domingo, 7 de marzo de 2010

¡VIVEN!

Fueron 15 minutos terribles.

En realidad no quería seguir viendo el partido y recién comenzaba.

No pasábamos la mitad de cancha y en una distracción de la defensa, llega el pique de Gaitán y el gol que presagiaba una tarde-noche negra.

Pero hubo un click.

Fue como que el miedo a la muerte los hizo despertar para aferrarse a la vida.

A los dos minutos, una jugada por izquierda que comienza Lluy, toca para Hauche quien alarga para Bieler y este descarga con un gran pase al vacío para la llegada de Lluy que había continuado la jugada y define muy bien. ¡Golazo y empate!

Y allí comenzó otra historia.

Boca sintió el golpe, mientras Racing mejoró su condición anímica, se acomodó mejor y comenzó a crear algunas situaciones de peligro sobre

el arco de García.

Racing se sintió más seguro, se dio cuenta de que podía.

Luguercio comenzó a entrar más en contacto con la pelota, y sobre la hora llega su gran desborde por la izquierda con centro atrás, que remata de primera Hauche convirtiendo el segundo gol.

Que digo gol... golazo!

Boca estaba sorprendido y fue auspicioso terminar ganando el primer tiempo.

Esto otorgaba más tranquilidad y más aire para aguantar los embates de un Boca que era obvio se iba a venir con todo.

Y así fue, Racing se defendió más de lo que atacó, pero a diferencia de otros partidos esta vez lo hizo con actitud y concentración hasta el pitazo final.

Russo acertó por donde volcar el juego en el primer tiempo y en el segundo era lógico que retrocediera especulando con algún contragolpe.

Hubo rendimientos altos en el equipo. La defensa en general (muy bien controlado Palermo por los centrales) Yacob, Luguercio, Hauche y un Mercado de infatigable labor que al ser reemplazado le dio a Boca la posibilidad de atacar por ese costado ya que Rossano - en una posición que no es la suya - no pudo controlar bien la zona.

Finalmente ganamos y con el triunfo llegaron las sonrisas.

Las que necesitaban los jugadores y las que ansiábamos nosotros, los hinchas de la gloriosa Academia.

Pero lo más importante es que estos jugadores habían elegido vivir y sacando energías de sus flaquezas, pudieron expulsar los miedos que aquejaban al equipo, recuperando las fuerzas y las ganas perdidas.

Ahora hay que seguir cuidándose…pero esta mejoría nos hace ver el futuro de otra manera.

El cuerpo ha dado importantes señales que nos permiten tener mejor ánimo y más esperanzas para una pronta recuperación total.

Si ellos VIVEN... nosotros también.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com.