lunes, 27 de septiembre de 2010

Para el Luna Park.

Así fue el encuentro que propuso Tigre, con el consentimiento del árbitro. Golpe y golpe. Corte y corte. Sobre todo a Giovanni Moreno, que es a quien más le cuesta aceptar este tipo de partidos.De parte de Racing muy poco de juego y tratando de interpretar que partido había que jugar. Mucho pelotazo y pocas llegadas. Con un Luguercio que, como decía en la nota anterior, trabaja más de nueve y tuvo sus oportunidades, pero evidentemente la definición no es su fuerte.Todo los demás fue confuso, donde no asomaron ideas claras. Para destacar, el buen trabajo de De Olivera- sigue estando bien despierto y muy ágil – una rescatable actuación de Ayala – después de muchísimo tiempo sin competencia real- la buena disposición de Martinez en un puesto que no es el que mejor le sienta, un mejoramiento de Lluy sobre todo en el primer tiempo en esa posición que tanto necesitamos y un Giovanni Moreno que ligó mucho, que todas o la mayoría de las pelotas las devuelve o las pasa redonda y muy bien, pero que deberá ir entendiendo esta difícil característica que tiene nuestro fútbol, donde el roce y el golpe son prioridades en las mayoría de los casos. Yacob, Aveldaño y Cahais no brillaron pero estuvieron correctos en este mediocre partido de fútbol. El chico Fernández demasiado acelerado contribuyo al desorden mientras Toranzo fue la contrapartida, ya que su forma de sentir el fútbol lo mostró como distanciado de lo que allí ocurría y por momentos estaba como fuera del encuentro. Hauche no sobresalió porque en un partido donde todo era correr y meter contribuía con su aporte y lo de Benitez – inexplicable- fue una señal más de conformismo.Pero hay algo que Russo y su gente entendieron. Fue darse cuenta de que no hay que dar más ventajas. Porque hay partidos que son para el Luna Park, y hay que pelearlos. Si no encontramos el equipo soñado, encaremos los partidos con las armas que tenemos, sin querer ser lo que todavía no hemos logrado demostrar.Culpa del técnico o culpa de los jugadores Racing hoy muestra una imagen que no es la soñada por sus hinchas, por lo que el futuro determinará quien tiene razón. Por último creo que Bieler debería volver a estar en el equipo, pero hay un tema que resolver y es que hacer con Giovanni Moreno y Toranzo. Ojalá pudieran aumentar su volumen de juego y contagien al resto, aunque hoy por hoy Toranzo no está justificando su inclusión en el equipo y quizás habría que arriesgar a que Bieler pueda reemplazarlo haciendo bajar un poco a Giovanni y jugando- sobre todo con Huracán- con tres en el medio.Huracán es una buena oportunidad para sumar de a tres y así llegar con más confianza al partido que a todos nos convoca, el clásico de Avellaneda.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com

sábado, 18 de septiembre de 2010

Con los nervios “nerviosos”.

Racing es lo que somos nosotros, los hinchas. Un manojo de nervios.

Y eso siente en la cancha. En el campo de juego y en las tribunas.

Pero un triunfo alegra, calma, suaviza situaciones y afloja tensiones.

Aunque también debe servir para realizar con tranquilidad un análisis profundo.

Lanús esperó y preocupó a Racing a través de Ramirez y de Blanco tratando de entrarle por los costados, lo que consiguió por momentos ya nuestra defensa tuvo distracciones que pudieron costarnos caro. El fondo juega muy en línea y hacía agua por el lado de Cahais, aunque Fernández colaboró y mucho. Blanco ya lo sabemos es un excelente jugador y su gambeta complicaba a un Cáceres que no tuvo un buen encuentro.

Pero por suerte hemos recuperado a De Olivera quien tuvo una tarea excelente.

En el medio Yacob mantuvo su nivel y Lluy estuvo acertado en sus subidas por la derecha. Fernández se desdobló entre defensa y ataque, aunque por momentos su agresividad lo ciega un poco. Toranzo sigue intermitente y errante en sus remates al arco, al igual que Giovanni Moreno, quien también estuvo muy desacertado en sus disparos aunque hoy jugó en una posición de media punta que creo le queda más cómoda. Luguercio tuvo movimientos interesantes apareciendo más en el área –parecido a como jugaba con Llop- pero sigue desnudando su falta de definición.

Después del gol y tras la expulsión de Pelletieri, Racing buscó manejar el trámite y por momentos lo logró, pero no se sentía seguro. Después se desnaturalizó el encuentro por el descontrol de los jugadores de Lanús, que pudo haber tenido un resultado más abultado a favor de Racing, que se dedicó a tocar más y que no supo resolver las varias oportunidades que tuvo.

Pero bueno, se ganó y obviamente todo triunfo ayuda al equipo a tomar más confianza, mientras avanza en la búsqueda de las convicciones para sentirse como tal y para no tener que salir más a jugar un partido con los nervios “nerviosos”.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com

domingo, 12 de septiembre de 2010

Perdidos y sin GPS.

Racing parece ser el equipo deseado…pero por todos los otros equipos que comparten el torneo. El equipo esperado para levantar cabeza. El equipo que aunque gane por dos goles de diferencia nunca muestra una imagen de solidez y de seguridad en su sus líneas y entonces volvemos a ser el Racing de los últimos tiempos, el de la zozobra, el de la inseguridad, el del desconcierto.

