cerca de Aued quien le pone un  pase preciso a nuestro gran delantero, pero tengo la sensación que en su afán por darle un toque más la pelota le queda atrás dentro del área y solo frente a Campaña se la tira a sus manos y posteriormente un centro de la Pantera que cruza el área y Cuadra no llega a empujarla cuando estaba cerca del segundo palo.

A Racing le molestan mucho equipos que tengan toque y velocidad, algo que esgrime en estos últimos partidos nuestro vecino, y entonces solo quedaba como alternativa el esfuerzo y la entrega de todos, para que el Rojo no pudiera generar mucho juego, algo que se logró en la primera etapa, donde dentro de todo Orión no sufrió ninguna jugada riesgosa.

Todo era muy tibio de parte de los dos, pero el segundo tiempo Racing disminuyó en su presión y los volantes ya no cortaban tanto, por lo que Independiente comenzó a ganar terreno, buscando acelerar por los costados, donde  Barco lo hacía con Gastón Díaz y Rigoni con Insúa, lo que le comenzó a traer problemas (hubo un penal de Díaz a Barco no cobrado,) y anticipaba que algo iba a suceder.

Y en una de esas gambetas de Barco hubo una falta de Videla sobre la derecha, que Rigoni ejecuta buscando el palo de un Orión, que le dio todas las posibilidades al volante Rojo para que grite su gol, que agrandó a un rival que hasta ese momento de alguna manera cargaba con sus propios problemas de ganar de local.

Fue un golpe anímico importante, porque aunque si bien es cierto que la defensa no ayuda, hoy no habían tenido un mal primer tiempo y aunque en la segunda mitad los marcadores de punta se veían superados, todavía se luchaba, pero cuando ven que su capitán, que además tiene que ser ese jugador salva partidos, tuvo incidencia en una pelota no muy difícil para que tu rival consiga ponerse en ventaja, recibieron como una señal inconsciente de bajar los brazos,  restándoles lo poco de fuerza que les quedaba.

Mientras tanto Racing fue bajando su poco potencial ofensivo, porque Lisandro se ocupaba más de marcar que de pensar en el arco de enfrente, Bou no preocupaba tanto a los defensores y el chico Cuadra tuvo algunas cosas interesantes pero pesaba muy poco, lo que demostró que fue demasiada ventaja no contar con Acuña y Lautaro.

Solo pelotazos para arriba y meras insinuaciones que aburrieron hasta llegando el final, momento en que le permiten a Meza hacer esa buena jugada y concretar el segundo, pero inentendible como pasa entre tantos jugadores, cuando podían haber cometido falta afuera del área y no ser partícipe de otra alegría más para nuestros históricos rivales.

Las estrellas de Orión ya no brillan y parece que solo debemos conformarnos con su recuerdo de aquel gran arquero, el cual por ahora como jerarquía, solamente nos ofrece su historia y su presencia.

Todos confiamos en él cuando Racing lo contrató, porque era una manera de asegurarse un arquero que transmitía seguridad y personalidad ganadora, y que por su trayectoria el arco de la Academia no le iba a pesar, pero sus errores, algunos muy graves, le han costado partidos importantes al equipo y eso no lo pudo superar nunca hasta hoy.

Ojalá pueda recuperarse, porque se necesita un arquero que transmita seguridad a una defensa carente de ese principio, caso contrario sería la hora de darle a Musso esa responsabilidad.

Final triste para un equipo que espero asimile esta derrota y pueda volver al triunfo la próxima semana, buscando por lo menos crecer en la tabla, no porque perdió Boca sino para ver si se pueden volver a dar resultados que nos vuelvan a subir al tren de la Libertadores del que hablaba la semana pasada, nada fácil por cierto porque han ganado todos lo que no debían hacerlo, menos Racing.

Hasta pronto.