A mis 73 años puedo decir que pocas veces he visto una demostración de
amor, admiración y respeto, como la que se da entre Diego Milito y el hincha de
Racing.
Realmente emociona la relación y las muestras de afecto del uno hacia el
otro, que se pueden apreciar en cada gesto de un hincha, como en cada palabra
de él, en expresiones que muestran el sentimiento más profundo por Racing, algo
que se pudo corroborar en este más que merecido homenaje, realizado ayer en el
Cilindro de Avellaneda, donde en el final Milito cantaba junto con los hinchas
como uno más.
Es que eso es él, uno más de nosotros en la más pura expresión, por eso se
da esa sentida relación, porque el vínculo que nos une es el verdadero amor por
la camiseta y a partir de ahí todo es recíproco, tanto en la alegría como en la
tristeza y esa transparencia del “Príncipe” en su sentir, es la que lo lleva al
hincha a soñar con que continúe ligado al club.
Diría
sin temor a equivocarme que hoy por hoy Milito podría ser lo que quiera en
Racing, presidente, manager o técnico, pero aquí quiero hacer un paréntesis
respecto a esa decisión, que obviamente no pasa por nosotros los hinchas, sino
por lo que él decida.
Me
gustaría de alma que fuera nuestro técnico en el futuro, pero con una mano en
el corazón creo que es muy riesgoso, porque de las tres posibilidades es la más
frágil y la que más fácilmente puede romper esta hermosa sociedad que se generó
entre Diego y los hinchas, debido a los riesgos naturales que surgen del juego
y los resultados partido tras partido.
Todos
sabemos de su deseo de ser técnico y en el caso de que se siente en el banco de
la Academia, los hinchas en general, que solemos ser exitistas, deberíamos ser
tolerantes para con él y no desesperarnos en los malos momentos del equipo o
por una mala racha, como pasó con otros (Costas, Basile y Sava) dado que sería
muy triste presenciar la ruptura de este vínculo tan fuerte con la gente de
Racing si la suerte no lo acompañara como DT.
Quizás
exagero, pero como hincha y porque deseo de todo corazón que
este amor no tenga divorcio, me inclinaría a que sea manager, desde
donde puede delinear y transmitir con claridad lo que desea para el equipo u
obviamente presidente, lo que sería un lujo para el club que él y nosotros
amamos tanto.
Hasta pronto.