Creemos que estamos para más, pero interiormente sabemos que no estamos convencidos de que así sea. Por ahora es solo un deseo de todos los que sufrimos semana a semana.

Quizás Racing no escatima esfuerzos, pero no muestra ninguna línea de juego.

Solo se atreve a luchar sin ideas, sobre todo en ataque.

Todo es esforzado, nada fluye naturalmente como si lo vemos en otros equipos, en este caso Estudiantes. La pelota como llega arriba vuelve inmediatamente. No hay desbordes claros, no hay toques seguros, no hay circulación y por consecuencia la pelota dura poco tiempo en los pies de los jugadores de Racing y el empuje y la fuerza pierden sentido ante la falta de ideas. El desgaste bloquea la mente y si además se reciben goles en contra se acelera el desorden, brota la ceguera individual, afloran las distracciones y se derrumba el factor anímico.

Racing muestra hoy la vieja y cansada imagen de los torneos anteriores, lo que me hace dudar sobre quien o quienes debe caer la responsabilidad, comprendiendo que el hilo siempre se corta por lo más delgado, en este caso el técnico.

Este equipo todavía no mostró nada que lo consolide como tal, ni siquiera en las victorias de los dos primeros partidos, que pensaba nos iban a dar un envión anímico importante.

Una cosa es pensar que estamos para más y otra cosa es estar convencidos de eso.

Con palabras al viento no se conforma un buen equipo.

O el técnico no llega a los jugadores o los jugadores no creen en él.

Lamentablemente hoy nos encontramos perdidos y sin GPS y lo más grave es que debemos continuar el viaje, sin saber por que camino hay que tomar.

Situación sumamente confusa ya que son momentos difíciles para pensar con claridad, por lo que necesariamente deberá surgir la figura de un líder para tomar una decisión que deberá ser firme e indiscutible.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cuidado con la cabeza.

Este Racing necesitado, al igual que nosotros los hinchas, arrancó el partido con ambición y con un Fariña que era el que le daba ritmo y juego. Pero Racing está predestinado a sufrir. Cuando mejor estaba construyendo el juego, lo destruyeron y el pibe tuvo que ser reemplazado. A todo esto el chico Mayorga comete un error para que Fuertes siga con su maldita racha con nosotros. Los dos pibes estaban destruídos. Uno por la lesión y el otro en lo anímico. Al entrar Castroman pensaba que era difícil que pueda darle al equipo el juego que necesitaba, sin embargo en ese primer tiempo lo hizo muy bien. Y Racing comenzó a generar muchas llegadas, algo que no había sucedido en los partidos anteriores, pero entre las grandes atajadas de Pozo y los errores de nuestros jugadores frente al arco no se pudieron concretar. El equipo desde el primer gol de Colón hasta el segundo sobre el final, jugó los mejores momentos de fútbol del campeonato, pero en el segundo tiempo volvimos a la normalidad. Colón se acomodó mejor, ahora con línea de cuatro y Racing no encontró el juego que tuvo en el primer tiempo, entonces todo fue desesperación en un partido donde los sabaleros solo esperaban que Racing se equivoque. Los nervios mostraron situaciones que hasta hacían reir, pero de los nervios, como esa de Larrivey que retrocede en el área y en lugar de ir a taparlo los defensores de Racing se fueron para la línea del arco, salvando muy bien De Olivera. Pero realmente no se cual es la salida. Creo que seguimos rengueando en el medio por la zona derecha. Estamos dando muchas ventajas con Luguercio en esa posición. Lo defendí y sostuve que se debía quedar, pero está errando más de lo que acierta y en esa extraña posición está como incómodo, comprometiendo muchas pelotas cuando la pierde en el medio campo.

No es volante ni delantero. Castroman que apareció como recuperado, volvió a ser lo que era en el segundo tiempo, con sus permanentes quejas y caídas cuando pierde la pelota, que ya ponen los pelos de punta. Los demás fueron todos bajando su nivel a medida que pasaban los minutos en el segundo período debido al estado de nerviosismo existente. Quizás Yacob fue el que mantuvo su nivel y trató de jugar siempre. Fernandez también exigió y buscó llegar al fondo por su costado… pero fue muy poco.

Lo que más lamento es lo de Fariña -no se sabe la gravedad de su lesión- ya que por como había comenzado el encuentro, pintaba como para darle a Racing esa cuota de movilidad, talento y atrevimiento que le falta.

Estamos en un momento muy difícil y debe haber un cambio sustancial, caso contrario volveremos a caer en la oscuridad, que nos vimos inmersos en los últimos torneos.

Es una gran tarea la que le espera a Miguel Angel Russo y su gente.

Hoy hubo actitud y daba la sensación de que Racing podía ganar el partido, pero también hay una extraña sensación en la cancha y es que este equipo todavía no encuentra su juego ni transmite seguridad. Hay que redoblar esfuerzos y quizás haya que buscar un equipo más equilibrado con dos líneas de cuatro. Quizás haya que ubicar a Zucculini de volante por la derecha o a Lluy cuando vuelva Cáceres. Pero no se puede dar más ventajas. Tres partidos seguidos perdidos es mucho y es grave.

Estos muchachos no quieren volver a pelear abajo, pero sin ser alarmista, cuidado con la cabeza.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com