Una vez más este Racing volvió a decepcionar totalmente ante Unión de Santa Fe, en un primer tiempo donde el local, desde lo futbolístico y lo físico, literalmente lo pasó por encima, dejando nuevamente la triste imagen de estar entregado a la buena de Dios.
Mal posicionados y con una fragilidad que
exasperaba, eran superados por derecha y por izquierda permitiéndole a Unión
tener varias posibilidades de gol, las que no pudo concretar por las buenas
intervenciones de Arias y porque la suerte estuvo de nuestro lado.
Solo Arias y Sigali se mostraban a la altura, pero
el resto era una calamidad ya que no recuperaba y la pelota le duraba segundos
en sus pies, por no saber qué hacer con ella, por malos pases o en las disputas
físicas, con una única jugada a favor que fue
la que tuvo Lisandro, quien superando a los centrales exigió por dos veces a un
Moyano que respondió muy bien a sus remates.
Al final de la primera etapa la incógnita era saber
cómo iba a hacer Racing para poder recuperarse de ese desastre de la primera
etapa, donde la confusión era lo que predominaba en un equipo, que nuevamente por
milagro terminaba con su arco en cero.
Úbeda, quien evidentemente vivía convencido de que con
este “desorden” táctico iba a llevar a
ganar los partidos, después de 45 minutos que pudieron ser fatales, se dio
cuenta de que el equipo necesitaba un volante central original y entonces por un
inactivo Lovera, volvió el olvidado Julián López, tuvo continuidad como para ser
evaluado de mejor forma, y que si bien no tuvo un gran partido, ayudó a que el
equipo se reacomode y empareje las
acciones, con Moreno más adelantado y Rojas tirado a la izquierda,
De esa forma Racing le fue quitando el dominio al
local y comenzó a exigir al arquero tatengue, primero ante un remate de Copetti,
después de recibir de “Licha”, que desvia Moyano y que Rojas no puede finalizarla
bien, después una pelota que roba Sigali y que termina en los pies de Chancalay
pero su remate se va afuera.
A los 15 minutos Alcaraz reemplaza a Chancalay, pero
a los 27 y cuando nadie lo esperaba, Unión logra el gol que no pudo conseguir
en el primer tiempo.
Minutos más tarde Cvitanich entra por Lisandro y
cinco minutos después Moreno que recibe sobre la izquierda, ve como Copetti va
a buscar el área y le envía un centro combado que parece tocar el nueve y que sorprende
a Moyano, convirtiendo el gol del empate y casi lo pasa a ganar cuando Copetti, que
estuvo más buscado, más activo y más confiado”,
en un centro de pecho lo deja solo a Cvitanich para que convierta, pero su
toque pega en el palo.
Sobre el final Mena reemplazaba a Rojas y sobre el
final en un centro del “Chueco”, Alcaraz casi logra el milagro, pero su cabezazo
da en el travesaño.
Aunque el partido terminó con la sensación de que se
pudo haber ganado, siempre la mochila carga el contrapeso de esos primeros
tiempos. que lo único que consiguen es agrandar rivales.
Un empate en un encuentro que fue la despedida de
Ubeda, Arano y Fleita, un cuerpo técnico que se fue despidiendo solo, ya que por
los motivos que fueran, “su” Racing nunca dio muestra de alguna mejora, por el
contrario siempre fue ganado por el desorden y la desorientación
Respecto a Fernando Gago que será el nuevo técnico a
partir de mañana, como hincha le deseo lo mejor, pero como no creo en los
proyectos, espero que a través de su personalidad y de su capacidad, pueda imponer rápidamente una idea que que convenza fuertemente a un plantel, que hay que volver a construir desde lo futbolístico
y desde lo anímico.
Hasta pronto.