Ahora podemos decir que se comienzan a ver importantes
mejoras en la actuación de los nuevos jugadores que se han integrado al plantel
como así también en aquellos que siendo suplentes, no nos permitían ser demasiado
optimistas en cuanto a su rendimiento.
Pero lo más importante fue que pudimos ver un equipo muy concentrado,
que supo que hacer y que se movió, salvo en algunos momentos del segundo
tiempo, con claridad, seguridad y confianza, sobre todo cuando la pelota pasaba
por los pies de Romero, quien sin lugar a dudas, Cocca parece haberle encontrado
su ubicación en el campo.
Al paraguayo se lo vio mucho mejor físicamente, lo que le permitió
tener un andar más suelto y con cambios de ritmo interesantes, lo que lo puso varias
veces en situaciones pisando el área y donde podría haber terminado él dichas
jugadas, en las cuales casi siempre eligió asistir a un compañero.
Esto es algo que a Racing le da una nueva opción de juego, ya
que Romero posee un muy buen manejo y además es muy criterioso en la elección del
pase.
Tanto es así que en la segunda parte cuando la pelota dejó
de pasar por él, Racing perdió de alguna manera claridad y tenencia del balón.
También fue importante ver a Nuñez con una mejor imagen
física, lo que le dio la posibilidad de moverse con más libertad y la de estar
más seguro con la pelota, lo que le posibilitó tener situaciones de gol y hasta
convertir el suyo de buena forma.
Evidentemente tiene condiciones, las que seguramente, con su
mejoramiento físico las irá confirmando y de esa forma, darle al técnico la esperada
tranquilidad para realizar las variantes que necesite para sus esquemas.
Pero la gran figura del partido fue Alvarado, quien mostró
categoría, ubicación, sentido del tiempo para los cortes y mucha personalidad,
ganando en los mano a mano y dando desde su ubicación tranquilidad a todos sus
compañeros.
Campi también tuvo cumplió una buen actuación y los
laterales tuvieron un buen desempeño.
Lo mismo pasó con Nagüel y Castillón, este último
colaborando con el medio campo y acompañando en la ofensiva, lo que le permitió
llegar al gol -que abrió el encuentro- y ser generador del pase que derivó en el
penal, que con clase convierte Romero.
Nagüel por su parte, tuvo también en ese primer tiempo una
labor importante rompiendo líneas con sus gambetas, pero que a veces terminaba cegándose
un poco al llegar al área.
Hubo además, una actuación interesante de Acevedo, la que
ojalá le sirva para ganar confianza y comenzar a ser aquel de Defensa y
Justicia, ocupando esta vez la posición que lo favorece y es delante de la
línea de fondo y no hacer el juego que normalmente hace Videla, corriendo sin
ton ni son a todo el mundo.
Hoy tuvo mejor ubicación, con más control del balón y entonces
se pudo ver un importante crecimiento en su juego, al lado de un Cerro que no
escatimó esfuerzo y en el que también se vio una superación.
Ibañez a quien prácticamente no le llegaron nunca, estuvo atento
y si no hubiera sido por su errónea salida en el gol de Colón, su actuación sería
muy correcta (sacó con grandes reflejos un remate en el segundo tiempo aunque había
offside del delantero sabalero).
Después Brian Férnandez – que nos ilusiona cada vez más,- junto
a Camacho -que convirtió el cuarto gol- y Videla le dieron la posibilidad a
Racing de compensar el esfuerzo físico que habían realizado jugadores que no
estaban al ciento por ciento.
Es cierto que la visita no molestó tanto y su juego nacía en
la mitad de cancha y moría antes de pisar el área académica, pero fue muy bueno
el mensaje tranquilizador que nos envió el equipo desde el campo de juego, donde
los refuerzos dijeron presente.
Era necesario este triunfo para poder bajar la ansiedad en
el torneo local y por supuesto devolverle la fe al cuerpo técnico, al saber que
hay jugadores que se están reencontrando con su nivel, que responden cada vez
mejor y en quienes se puede confiar para afrontar los difíciles compromisos que
le esperan.
Hasta pronto.